Cuando una persona se lanza a emprender por primera vez, es frecuente que se pregunte si de verdad tendrá madera de emprendedor, cuando quizá nunca antes en su vida le había pasado por la mente lanzarse a tener su propio negocio.
Es cierto: muchas personas vienen con la semilla del emprendimiento, bien por iniciativa propia o porque nacieron en familias que lo son y les inculcaron esta cultura. Pero un buen emprendedor también se puede formar al atravesar por circunstancias adversas, como despidos, una incapacidad permanente o una emergencia familiar que despierten el espíritu de hacerlo, explica Ana Alfaro, fundadora de You Pura Vida y mentora de emprendedores.
Sin embargo, para ser un bueno en esto lo principal es que usted crea en sus talentos y en su idea de negocio, ya que en el camino podrá encontrarse con muchos “No” por respuesta, los cuales pueden venir de familiares, amigos, clientes e instituciones que tal vez no crean en su proyecto.
Por otra parte, para determinar si usted será un buen emprendedor, analice si cumple con estas aptitudes o si considera que puede trabajar en ellas para desarrollarlas:
-Perseverancia
-Pasión por lo que hace
-Sentido de innovación
-Proactividad
-Nivel de compromiso elevado
-Honestidad
-Puntualidad
-Orden y disciplina
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Un deseo personal
Emprender se ha puesto de moda, y quizá usted sienta que debe hacerlo porque otros lo hacen o porque la situación económica del país es abrumadora. Sin embargo, este debe ser un deseo personal. “Primero, debo explorar mis talentos para ponerlos al servicio de otros. Mi enfoque debe ser el de buscar soluciones y de servir. El dinero y el éxito vendrán por añadidura si hago las cosas bien”, opina Alfaro.
Si determinó que esto si es para usted, comience a vencer los miedos que habitualmente se presentan al tomar decisiones de este calibre.
“La única forma de vencer un miedo es actuando a pesar de él. No sabremos si una idea será exitosa hasta ponerla en práctica”, aconseja la asesora.
Si aún no se siente cómodo con lanzarse al mundo de los negocios, puede comenzar por buscar la información necesaria, capacitarse en los temas en los que considere necesarios y poner a prueba su idea en una pequeña escala, para que se sienta más seguro.
No obstante tome en cuenta que siempre existirán riesgos al desarrollar una idea de negocio. Si bien, estos se pueden calcular, esto no exime de que no vayan a ocurrir y es importante que usted lo tenga claro.
Si su caso es que emprendió y los resultados no fueron los que esperaba, pregúntese si no funcionó porque lo hizo por los motivos incorrectos.
También conviene hacer un repaso de las cosas que fallaron, si faltó información, si el problema fueron las ventas, si hubo desorden en las finanzas del establecimiento o cualquier otro motivo que le ayude a esclarecer lo ocurrido para que no vuelva a suceder en futuros emprendimientos.
Finalmente, tome en cuenta que adaptarse al entorno, a los cambios y tener una cultura innovadora también pueden hacer la diferencia al alcanzar el éxito en los negocios.