Conocí de Ignacio Dean hace pocos días y simplemente quedé maravillada de saber que es la primera persona que ha dado la vuelta al mundo caminando: cuatro continentes, 31 países y 33.000 kilómetros en tres años. Como si eso no fuera increíble, Ignacio también unió los cinco continentes nadando. Lo más impactante no son solo sus hazañas, sino el propósito detrás de ellas: concientizar sobre la importancia de conservar nuestro planeta. Para esto, Ignacio dio en sus recorridos cientos de charlas, realizó limpieza de playas y colaboró con múltiples empresas y organizaciones de sociedad civil.
Él es parte de las pocas personas en el mundo que tienen conciencia de que la actividad humana ha afectado significativamente al planeta en un plazo de tiempo muy corto. En los últimos 70 años, los seres humanos hemos producido un crecimiento drástico de las emisiones contaminantes (especialmente CO2) hasta alcanzar las 408 partes por millón, mientras que en los anteriores 800.000 años, las emisiones se mantuvieron entre 172 y 299 partes por millón. Adicionalmente, se encuentra basura en el océano donde ni siquiera llega la luz del sol; estamos cargados de basura espacial y en los últimos 50 años ha desaparecido más del 50% de la biodiversidad del planeta.
Precisamente Ignacio está mostrándonos que hay que pasar de la conciencia a la acción. Es claro que cada persona, cada empresa y cada organización debe dar un paso al frente. Ignacio nos invita a que la “economía y la ecología se den la mano”. Ambas palabras tienen el prefijo “eco”, que significa “hogar”, y debemos reconocer que mientras Don Franklin Chang no nos lleve a Marte, el único hogar con el que contamos es la Tierra.
El modelo económico tiene que dejar de asumir la destrucción del planeta como precondición para seguir creando riqueza. Más bien, el compromiso valiente debe ser generar una economía neto-positiva. Seamos parte de la minoría ingenua y soñadora de Ignacio Dean. Es hora de que la protección del planeta y la búsqueda del bienestar para las personas se conviertan en las verdaderas precondiciones para maximizar valor económico.