Emprender un negocio suele venir acompañado de muchos sacrificios, noches sin dormir y jornadas extenuantes de trabajo.
En el caso de las mujeres latinoamericanas, emprender trae implícito un reto aún mayor. Así se desprende de un estudio realizado en el 2018 por el Incae, en 15 países de América Latina.
Según dicho estudio, la discriminación de género en las sociedades de América Latina reduce considerablemente la participación de las mujeres en el desarrollo de nuevos negocios y, por tanto, condiciona las posibilidades de progreso profesional y limita las oportunidades de desarrollo para sus familias.
En este mismo estudio, se recopilaron las siguientes cifras sobre el perfil de las mujeres emprendedoras latinoamericanas, el cual fue comparado con el perfil de hombres quienes también son emprendedores. Estos fueron los resultados:
Además, según el estudio, el 50,6% de las encuestadas no considera que los hombres y mujeres tienen igualdad de oportunidades para emprender.
Al respecto, algunas emprendedoras costarricenses consultadas para este artículo manejan criterios diversos sobre este tema. Mientras que algunas afirman que sí han afrontado obstáculos, otras no sienten que hayan experimentado un trato distinto por su género.
No obstante, reconocen que el tipo de negocio, ambiente en el que se mueven, la educación y la realidad de vida de cada una también influye en su criterio en este tema.
“En mi caso, realmente no creo que afronte más retos por ser una mujer empresaria,
considero que es igual para todos los emprendedores. Lo que existe y pasa en el país es que hay poco apoyo por parte del Gobierno en general para el sector productivo. Hay pocos beneficios, impuestos muy altos y poca agilidad en los trámites, lo cual hace más difícil el desempeño diario”, opina Stella Peralta, quien mediante su marca Trash produce accesorios de uso diario utilizando bolsas de plástico y lonas recicladas.
Para Shirley Herrera, propietaria de Shir’s Cups & Cakes, ser mujer emprendedora sí ha representado un cambio importante para ella y su familia, pues todo esto le ha traído mayores retos y obligaciones. “Es importante recalcar que antes de ofrecer mis productos, se pasa una etapa muy difícil, que consiste en obtener los fondos necesarios para que la operación de emprendedurismo inicie sus primeros pasos”, comenta.
Para Alejandra Chavarría, comunicadora, abogada y directora general de Brújula Comunicación Estratégica, agencia de Relaciones Públicas, los roles tradicionales del hombre y la mujer no se escapan del ámbito de los negocios.
Pese a ello, la comunicadora, quien este año cumple 15 años al frente de su empresa de comunicación, reconoce que, afortunadamente, en su caso han sido las menos las ocasiones en que se ha visto en situaciones como estas.
En el caso de Jessica Ortiz y Krissya Maykall, propietarias del restaurante La Hacienda Mexicana, ser mujeres emprendedoras les ha planteado retos importantes, especialmente en un ambiente altamente competitivo como lo es el gastronómico.
“Hemos experimentado muchos retos, primero que todo, luchar siendo madres solteras. Otro reto ha sido la inversión en cuanto a tiempo, que se traduce en jornadas diarias de 14 horas al día”, explica Maykall.
Al respecto, Diego Benítez, director de Empodérate, empresa dedicada a la asesoría de empresas, opina que las mujeres deben aprovechar sus ventajas y habilidades y potencializarlas. Por ejemplo: la organización, la planificación y la especial atención que ponen en detalles, los cuales hacen la diferencia en un negocio.
No obstante, en su experiencia, considera que estas habilidades se ven diezmadas en algunas ocasiones por los temores. “Muchas de ellas (de las emprendedoras) se encuentren con miedos que las limitan a seguir adelante con su idea de negocio, o en otros casos, no confían en sus capacidades”, añade.
Por su parte, Irene Jara, asesora de imagen, y quien ha trabajado en diferentes proyectos con mujeres emprendedoras del país, con el objetivo de fortalecer la imagen de estas, opina que todavía hay muchos aspectos que se deben cambiar, tanto en el pensamiento de hombres como el de las mujeres, quienes deben creer primero en el valor de lo que hacen para después irlo a vender a otros.
“Nosotras hemos evolucionado a un ritmo donde los hombres no nos estaban considerando o donde no estaban preparados para que llegaramos. Sí salimos a la calle a trabajar y sí estamos emprendiendo, pero la realidad es que muchas mujeres tienen que llegar a la casa para continuar con su ‘rol social’. Algunas se sienten agradecidas porque sus maridos les ayudan, pero lo cierto es que el compromiso de tener una familia tiene que ser de 50% y 50%”, expone Jara.
Abrirse puertas
Si bien, es cierto, el reto de género es una realidad en los emprendimientos latinoamericanos, existen formas de luchar por cristalizar los proyectos.
Por ejemplo, en cuanto al tema económico, uno de los principales retos al abrir un negocio, el mercado ofrece apoyo económico dirigido específicamente a mujeres emprendedoras.
Tal es el caso de Fundecooperación para el Desarrollo Sostenible, organización que cuenta con una línea de crédito denominada Equidad de Género. Este producto está dirigido a mujeres empresarias, mujeres jóvenes, madres y jefas de hogar, sin importar su condición social o grado de escolaridad.
Las mujeres pueden optar por el 100% del crédito para capital de trabajo o inversión en la compra de equipo, vehículos de trabajo, remodelaciones o refundición de deudas. Los montos de los préstamos van desde ₡500.000 hasta ₡75 millones, explica Kattia Rojas Méndez, coordinadora de mercadeo de Fundecooperación.
Según Rojas, más del 40% de la cartera de sus créditos se compone de mujeres empresarias. De ellas, 20% son jefas de hogar y 10% emprendedoras.
Usted puede optar por este apoyo financiero sea que tenga un negocio debidamente conformado, o bien, que tenga un proyecto que desee poner en marcha.
Consejos para mujeres emprendedoras
Si usted tiene un emprendimiento o está en la gestación de uno, existen una serie de buenas prácticas que le ayudarán a potenciar su idea.
La comunicadora Alejandra Chavarría aconseja a otras emprendedoras acceder a todas las capacitaciones que hayan disponibles, especialmente a las que son gratuitas, así como actividades de networking (reuniones entre profesionales y emprendedoras para hablar sobre ideas de negocios) para mujeres que deseen tener su propia empresa o que les da miedo dar el salto.
“Adicionalmente, existen grupos de mujeres emprendedoras que se reúnen y apoyan entre sí para compartir experiencias y testimonios que nos ayudan a empoderarnos para no abandonar nuestros sueños cuando aparecen los obstáculos. Busque esos grupos e intégrese”, recomienda Madrigal.
Adicionalmente, Diego Benítez, director de Empoderarte, brinda los siguientes consejos:
- Descubrir las habilidades y puntos fuertes de cada una para potencializarlas en los negocios para generar beneficios.
- Definir cuánto tiempo va a dedicarle al emprendimiento, de manera que logre un equilibrio con todas las otras facetas de mujer.
- Buscar asesoría y capacitación.
- Finalmente, disfrute el proceso y siéntase muy orgullosa del camino recorrido.