La tecnología está evolucionando a un ritmo acelerado y está transformando la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. La inteligencia artificial (IA) es una de las tendencias más destacadas en este avance tecnológico, y se espera que tenga un impacto significativo en todos los aspectos de nuestras vidas en los próximos años. En ese sentido, consideramos importante comentar algunas perspectivas tecnológicas para el año 2024.
La transformación de los negocios con la IA
En el mundo empresarial, el uso de IA no es solo una tendencia, sino un cambio fundamental que está moldeando el futuro de las industrias.
La IA tiene un impacto significativo en las organizaciones, influenciando áreas que abarcan desde la producción, las cadenas de suministro y los procesos automatizados, hasta el marketing, las ventas, los recursos humanos, el desarrollo de productos, la tecnología y las experiencias del consumidor.
Para que los proyectos de IA sean exitosos, las organizaciones deben tener claro el problema que quieren resolver y estar seguros de que la inteligencia artificial es la forma de abordarlo. Es crucial comprender a fondo el problema y alinear las soluciones de IA en consecuencia. Otro aspecto fundamental es que toda implementación se realice de manera los miembros del equipo se sientan cómodos con su adopción.
Un proceso de implementación de nuevas herramientas debe considerar integralmente a los equipos y personas impactadas, de lo contrario, la resistencia al cambio, que se puede manifestar de forma directa mediante la comunicación negativa sobre el uso de la herramienta, o de forma indirecta mediante la subutilización o mala utilización de la herramienta, podría tener impactos importantes en los resultados esperados del proyecto.
Si bien algunas personas expresan preocupaciones sobre el impacto de la integración de la inteligencia artificial en la creación de empleo y el posible desplazamiento debido a la automatización, es vital reconocer que la IA tiene la capacidad de optimizar tareas rutinarias o actuar como un asistente para servicios como la preparación de borradores, la organización de datos, entre otros. La IA debe presentarse entonces como un aliado de la organización, que le permitirá a sus colaboradores dedicar más tiempo a actividades creativas y estratégicas.
Riesgos y beneficios de la IA
Una inversión modesta pero estratégicamente planificada, puede ofrecer numerosos beneficios para los negocios, entre ellos:
- La automatización de tareas repetitivas, que conlleva un aumento de productividad.
- Mejora en la toma de decisiones a través del análisis de grandes volúmenes de datos.
- Ahorro de costos mediante la optimización de operaciones y la reducción de errores manuales.
- Mejora de la ciberseguridad al identificar y responder a posibles amenazas en tiempo real.
- Experiencias personalizadas para el cliente a través del análisis de datos.
- Análisis de datos y pronóstico para identificar tendencias y patrones.
A pesar de los grandes beneficios que puede ofrecer la IA, también surgen preocupaciones sobre el mal uso que se le puede dar a esta tecnología.
El Informe de Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial, reúne las opiniones de casi 1.500 expertos, identifica a la desinformación y la información falsa generada por la inteligencia artificial como los principales riesgos a nivel global para los próximos dos años, ocupando el primer lugar en el ranking.
En los últimos años hemos visto una explosión de información falsa y contenido “sintético”, que abarca desde la generación de arte digital a través del plagio y en contra de derechos de propiedad intelectual, hasta la generación de videos falsos ultra realistas (deepfakes) y la clonación sofisticada de voz. La información falsificada podría ser utilizada diversos propósitos, pero es más preocupante en aquellos usos donde ponen en duda la institucionalidad de un país, como por ejemplo su potencial uso en la generación de videos o audios falsos como prueba en procesos judiciales, hasta la generación y exacerbación de conflictos internos y externos.
Para tratar de combatir los crecientes riesgos, el mundo tecnológico está tratando de encontrar un consenso sobre principios relacionados con la Inteligencia Artificial Responsable (Responsible Artificial Intelligence o RAI en inglés). De igual forma, algunos gobiernos están comenzando a implementar regulaciones nuevas y en evolución. La Unión Europea que aprobó preliminarmente una serie de propuestas legislativas para regular el uso de la IA con el fin de que se generen innovaciones en las que se pueda confiar.
Se espera que estas propuestas se conviertan en ley en el transcurso de este año, y que sus efectos se sientan a partir del 2025. Queda el reto de que dichas regulaciones puedan llevarle el ritmo al desarrollo y la velocidad con la que avanza la tecnología.
Preparando profesionales para el futuro
La resiliencia de un país frente a los riesgos asociados con la inteligencia artificial, desde la desinformación y la información errónea hasta el uso criminal, se fortalece significativamente mediante la educación y la inversión en tecnología.
Costa Rica ha hecho un gran esfuerzo para fomentar una fuerza laboral talentosa en tecnologías de la información e innovación, y sigue desarrollando su sistema de educación para adaptarse a los nuevos cambios. Este es un esfuerzo que debemos mantener y continuar potenciando, dado que se anticipa que los especialistas en IA y aprendizaje automático sean los puestos de trabajo de más rápido crecimiento, con un aumento del 40% (un millón de empleos) para el 2027, según el Informe sobre el Futuro de los Empleos (2023). Es igualmente importante ir planteando políticas públicas para que los desarrollos e innovaciones tecnológicas que se generen en nuestro país procuren como mínimo la protección de datos y privacidad de las personas.
Así, con una visión avanzada en educación e innovación tecnológica, Costa Rica no solo puede abordar eficazmente los desafíos planteados por la era de la inteligencia artificial, sino que también se puede perfilar como un potencial líder emergente en el campo de la innovación y las tecnologías de la información a futuro.
Nikolajs Sulima tiene un doctorado en Economía y una maestría en Computación e Informática. José Miguel Zamora es licenciado en Derecho y especialista en prevención de legitimación de capitales y financiamiento al terrorismo.