El Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias (ROP), lleva un semestre de rendimientos positivos, dejando atrás los diez meses de minusvalías producto de la escalada inflacionaria y de tasas de interés a nivel mundial y local.
A medida que avanzamos en el 2024, el entorno macroeconómico ha experimentado cambios significativos que afectan las estrategias de inversión y la gestión de portafolios. La Tasa de Política Monetaria ha continuado su tendencia a la baja, situándose en un 5,75% al cierre de enero, el tipo de cambio ha mostrado una apreciación notable, esto ofrece un panorama menos favorable para invertir en el extranjero y afecta a los fondos administrados con posiciones en moneda extranjera y denominados en colones. El Índice de Precios al Consumidor al finalizar diciembre de 2023 presentó una variación interanual y acumulada negativa, con una leve variación mensual de 0,01%.
Estos indicadores sugieren una etapa de estabilidad y control inflacionario que podría influir positivamente en la capacidad de inversión y en la valoración de activos a largo plazo. El contexto geopolítico ha añadido una capa de complejidad al panorama de inversión, con el conflicto entre Hamás e Israel, se genera volatilidad e incertidumbre.
Los rendimientos de las operadoras de pensiones han mostrado una dinámica interesante, con cifras históricamente altas en noviembre de 2023, seguido de una estabilización en diciembre y una ligera tendencia a la baja en enero de 2024. A pesar de que las cifras continúan siendo positivas, la anticipación de los mercados a las señales de la Reserva Federal (Fed) respecto a los recortes tardíos de tasas, y los últimos datos de inflación en Estados Unidos, han generado volatilidad y una tendencia bajista en el corto plazo, lo que mantiene los rendimientos del ROP en terreno positivo, pero cercanos al 0% en términos mensuales.
Si bien hay factores de riesgo como el tipo de cambio que podrían jugar a favor de los rendimientos en escenarios de depreciación, no sería de extrañar que más noticias sobre el comportamiento económico internacional y decisiones políticas impactarán las rentabilidades mensuales del ROP. No obstante, se espera que, una vez asimiladas estas noticias, la certeza sobre la dirección de la política monetaria impulse tendencias alcistas, especialmente cuando se confirmen los recortes. Hasta que esto suceda, no hay certeza de cómo reaccionarán los mercados, y esta prolongación en el recorte de tasas que tanto esperan los inversionistas, puede generar caídas en los títulos valores afectando en gran medida las inversiones de las operadoras de pensiones locales.
En este sentido, es importante analizar cómo el ROP y otros fondos de similar naturaleza en el mundo, logran mitigar estos efectos de crisis internacionales y logran adquirir rendimientos positivos en sus inversiones a pesar de coyunturas adversas.
Para conformar un portafolio que preserve y haga crecer el valor de nuestros aportes en el tiempo, las operadoras deben prestar especial atención a la interacción entre sus componentes, donde no solamente se analiza el rendimiento individual de los activos financieros (entre más alto, mejor) sino también la volatilidad de estos rendimientos, que no solo debe ser baja, sino que debe compensar la volatilidad de otros instrumentos. Es decir, no poner todos los huevos en la misma canasta, pero fundamentalmente contar con objetivos de rentabilidad a largo plazo, congruentes con la vida de los fondos.
Este análisis por componentes se condensa en la asignación estratégica de las inversiones, donde se fijan los límites a los gestores de inversión, de manera que se les guía en la forma de alcanzar los objetivos de largo plazo del fondo, así como los desvíos máximos que puedan tener para sobrellevar las volatilidades intrínsecas de los mercados financieros.
Alcanzar lo anterior puede llegar a ser complejo en mercados internacionales con mucha variedad de instrumentos y con alta liquidez, por lo que el análisis por componentes del ROP ayuda a simplificar este ejercicio, donde el portafolio se divide en segmentos según los aportes que cada uno de ellos haga en aumentar la rentabilidad y reducir la volatilidad del portafolio. Los principales componentes se suelen hacer en función de su rendimiento y riesgo (volatilidad): efectivo, deuda local en dólares y en colones, mercado accionario internacional, deuda internacional y fondos inmobiliarios.
Un análisis por componentes de un portafolio es más fácil de leer, ya que, un portafolio que sólo tenga deuda local en colones se verá afectado principalmente por las tasas de interés en esa moneda. En contraposición un portafolio que tenga, además de la deuda local en colones, deuda internacional, podrá explicar sus resultados a partir de tres factores: las tasas en colones, las tasas internacionales, y el tipo de cambio.
Podemos saber, además, que hay una relación directa entre los montos invertidos en cada tipo de activo y el impacto que los factores tendrán sobre el resultado. Si este último portafolio tuviera sólo un 5% de inversión internacional, una caída en el tipo de cambio sólo impactará ese 5%, y tendría poca importancia en los resultados, pero si la inversión internacional fuera de 80% del total, una caída en el tipo de cambio resultaría en una minusvalía significativa, en sentido contrario un movimiento al alza derivaría en una plusvalía.
Debemos tener claro que un portafolio de inversión bien construido y con buena gestión de riesgo debe asignar su activo de forma que no exista una exposición desproporcionada a ninguno de los factores de riesgo, pero que al mismo tiempo le permita aprovechar el beneficio de mejoras en valoración e incluso superar tormentas perfectas como las del 2022 en pocos meses.
El haber pasado con éxito la reciente crisis, deja de manifiesto que caídas temporales de corto plazo pueden revestir menor importancia en fondos que buscan maximizar nuestra pensión en el largo plazo. Por lo tanto, el énfasis es enforcarnos en lo que puede pasar más adelante. El análisis por componentes permite este enfoque prospectivo, especialmente relevante a la hora de elegir nuestra operadora.
El autor es el director de la División de Supervisión de Riesgos de la Superintendencia de Pensiones.
Debemos tener claro que un portafolio de inversión bien construido y con buena gestión de riesgo debe asignar su activo de forma que no exista una exposición desproporcionada a ninguno de los factores de riesgo”.