Si bien mucho se especula aun de cuanto más duraremos en pandemia y con restricciones y sobre todo cuándo volveremos a la vida laboral normal, la realidad es que esta crisis está cambiando de manera permanente la forma en que trabajamos. En Costa Rica nos enfrentamos al dilema del trabajo100% remoto, o del modelo hibrido que cada vez gana más adeptos, dos o tres días trabajo desde casa.
Lo cierto es que a estas alturas todas son mas especulaciones que realidades. Los parques empresariales, zonas francas están con espacios suficientes para la llegada de nuevas aventuras empresariales. Países como Costa Rica, Panamá, México, Colombia, Uruguay y Chile pelean por ser el lugar elegido por las grandes empresas para hospedar sus operaciones en la modalidad del “nearshoring” (en español, deslocalización cercana).
Con todo esto, cada día aprendemos nuevas formas de adaptación al trabajo remoto mientras nos distanciamos y permanecemos parcialmente confinados por la pandemia.
Sin embargo, cuando hablamos de empleo, trabajo remunerado, no hay vuelta atrás ya que el lugar de trabajo se reinventa en tiempo real, para mantener la competitividad y justificar el costo operativo, pero ¿cuáles serán los cambios del mundo laboral tras superar totalmente la pandemia?
La irrupción del coronavirus ha puesto de manifiesto que son muchas las personas capaces de trabajar fácilmente desde sus casas. Los correos electrónicos, los chats y las videoconferencias para comunicarse rápidamente con sus colegas les permiten seguir desempeñando sus funciones sin inconveniente. Por ello, muchos empleados no volverán a la oficina incluso después de que la pandemia esté bajo control, y la necesidad de espacios de trabajo físicos y archivos en papel disminuirá. En cambio, muchas más personas trabajarán desde casa, completamente conectadas a través de sus móviles, computadoras portátiles y demás dispositivos.
- ¿Permanecerán las jornadas de trabajo de lunes a viernes de 8am a 5pm?
Estar en línea todo el tiempo también cambiará la jornada laboral típica. Dejarán de existir las jornadas laborales de ocho horas. Esto requiere que los empleados establezcan límites claros, distribuyendo su tiempo familiar, tiempo personal, tiempo libre y horas de sueño. De lo contrario, corren el riesgo de hacer sus días insoportables y una perjudicar su calidad de vida.
En otras palabras, la nueva realidad del teletrabajo ofrecerá formas creativas para formar comunidades de trabajo y relaciones más amigables con los colegas. Las horas felices virtuales, las reuniones de vídeo más cómodas y el trabajo frente a las identidades personales aumentan la capacidad de los empleados para ser camaradas y auténticos.
Pero a medida que la vida laboral de los empleados ha cambiado, también lo han hecho las propias empresas, ya que la pandemia les ha mostrado cómo operar de manera más efectiva.
- Revaluando a los trabajadores de primera línea
La pandemia ha enfatizado la importancia de los empleados de primera línea. Revirtiendo así las tendencias de las últimas décadas, cuando las empresas se enfocaron en disminuir costos y la compensación de este tipo de trabajadores.
Al inicio de la crisis sanitaria global, grandes y conocidas empresas en Estados Unidos mejoraron los salarios de estos empleados con bonos especiales o incrementos salariales. Por su parte, empleados de otras empresas, de sectores como la logística y distribución se declararon en huelga para conseguir mejores condiciones de seguridad y, al menos, un aumento salarial.
- Incremento del número de contratos temporales y de media jornada
Mientras que se han despedido millones de personas que laboraban a tiempo completo, y aún otros permanecen con contratos suspendidos parcialmente, miles de personas están siendo contratadas por grandes empresas para trabajos temporales y de media jornada. En el sector retail, por ejemplo, esto se debe al incremento de las ventas online y la necesidad del reparto de dichas mercancías a domicilio.
Si bien estos trabajos carecerán de estabilidad y beneficios, se volverán más comunes incluso una vez superada la pandemia. Las empresas marcadas por la respuesta a la crisis sanitaria serán reacias a incorporar personal a tiempo completo cuando pueden optar por roles flexibles en su lugar.
- Transformación digital inmediata
La COVID-19 está obligando a las empresas a acelerar su transformación para ser totalmente digitales a nivel mundial. Todos deberían tener acceso a la misma información para hacer su trabajo. De esta forma, se eliminarán presentaciones que cubren información conocida y permitirán que los trabajadores se concentren en resolver problemas importantes a través de reuniones online más cortas.
Dentro de los cambios en el mundo laboral dejarán de ser necesarias las largas presentaciones de PowerPoint. Las agendas estarán más enfocadas, lo que permitirá reducir drásticamente los tiempos de reunión.
- Menos gerentes y contratistas
En las últimas dos décadas, el enfoque en los sistemas y procesos para reducir los costos de planillas de los trabajadores de primera línea ha llevado a contratar más gerentes, analistas y contratistas. Con la transformación digital, las compañías necesitarán muchos menos roles de este tipo.
Los trabajos de los gerentes deben modificarse por roles de liderazgo de equipo puedan producir y asesorar. Así, los actuales gerentes de ventas se convertirán en líderes de ventas que administran cuentas clave. Con herramientas de calendario fáciles de usar y sistemas de videoconferencia, hay menos necesidad de soporte administrativo. En lugar de contratistas que hacen el trabajo de la gerencia, las compañías deberían enfrentar los desafíos a sus propios empleados que conocen el negocio mucho mejor que cualquier externo. ¿Sobrecarga de trabajo? quizá.
- Recortes en los viajes de negocios
La pandemia nos ha demostrado que no necesitamos volar a New York, México o Barcelona para gestionar, revisar o controlar nuestros negocios. Usando programas de videoconferencia como Zoom, Teams o Skype, las reuniones pueden ser igual de efectivas online. Y no tener que viajar para reunirse en persona no solo ahorra dinero a las empresas, sino que hace que sus líderes sean mucho más eficientes, al tiempo que reduce el estrés de los desplazamientos.
- Foco mayor en resultados
El papel de los líderes cambiará a una mayor atención sobre el empoderamiento de sus empleados, dándoles energía en torno a una misión común y midiendo los resultados de su trabajo. En lugar de medir los aportes de los empleados, las empresas cambiarán a resultados y métricas prospectivas como la participación de mercado y los comentarios de los clientes.
A pesar de la terrible tragedia causada por la COVID-19, esta agitación está desbloqueando la innovación ante los inminentes cambios en el mundo laboral. Estas nuevas formas de trabajar de manera más eficiente no solo cambiarán la naturaleza del lugar de trabajo, sino que harán que las empresas sean más efectivas. Las empresas que descubran cómo usar la adversidad de hoy para inventar el lugar de trabajo del mañana serán las que prosperen a largo plazo.
Costa Rica no se excluye de este torbellino moderno, mas bien debe prepararse para recibir mas empresas, fortalecer las condiciones para que muchos más “nómadas digitales” se establezcan en el país, o aumentar esa visitación. G5, carreteras, e infraestructura y adaptar los marcos legales que amparen estos cambios eminentes, es tarea aún pendiente.
El autor es socio director de Recluta Talenthunter - Costa Rica.