Las empresas deben desarrollar y fortalecer su relación con los clientes, con los proveedores y también con las comunidades en las cuales se encuentra a través de programas de responsabilidad social empresarial (RSE).
Los proyectos de RSE puede ser en distintas áreas: capacitación de personas de la comunidad, ambiente, educación digital de menores de edad, personas de tercera edad u otras que requieren habilidades tecnológicas, preparación ante desastres u otras. Este tipo de iniciativas ayudan tanto en una mejor relación con los vecinos como en la identificación de los colaboradores con la empresa.
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“Estamos en un momento donde más que preguntar si hacerlo o no, lo que hay que hacer es definir una estrategia”, dijo Paula Sánchez, gerente de recursos humanos de Matra. “Al transmitir conectar con la comunidad se crea un vínculo interno del personal, que siente la satisfacción de poder contribuir”.
Matra, por ejemplo, tiene un programa desde 2017 llamado Motor de Oportunidades, el cual en su sétima generación tuvo recientemente una graduación de siete hombres y una mujer, en edades entre los 20 y los 36 años, como operadores de montacargas. Cada uno fue beneficiario de una beca completa de $5.400 que incluye la capacitación teórica y práctica para que posteriormente se puedan incorporar al mercado laboral en un corto plazo.
Los programas de RSE permiten a la empresa trascender, generar ventajas competitivas y elevar su rentabilidad.
Para saber a cuál área enfocar el programa de RSE se deben determinar las necesidades de la comunidad. Por ejemplo, Matra identificó que en las comunidades actualmente —debido a la pandemia— hay necesidades de empleo.
El segundo paso es sondear o precisar qué se requiere con más urgencia o de forma prioritaria. En ese caso, se vio que las personas requerían desarrollo de habilidades técnicas y blandas para posicionarse cuando iban a solicitar empleo.
El tercer paso es conversar con la comunidad, a través de sus líderes, qué se podría hacer y, de acuerdo a los recursos disponibles, diseñar cuáles actividades se podrían desarrollar, todo enmarcado en la estrategia de RSE de la empresa.
Puede que se requiera generar voluntariado en la empresa para que los colaboradores brinden cursos, dirijan grupos comunales para siembra de árboles o limpieza de ríos, o para recolección de víveres para damnificados.
El programa de RSE debe incluir a toda la empresa mediante el alineamiento de los planes y actividades de cada unidad.
“El principio es ganar-ganar. La comunidad recibe conocimiento técnico y de habilidades blandas. Los colaboradores reciben conexión emocional con la empresa e integración con el objetivo estratégico de la empresa”, recalcó Sánchez.
Más ejemplos
Las iniciativas de RSE son variadas y las grandes empresas, marcas locales o globales, y asociaciones empresariales dan algunos ejemplos.
A nivel internacional, Master Card realiza proyectos para inclusión financiera, en comunidades marginadas, ambientales (reducción de emisiones, bono de sostenibilidad, reforestación y productos sustentables) y de la formación de mujeres jóvenes y niñas en capacidades técnicas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (STEM), entre otros.
En Costa Rica la Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED) promueve acciones en ambiente, comunidades y ciudades resilientes, derechos humanos, economía circular y gobernanza para la sostenibilidad, entre otros.
Por ejemplo, en comunidades y ciudades resilientes se enfoca en estrategias para mejorar la gestión del riesgo ante desastres, tanto en la empresa como en su comunidad, lo que incluye acciones en gestión del riesgo ante desastres, voluntariado y relacionamiento con la comunidad.
Recientemente Ford Centroamérica y Caribe anunció la convocatoria para el programa Donativos Ambientales Ford 2021, que lleva 20 años de impular iniciativas de sustentabilidad a través de la aportación de fondos a proyectos comunitarios que impactan positivamente el medioambiente. El programa distribuirá $50.000 entre los ganadores y se enfocará en iniciativas que contribuyan de manera explícita a los Objetivos de Desarrollo Sostenible identificados por las Naciones Unidas.
Los proponentes tienen hasta el 13 de agosto para inscribir sus proyectos a través del sitio web DonativosAmbientalesFord.com, donde además tendrán acceso a más detalles sobre el programa, incluidas las reglas y condiciones.
En el 2020 se apoyaron tres proyectos locales: uno de conservación comunitaria de manglares a través del Programa de Carbono Azul Comunitaria; otro de la conservación de tortugas marinas en Playa Pacuare; y el tercero enfocado en la educación ambiental y agricultura regenerativa como respuesta para el desarrollo sostenible en tiempos de covid-19.
Otra iniciativa es la de Ad Astra Servicios Energéticos y Ambientales, subsidiaria costarricense de Ad Astra Rocket Company y liderada por el ingeniero y stronauta Franklin Chang Díaz, y la firma Sailcargo Inc. que impulsan la campaña Hidrógeno para el Mar, cuyo objetivo es demostrar las aplicaciones y oportunidades del hidrógeno en la industria del transporte marítimo.
Cada empresa desarrolla un programa de acuerdo a su actividad y recursos. ¿Cuál puede ser el programa de su empresa en su localidad?