Un grupo de 34 mujeres caficultoras de las faldas del Volcán Poás y alrededores de Grecia y asociadas a Coopevictoria R.L., cultivan, recolectan y lanzan la marca Café Esencia de Mujer, con un producto de calidad de exportación cultivado en el Valle Occidental desde los 800 y hasta 1400 metros sobre el nivel del mar.
De acuerdo con el Instituto del Café de Costa Rica (Icafe), el grano de esta zona cafetalera se caracteriza por poseer sabores con notas achocolatadas.
El Icafe sitúa a la zona cafetalera de Occidente (entre San Ramón, Naranjo, Grecia, Atenas, Valverde Vega y Alfaro Ruiz, en Alajuela) como una de las regiones más complejas en la producción de café de alta calidad, gracias a sus microclimas y a la recolección de café maduro en época de verano.
El grano que acá se cultiva proviene de suelos volcánicos excepcionalmente aptos y laderas de la Cordillera Central.
La marca Café Esencia de Mujer se podrá encontrar en los supermercados de Grecia, Poás, Alajuela y en la Zona Norte, además en las oficinas centrales de Coopevictoria y Cafetería Victoria. También se analiza colocar el producto en cadenas de supermercados a nivel nacional.
“El proyecto de lanzar un café 100% cultivado y recolectado por mujeres nació en el 2020″, dijo Vanessa Quesada, asociada a la cooperativa y líder del proyecto. “El año anterior realizamos la primera exportación a Corea del Sur”.
Este año realizarán la segunda exportación de 150 quintales (lograron cerrar la venta a un precio superior a los $300 el quintal) a ese país asiático.
Oscar Zúñiga, gerente de Coopevictoria, destacó que Café Esencia de Mujer es el resultado de un proceso de acompañamiento, capacitación y consolidación del proyecto Café Mujer, iniciativa enfocada en el desarrollo empresarial y familiar de productoras de café.
La iniciativa se produce en momentos en los cuales se recalca la necesidad de impulsar a las mujeres a aprovechar las oportunidades creadas por la transición de las economías, la sostenibilidad y la generación de empresas a cero emisiones netas de carbono, en un contexto de afectación del empleo debido a la crisis creada por la pandemia de COVID-19, que retrasó al menos dos años el progreso hacia la igualdad de género en el trabajo.
El Women in Work Index de la firma PwC evaluó los resultados laborales de las mujeres en 33 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), a la cual pertenece Costa Rica.
El reporte alertó que, después de una década de avances lentos pero constantes de las mujeres en el trabajo, el índice cayó por primera vez en su historia debido al mayor desempleo femenino y las menores tasas de participación femenina durante lo más difícil de la pandemia.
El Índice estima una “brecha de COVID-19″, que compara las pérdidas de empleo con el crecimiento del empleo proyectado antes de la pandemia, y encontró que había 5,1 millones más de mujeres desempleadas y 5,2 millones menos de mujeres participando en el mercado laboral si no hubiera ocurrido la pandemia.
Las responsabilidades del cuidado de los niños y el trabajo doméstico desempeñaron un papel importante en el hecho de que las mujeres abandonaran la fuerza laboral.
Un informe de la misma OCDE, sobre las desigualdades de género en el cuidado y los resultados del mercado laboral durante la COVID-19, muestra que las mujeres asumieron más responsabilidades no remuneradas en el cuidado de los niños durante la pandemia, lo que provocó que abandonaran la fuerza laboral a un ritmo más alto que los hombres.
“La pandemia de COVID-19 ha hecho que el objetivo de la igualdad de género para las mujeres en el trabajo sea un desafío aún mayor”, comentó Larice Stielow, economista sénior de PwC del Reino Unido.
La especialista indicó que para revertir el retroceso se necesita que los gobiernos y las empresas abran el camino reconstruyendo las economías con políticas efectivas que consideren explícitamente las necesidades de las mujeres y otros grupos desfavorecidos. “Esto es fundamental si queremos mejorar la igualdad y lograr un futuro más justo para todos, tanto en el trabajo como en la sociedad”, insistió Stielow.
Indicadores
El Women in Work Index de PwC se basa en cinco indicadores que reflejan la participación de las mujeres en el mercado laboral mundial y la igualdad en el lugar de trabajo.
Dado el lento progreso de los últimos 10 años en cada uno de los cinco indicadores, y el terreno perdido debido a la pandemia, se estima que llevará años —y en algunos casos décadas— para cerrar las brechas y lograr la paridad de género entre mujeres y hombres en el trabajo.
El informe encontró que:
—Se necesitarán 33 años para igualar la tasa actual de participación de las mujeres en la fuerza laboral del 80% de los hombres.
—Se necesitarán 30 años para cerrar la brecha en la tasa de participación de la fuerza laboral de mujeres a hombres.
—Se necesitarán 9 años para que el desempleo femenino descienda e iguale la tasa actual de desempleo de los hombres.
—Se necesitarán 67 años para que la tasa de empleo femenino a tiempo completo se incremente e iguale la proporción actual de empleados varones en empleo a tiempo completo.
—Se necesitarán 63 años para aumentar la remuneración que reciben las mujeres e igualar la que obtienen los hombres (brecha salarial de género).
PwC indicó que se requiere una acción política eficaz para lograr una mayor igualdad con opciones de trabajo más flexibles que aborden las desigualdades de género subyacentes en el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado.
Aún más crítica será la necesidad de que el gobierno y las empresas apoyen a las mujeres para que se beneficien de las oportunidades creadas por la transición de las economías. “La próxima década de trabajo estará determinada en gran medida por la transición de las economías a cero emisiones netas de carbono”, sostiene PwC.
La firma indicó que la transición a cero emisiones netas de carbono aumentará los empleos en general y en 15 de los 20 sectores en las economías de la OCDE en 2030.
Las mayores ganancias proporcionales en puestos de trabajo se producirán en los servicios públicos, la construcción y la manufactura, donde hay menor participación de las mujeres. Estos sectores emplean actualmente a casi un tercio de la fuerza laboral masculina en toda la OCDE, en comparación con solo el 11% de la fuerza laboral femenina.
Si no se hace nada para mejorar la representación de las mujeres en estos sectores, PwC estima que la brecha de empleo entre hombres y mujeres, expresado como porcentaje del número de mujeres empleadas, aumentará 1,7 puntos porcentuales para 2030 (pasando de casi 21% del 2020 al poco más de 22% en 2030).
“Las empresas y los gobiernos pueden hacer más para brindar apoyo específico a las mujeres para ayudarlas a aprovechar los nuevos empleos verdes. Esto incluye identificar las barreras de entrada para las mujeres en los sectores de crecimiento verde, el upskilling y la recapacitación y mejorando el acceso a financiamientos para mujeres emprendedoras que desempeñan un rol importante en la transición a cero emisiones netas de carbono”, indicó Emma Cox, líder global de clima y socia de PwC en Reino Unido.
La firma recalcó que los frutos de acelerar el proceso hacia la equidad de género pueden ser significativos. El análisis de PwC encuentra que aumentando el empleo de las mujeres se puede impulsar el producto interno bruto de las economías de la OECD por $6 billones por año.
Y cerrar la brecha salarial de género aumentaría las ganancias de las mujeres a través del OECD por $3 billones por año.
Otras oportunidades
Café Esencia Mujer es un proyecto impulsado desde el área comercial de CoopeVictoria desde setiembre del 2020 con el objetivo de realzar la labor que realizan las mujeres productoras, trabajadoras del hogar y dueñas de sus fincas.
El primer embarque a Corea del Sur se realizó en mayo de 2021, luego de identificar a las mujeres asociadas que cumplen con el perfil del proyecto y en especial el requisito de que sean ellas quienes estén a cargo de sus fincas.
El proyecto se implementó en alianza con la organización Bean Voyage para la capacitación en temas relacionados con la administración de sus fincas y productividad.
Las oportunidades para las mujeres en emprendimientos con potencial de crecimiento pueden generarse también a través de modelos como las franquicias, como propone Kumon.
Esta franquicia resaltó que datos de la Cámara de Comercio de Costa Rica muestran que la mayoría de nuevas franquicias que entran en funcionamiento son creadas por pequeñas y medianas empresas nacidas del emprendimiento femenino.
La misma Kumon, una franquicia en el campo educativo, afirma que nueve de cada 10 personas franquiciadoras en Centroamérica y México son mujeres. En Costa Rica, destacó la firma, el primer centro Kumon está a cargo de la arquitecta Melania Baltodano.
La empresa está enfocada en incrementar sus operaciones en Costa Rica, abriendo al menos cuatro centros de aprendizaje más en las zonas de Heredia, Alajuela y Curridabat.
Para obtener una franquicia de Kumon, aparte de los requerimientos de idoneidad, se requiere un capital de inversión de entre $25.000 y $30.000.
La firma indicó que, según datos de la Cámara Nacional de Franquicias de Costa Rica (CENAF), esa inversión estaría por debajo del promedio de franquicias internacionales (de $100.000 a $250.000).
Daniela Rosales, gerente senior de Kumon México y Centroamérica, afirmó que la franquicia es un negocio que da la posibilidad de balancear el trabajo con otras responsabilidades, pues es muy importante que las mujeres sientan que hay una posibilidad de desarrollo profesional sin tener que sacrificar otros ámbitos de su vida.
“Kumon es una marca comprometida con impulsar a las mujeres y brindarles la oportunidad de tener su propio negocio”, recalcó Rosales