Cuando no se examina en detalle las áreas de una compañía, se está ante un panorama desconocido y lejano a la realidad del negocio. El físico y matemático británico William Thomson Kelvin, nos dice que “lo que no se mide, no se puede mejorar”, frase que se podría complementar indicando que sin medición tampoco se puede prevenir. Este es el objetivo primordial de las revisiones de cumplimiento en las empresas.
Así mismo, a nivel empresarial, una compañía exitosa sabe anticipar y busca como prevenir y disminuir riesgos para su negocio u operación, mismos que podrían afectar la salud financiera y que podrían traer consecuencias a sus operaciones. En este contexto, solo con estas revisiones se obtendrá la información clave para realizar modificaciones y tomar mejores decisiones.
En el ámbito del comercio exterior, hay numerosas obligaciones de cumplimiento de las operaciones, tales como registro de documentación e información, tiempos de transmisión, control de las mercancías, entre otros y con la entrada en vigor de la reforma a la Ley General de Aduanas, las empresas se exponen a multas de hasta $5.000 por concepto de incumplimiento de alguna de estas directrices.
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Es así como todas las empresas que realizan estas operaciones de comercio exterior deberían establecer como práctica periódica revisiones de cumplimiento, al menos cada dos años, para poder justamente anticipar y prevenir cualquier situación y que con ello, la operación reduzca el riesgo de ser sujeta a multas y sanciones cuantiosas. Del mismo modo, así como en el área fiscal, las empresas obligadas por ley realizan revisiones cada período, también se debería adoptar y ampliar estas revisiones al ámbito aduanero.
Especialmente, esta práctica debe ser ampliada a los auxiliares de la función pública aduanera, como zonas francas, depósitos fiscales y agencias de aduanas, independientemente de su categoría que deben cumplir con la legislación y regulación aduanera, y se exponen a multas, sanciones, procesos, incluso hasta la suspensión y/o cierre de sus operaciones.
Es preciso mencionar el contexto actual de las administraciones aduaneras, las cuales se están modernizando e implementando medidas de facilitación del comercio que vienen acompañadas de mecanismos más ágiles y simplificados para el control del comercio por las aduanas. Aspectos como lo son: controles cruzados, trabajo conjunto entre las distintas jurisdicciones, implementación de tecnologías, incluso reformas legislativas, apuntan a revisiones más profundas y a consecuencias más severas para los actores de comercio, lo que resulta en la necesidad de medir los estándares de cumplimiento para poder anticipar y prevenir potenciales contingencias y tener certeza de que las operaciones se encuentran en cumplimiento con las obligaciones.
En una encuesta realizada por EY en julio del 2023 a 1.200 directores ejecutivos de diversas empresas en todo el mundo, se dio a conocer las diferentes perspectivas de estos líderes sobre los riesgos que podrían impactar sus empresas en los próximos 12 meses. En los resultados de esta encuesta se determinó que el 22% de los empresarios entrevistados consideran que los riesgos asociados al incumplimiento de regulaciones podrían impactar de manera muy significativa el desempeño de su negocio. El 32% considera que el impacto será significativo, 28% moderado, 12% mínimo y solo el 6% considera que no representa ningún riesgo.
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Dicho esto, es claro que el incumplimiento a las diferentes normativas, dentro de ellas las aduaneras, continúan siendo una preocupación de los altos directivos y se traduce en la necesidad de que las empresas inviertan mayores recursos en anticipar y prevenir este tipo de situaciones.
A partir de lo anterior, resulta imperativo que las empresas repliquen los estándares de cumplimiento en todas las áreas de la compañía, sin dejar de lado áreas de aduanas, logística y/o comercio internacional.
En este sentido, la importancia de las revisiones de cumplimiento radica en su capacidad para proporcionar una visión integral del estado de la empresa, incluyendo áreas críticas como el comercio exterior. Estas revisiones no solo permiten detectar posibles incumplimientos normativos, sino que también brindan la oportunidad de implementar medidas preventivas para mitigar riesgos. Al adoptar una cultura organizacional que valore la medición y la anticipación, las empresas pueden fortalecer su posición competitiva y evitar costosos errores que puedan afectar su reputación y operatividad.
Además, la evolución de las administraciones aduaneras hacia sistemas más modernos y eficientes implica la necesidad de que las empresas se adapten y mantengan un alto estándar de cumplimiento. Este cambio de paradigma no solo requiere de una actualización constante de los procesos internos, sino también de una mayor inversión en recursos humanos y tecnológicos. Es esencial que las empresas reconozcan la importancia estratégica de las revisiones de cumplimiento en el contexto actual, donde los riesgos asociados al incumplimiento normativo pueden tener un impacto significativo en el desempeño y la reputación de la organización a nivel global.
* Los autores son especialistas en aduanas y comercio exterior de EY