En la pasada convención demócrata en los Estados Unidos se habló mucho de la libertad. Algunos comentaristas señalaron que los demócratas se habían apropiado de un tema propio de los republicanos. Sin embargo, no fue así, pues la visión demócrata es muy diferente a la conservadora.
Desde Reagan y Thatcher el conservadurismo se atrincheró en un concepto negativo de la libertad, entendida como ausencia de regulaciones en el terreno económico.
Franklin D. Roosevelt, demócrata, desarrolló un enfoque que llamó libertad de la necesidad. La libertad es también la posesión de recursos y capacidades para que los ciudadanos logren alcanzar sus objetivos. La visión positiva de la libertad requiere a menudo una intervención activa del Estado para garantizar la igualdad de oportunidades.
El gran filósofo Isaiah Berlin desarrolló a profundidad estos conceptos, definiendo el primero como ausencia de coerción y el segundo como autodeterminación y autorealización, aunque no olvidó de señalar tensiones entre ambas concepciones. Por ejemplo, las políticas diseñadas para promover la libertad positiva, como los programas de bienestar social, pueden ser vistas como una limitación a la libertad negativa de aquellos que deben pagar impuestos.
La libertad positiva se vió reflejada claramente en el discurso de Harris y Walz, definiendo la libertad como la capacidad de tomar decisiones propias en salud, vida, amores y familias. También se definió como el derecho de trabajar dignamente y prosperar; así como la legitimidad de creer o no creer.
El ejercicio pleno de los derechos reproductivos, la legitimidad de exigir estar libres de la violencia y la intimidación que producen la tenencia indiscriminada de armas de guerra también ocuparon la atención de los dirigentes demócratas.
Esta concepción multiforme de la autodeterminación también se asoció con el derecho a estar libres de la contaminación y con la visión positiva de libertad de expresión y de participación política.
La distinción entre libertad negativa y positiva ha tenido un gran impacto en la filosofía política y en la política. Ha servido como punto de partida para muchos debates sobre derechos individuales, el papel del Estado y la naturaleza de la libertad.
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Constantino Urcuyo Fournier es abogado y doctor en Sociología Política de la Universidad de París. Catedrático de la Universidad de Costa Rica, exdiputado y director académico del Ciapa. Profesor visitante en las universidades de Tulane y Salamanca. También es consultor internacional y nacional para diversas empresas.