El trabajo remoto que alguna vez fue una herramienta de motivación y beneficio que las empresas otorgaban a sus colaboradores, hoy se ha lanzado a la velocidad de la luz para las organizaciones en todo el mundo.
Lo interesante de esto, es que este cambio que se vino encima no es algo temporal y desde el punto de vista laboral llego para quedarse; si estimamos tan solo el tiempo que se tardará en encontrar definitivamente la vacuna contra el COVID-19 y luego su prueba y producción, con suerte estaremos hablando de un año.
Hoy las empresas están trabajando en encontrar el equilibrio y los recursos para que sus empleados sean eficientes y eficaces en el trabajo desde sus casas, pero debemos pensar que nos enfrentamos a una forma de trabajo que será casi permanente y que, por lo tanto, debemos adaptar nuestra organización, a una nueva forma de hacer las cosas.
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“Cuando cambias tu manera de ver las cosas, las cosas que ves cambian”, dice el Dr. Wayne Dyer en su libro El Poder de la intención.
Aún cuando hemos escuchado mucho sobre las mejores formas de trabajar desde la casa, el reto para las empresas está en acostumbrarse a que una parte de los colaboradores trabajan de manera remota mientras otras personas están en el centro de trabajo.
Algunos de los mayores desafíos que enfrentan los equipos remotos o mixtos es la conexión con cada miembro del equipo, pero no la digital, sino la conexión emocional. Es el cómo nos aseguramos la alineación de las acciones y comportamientos de cada persona con los resultados de la organización. Es brindar a los colaboradores el sentido de pertenencia con la organización, para el logro de la conexión, alineación y crecimiento a futuro.
Analicemos cuatro puntos claves que considero necesarios para tener éxito en el nuevo entorno de trabajo.
1. Claridad. La cultura de la organización se genera por las acciones de todos los miembros de la organización. Las acciones están regidas por las creencias que se han ido generando a través de los años y los lideres son los responsables de orientar estas creencias.
Por lo tanto, tener mensajes claros de la misión, visión y valores de la organización son claves para generar la claridad de hacia donde vamos y como nos comportamos. El hecho de alejarnos físicamente y perder el contacto diario hace que debamos ser más proactivos en mantener claro estos enunciados.
“Colaboradores en toda organización, y en todo nivel, necesitan saber que en el fondo de lo que hacen se encuentra algo grandioso y aspiracional”, sostiene Patrick Lencioni en The Advantage.
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2. Enfoque. En esta época de alta turbulencia y de incertidumbre con el futuro debemos generar un gran esfuerzo en enfocar a los colaboradores en los resultados.
Primero no perder de vista los pilares estratégicos que soportan nuestra visión de negocio, pero a su vez identificar las 3 o 4 prioridades estratégicas que debemos hacer bien durante este año. En este momento debemos tener muy claro cuáles son los Quick Wins, aquellos objetivos que tenemos que lograr como equipo para que seamos exitosos y enfocarnos en el logro de estos resultados clave del negocio.
Para esto debemos de asegurar que cada miembro de la organización tenga claro que su trabajo es lograr estos resultados, no simplemente hacer su trabajo. Asegurar que en las reuniones de seguimiento diarias, semanales y mensuales, tanto individuales como de equipo, tenemos los Indicadores que se alinean con los objetivos de su empresa. No olvides que el trabajo se trata de que estas logrando algo genial.
“Donde pones la atención la energía fluye, donde la energía fluye la vida crece”, manifiesta el Dr. Wayne Dyer. en Change your Thoughts, change your life.
3. Comunicación constante. Sobrecomunicarse es clave para comenzar a establecer el hábito de que los demás sepan qué está pasando. Cómo estamos llevando las comunicaciones de logro de los resultados clave de negocio, cómo estamos apoyando el logro de nuestra visión, cómo reforzamos los pilares estratégicos y cómo demostramos día a día nuestros valores.
Para esto la transparencia hoy toma gran importancia en la comunicación y en el refuerzo de la conexión. Asegúrese de realizar reuniones donde se incluya la opción virtual “unirse” para que los miembros del equipo puedan unirse desde donde sea que están trabajando y estén claros de lo que está pasando.
Recuerde: todos estamos en el mismo barco y este es un momento apropiado para reforzar este sentido de pertenencia. Esto no solo ayuda a que el equipo se sienta más conectado, sino que también ayudará con el compromiso, estado de ánimo y estabilidad social.
“La verdad absoluta nos da una base indestructible. Como resultado de este fundamento nuestro liderazgo, será agraciado con el poder permanente de generar un cambio duradero”, dice la Dra. Melodye Hilton en Liderazgo de una vida superior.
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4. Relaciones. Muchos no se dan cuenta de lo sociales que somos cuando estamos en el trabajo hasta que ... no lo estamos. La conexión no solo se hace por los comportamientos de los lideres, sino más fuerte aún, por las relaciones que se crean entre compañeros.
Es importante crear oportunidades para que todo el equipo obtenga la oportunidad de estar virtualmente juntos.
Aprovechemos momentos para generar brainstorming, hacer café virtual diario, recapitulaciones de experiencias diarias tipo “Has escuchado...!” que nos acerquen como personas.
“Si un día tienes que elegir entre el mundo y el amor… recuerda: Si eliges el mundo quedarás sin amor, pero si eliges el amor, con él conquistaras al mundo”, Albert Einstein.