Las empresas de todos los tamaños, ingresos y sectores están bajo la presión constante por innovar, evolucionar y transformarse de cara a un mercado más digitalizado.
Para estar en sintonía con esas demandas de la industria, muy especialmente las micro y pequeñas empresas deben ejercer el pensamiento crítico o critical thinking por cuenta propia, fomentar la cultura de lo diferente y tener apertura (tolerancia) al error.
Se parte de que las empresas exitosas son persistentes y se caracterizan por la “calidad de su pensamiento”: por no dar nada por sentado pensando que todo está bien o que no puede hacerse nada.
El pensamiento crítico o critical thinking se complementa con el design thinking, donde este último se enfoca en desarrollar un diseño de productos y servicios centrados en el cliente.
LEA MÁS: Conozca qué es el 'design thinking'
A la hora de la utilizarlo tenga en cuenta lo siguiente:
Qué es
El pensamiento crítico es un proceso enfocado en examinar las situaciones (problemas y oportunidades) que se enfrentan en la empresa, rompiendo el esquema de pensamiento propio.
El objetivo es generar soluciones creativas haciendo a un lado creencias, prejuicios, preconceptos y paradigmas (“Siempre lo hemos hecho así”) personales, en la empresa y en la industria.
Incorpore diversos puntos críticos (de colaboradores, clientes, suyos) para expresarlos en forma asertiva (positiva), canalizarlos y pensar en las soluciones.
El critical thinking implica la habilidad para analizar, reflexionar, formular preguntas, verificar las fuentes de información, definir, decidir, explicar y actuar.
Tómese su tiempo
Haga una pausa una o dos veces al día, como parte de su rutina y de su estrategia, y piense de forma crítica en las situaciones y cambios que debe implementar en su empresa.
¿Todo está funcionando a la perfección o en los límites de lo normal? Seguramente que siempre habrán oportunidades de mejoras y situaciones que deben ser atendidas.
Puede establecer sesiones periódicas con sus colaboradores para identificar situaciones y sus soluciones.
Anote las ideas que vayan surgiendo en cualquier otro momento. No las deje para apuntarlas en otro momento porque se le olvidarán.
Pregunte
Promueva la reflexión con preguntas abiertas, imágenes, fotos y soluciones ya implementadas de forma que los colaboradores y Usted cuestionen todo.
Contraste noticias actuales, documentos y sitios web de su industria o sector, o de su región, y póngalos a discusión con otros y con sus colaboradores.
Analice
Obtenga visiones alternativas de cada opción de solución, yendo más allá de los datos y la información obtenidas.
No deje que la falta de tiempo de su rutina la consume.
Luego de identificar las situaciones y oportunidades analice las opciones, cuestione cada una de ellas y pruebe la que parece mejor.
Las alternativas deben ser expresadas con claridad, para evitar confusiones; ser coherentes y consistentes con la realidad del momento; que se ajuste a los conocimientos y recursos disponibles; y deben ser bien analizadas, con sus pros y sus contras.
Actúe
Cuando tiene una lista de soluciones priorice, escriba lo opuesto de cada una y descarte las que no tienen factibilidad.
Sea consciente de hacia cuáles soluciones se inclina emocionalmente, por costumbre o por prejuicios.
Cuando tenga claridad sobre cada una, decida el momento de implementarla. Anote cuáles son las acciones para empezar a hacerla realidad.
Agende esas acciones y empiece lo más pronto posible.