Definitivamente la Navidad es para muchas personas una de las épocas más importantes del año, ya que en ocasiones se cuenta con vacaciones, se puede romper la rutina, hacer cosas diferentes y dedicar tiempo para compartir con los seres queridos.
Lo cierto, es que también en muchos casos la Navidad puede propiciar algunas experiencias adversas que afectan la estabilidad mental, emocional y hasta económica de las personas.
Por ejemplo, algunos individuos experimentan estrés, pues sienten presión social por las actividades a las que deben asistir, la compra de juguetes y regalos, los variados pagos que hay que efectuar. También están los cierres laborales, lo que implica entrega de informes, rendición de cuentas, seguimiento con clientes y proveedores, facturación del periodo fiscal, entre otras más.
Adicionalmente, no se puede olvidar que seguimos estando en pandemia y que eso también causa preocupación generalizada. Además, hay quienes han perdido a un ser querido en este 2021, o bien tienen a alguien cercano en el hospital; lo que hace que la Navidad no sea tan mágica como en otros años.
Todas estas cosas suceden y produce un aumento en la experimentación de estrés, así como de ansiedad, tristeza e incertidumbre. Es posible que tengamos a alguien cerca nuestro que pueda estar viviendo estas situaciones, pero que quizá prefiere no externarlas ni comunicarlas.
Por eso, es de vital importancia que a nivel laboral, y sobre todo, en aquellas organizaciones que aún continúan laborando, se preste atención a la salud emocional de los colaboradores (as); y que también las personas elijan enfocarse en lo esencial de esta época, en el amor, el compartir, la solidaridad y disfrutar plenamente de lo que se tiene.
Si usted desea en este momento del año conectarse con lo esencial, a continuación, se presentan algunas recomendaciones:
1. No se deje agobiar y/o contagiar del estrés que pueda percibir en las calles: como se mencionó anteriormente, hay situaciones de esta época que pueden desencadenar presión, pero lo más importante es encontrar el verdadero sentido y no dejarse agobiar. No se trata de estresarnos por exigirnos hacer cosas extraordinarias y compras caras, sino buscar pequeños detalles que deseamos compartir con los demás, para hacerles sentir y recordar lo importantes que son para nosotros.
2. En muchas ocasiones el estrés proviene de que las personas se exigen comprar cosas costosas: y esto hace que no solo se experimente un “estrés emocional”, sino también “un estrés económico” e incluso que se adquieran deudas. Podemos obsequiar cosas hermosas a nuestros seres queridos, sin caer en el despilfarro. Cada ser humano da de acuerdo a sus posibilidades, parte esencial en la Navidad es la autenticidad.
3. Para quienes están en periodo de vacaciones es fundamental desconectarse del trabajo y conectarse a experiencias significativas y a los seres queridos: conectar con las personas con las que se requiere cultivar el vínculo interpersonal, como los familiares y amigos; así como dedicarse a la recreación y a la construcción de experiencias enriquecedoras. Definitivamente podemos dedicar mucho de nuestro tiempo al trabajo; por lo tanto, esta época es esencial para desconectarse del trabajo y conectarse con la familia y amigos.
4. Ahora, si usted no está de vacaciones, igualmente aproveche los espacios libres que tiene, para disfrutar y hacer actividades que le nutran emocional, mental y socialmente: pequeños espacios de compartir donde se nutran las relaciones y pueda cargarse de energía y ánimo; y donde por supuesto, usted también pueda expresar lo mucho que aprecia a sus seres queridos.
5. Permítase descansar. No se culpe por tomar tiempo para el descanso y la recreación: a quienes son muy exigentes consigo mismos, en ocasiones se les dificulta dejar su trabajo y dedicar tiempo al descanso, pero este es realmente necesario. El cerebro y el cuerpo en general funcionan mejor cuando le cuidamos y permitimos reposar. Conecte con el descanso, el autocuidado y el amor propio, libre de culpa.
6. Evite enfocarse en las redes sociales: definitivamente las redes sociales son parte de nuestra vida diaria, pero en ocasiones nos hacen vivir más hacia afuera que hacia adentro. Una de las cosas esenciales de la Navidad es conectarnos auténticamente con el momento presente, disfrutar de la película que vemos, de la cena que compartimos, de la conversación que tenemos. Escuchar con atención a las personas; admirar la belleza que hay a nuestro alrededor. Sin embargo, esto no puede ocurrir si estamos “pegados” a las redes sociales; si esto ocurre estaremos más pendientes de lo que viven los demás que de lo que estoy viviendo yo; dejando ir momentos únicos y especiales.
7. Para quienes pasan un duelo: permítanse sentir, expresar y vivir. El duelo es parte fundamental del proceso de sanación y una parte esencial de esta época es vivir con sabiduría las diferentes experiencias emocionales.
8. Recuerde mostrar gratitud: en ocasiones podemos quejarnos por no contar con todas las cosas que quisiéramos, pero es valioso agradecer por aquello que tenemos: el trabajo, la familia, la comida, el estudio, los amigos. Contemplar lo que tenemos y agradecer por ello es parte esencial de la Navidad.
9. Demuestre amor: si la Navidad tiene una característica impregnada, es el Amor. Demuestre amor, ternura y calidez a las personas con las que interactúa, e incluso a aquellas que ni siquiera conozca y que encuentre en las calles, en el barrio, centros comerciales, entre otros. No sabemos qué pueda estar pasando una persona y una sonrisa o un acto de cortesía puede marcar la diferencia en su vida.
Recuerde que está en usted vivir este tiempo conectando con lo esencial y trascendental. De esta manera, la época de Navidad se convierte en un tiempo esperanzador, de fe, amor, introspección, de crecimiento y solidaridad.
La autora es psicóloga y consultora.