La situación del COVID- 19 nos ha traído muchos retos como sociedad, nos exige ser más creativos, flexibles, comprensivos, pacientes y solidarios. Nos ha permitido replantearnos y cuestionarnos acerca de aquello que es realmente importante en nuestra vida; y encontrar a través de la introspección la respuesta a muchas de nuestras inquietudes y el sentido de lo que vivimos.
También nos ha traído nuevas oportunidades de crecimiento, nos ha impulsado a encontrar diferentes metodologías de trabajo, donde la comunicación, el compromiso y la confianza se han convertido en competencias y valores fundamentales.
La digitalización se ha promovido de manera vertiginosa, ahora muchas empresas que quizá nunca se imaginaron efectuar teletrabajo, se han visto forzadas a implementarlo y esto también ha sido y sigue siendo un reto lleno de muchas y nuevas posibilidades.
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Las personas están significativamente más tiempo en sus hogares, trabajando y compartiendo con su familia. El hogar ya dejó de ser un lugar de algunas horas al día y ha pasado a ser la morada en la que trabajamos, jugamos, compartimos, cocinamos y convivimos la gran mayoría de las horas de nuestros días.
Esta combinación trabajo- familia es particularmente maravillosa e histórica, a la cual se ha aunado otro factor muy particular, específicamente el que los niños, niñas en edad escolar y adolescentes, se encuentran bajo la modalidad de telestudio implementado por las instituciones educativas.
Para las organizaciones esta es una excelente posibilidad para reconocer el gran valor que tiene la vida familiar de cada colaborador y cómo también el equilibrio entre su vida familiar y laboral puede traer sanos y positivos resultados a nivel organizacional, desde una perspectiva de responsabilidad social corporativa; convirtiéndose en un reto para la creatividad e innovación de los empresarios, directores, gerentes, líderes, de los colaboradores y para cada equipo de trabajo.
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La cuarentena por el COVID-19 nos ha generado nuevos retos como sociedad, como corporaciones y también como familias. A través del teletrabajo ha presentado la importante oportunidad de lograr una mayor convivencia y conciliación entre dos de las áreas más importantes en la vida del ser humano. Pero la pregunta ante este reto para los colaboradores y las corporaciones es, ¿cómo lograr un balance entre la vida familiar y laboral? ¿cómo lograr la eficiencia en el trabajo y además entre el rol de padres/ madres y colaboradores?
Definitivamente hay una serie de recomendaciones clave para respondernos dichas preguntas, las cuales están enfocadas en el amor y compromiso dedicado a cada área, familiar y laboral; las políticas de apoyo, la organización del tiempo, de las tareas, el esclarecimiento de roles y estar conectados bajo una visión común.
Para las corporaciones se recomienda lo siguiente:
- Mantenga una constante comunicación con los colaboradores y sus equipos de trabajo. Debe ser una retroalimentación persistente donde se identifiquen los aspectos positivos laborales; pero también las áreas de mejora, indicadas a través de estrategias e ideas claras, realistas e innovadoras. Se deben implementar métodos de evaluación y seguimiento para lograrlo.
- Genere espacios de comunicación e interacción interpersonal, donde los compañeros de equipo puedan hablar de sus labores, pero también de cómo ha sido su experiencia teletrabajando; compartiendo anécdotas de lo acontecido incluso en el ámbito familiar.
- Converse con sus colaboradores acerca de cómo se han sentido, qué nuevos retos identifican a nivel laboral e incluso personal, familiar y emocional. Además, enfatice en la importancia del descanso y la vida familiar.
- Es fundamental cambiar o reforzar paradigmas donde la comunicación afectiva y asertiva, la confianza, la solidaridad y el compromiso sean los protagonistas principales.
- Conéctese con las circunstancias familiares importantes de sus colaboradores. Promueva un modelo donde exista mayor flexibilidad y sensibilización con las necesidades familiares, particularmente en este momento cuando la interacción entre el trabajo y familia es más intensa.
A nivel de los colaboradores se recomienda:
- Converse con su familia y establezcan en conjunto las reglas de convivencia, así como los horarios para el trabajo, para el descanso y la vida familiar. Es ideal que dichos espacios sean respetados en sus debidos horarios y gestionar de la mejor manera aquellas interrupciones que se presenten.
- Organice los deberes del hogar. Los hijos y las hijas deben contribuir, eso les ayudará a desarrollar un sentido de mayor compromiso y concientización de las responsabilidades familiares. Además, incluya actividades lúdicas para fomentar la recreación, el descanso mental- emocional y el fortalecimiento del vínculo familiar.
- Para la educación y el apoyo a hijos e hijas en las tareas y clases escolares pueden establecerse roles de soporte para que alguno de los adultos, de forma alternada y asignada con anterioridad, pueda estar al pendiente para brindar el apoyo educativo necesario.
- Antes de empezar a trabajar, tome un tiempo para alistarse debidamente. Es importante tener una vestimenta presentable, esto es fundamental para la concentración, motivación e incorporación en el rol laboral.
- Recuerde que su compromiso y lealtad hacia el trabajo no se mide por el control visual y presencial de sus jefes inmediatos, sino por su responsabilidad, autodisciplina y compromiso moral; la inspiración y el cariño que dedique a sus tareas laborales.
- Antes de iniciar con la jornada diaria, agradezca por su trabajo y por su familia; eso contribuye a tomar conciencia de la grandeza y belleza que encierra cada una.
Está en nuestras manos que esta oportunidad se convierta en un provechoso proceso de metamorfosis donde podamos ser mejores personas, colaboradores, empresas, miembros de familia y seres humanos.