¿Sus clientes son turistas atraídos por la naturaleza de Costa Rica? ¿O empieza a notar que las personas que compran en su tienda o taller preguntan cada vez más por productos orgánicos, empaques amigables con el ambiente y programas de reciclaje en su empresa?
El crecimiento de los consumidores ecológicamente conscientes lleva a las empresas de todo el mundo a adaptarse, mediante la comercialización de sus bienes y servicios respetuosos con el medio ambiente y programas de responsabilidad social corporativa. ¿Cómo lo demuestran?
Para ampliar y comprobar sus compromisos las empresas también se están certificando en materia ambiental. El problema es el costo de los procesos de certificación. Hay dos alternativas, sin embargo: la Friend of the Sea (FoS) y la Friend of the Earth (FoE) desarrolladas por la Organización Mundial de Sostenibilidad (WSO, por sus siglas en inglés).
“Las certificaciones son un medio para que las empresas legitimen sus afirmaciones respetuosas con el medio ambiente”, enfatizó Sean Lewis, asesor de difusión de medios internacionales para WSO. “Proporcionan una herramienta para una información perfecta que permite una elección informada para los consumidores que exigen compras respetuosas con el medio ambiente”.
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La mayor demanda de productos, servicios y procesos amigables con el ambiente se viene produciendo desde hace años. En mercados como Estados Unidos las ventas de alimentos orgánicos aumentaron de $3.700 millones a $47.000 millones en solo un año: de 2015 a 2016, según la WSO.
Incluir la palabra “verde” en los productos influye significativamente en las decisiones de compra de los consumidores, en particular entre los consumidores jóvenes.
Y una imagen verde atrae a clientes que inicialmente no se identificaron como pro-ambientales, pero después comenzaron a optar por alternativas ecológicas.
Beneficios
Más allá de ser una comprobación y del cumplimiento de prácticas ambientales en las empresas, las certificaciones generan otras oportunidades:
—Las certificaciones también brindan oportunidades de negocio para la diversificación de productos, la generación de valor, el impulso de la demanda de productos, la ampliación de los márgenes de beneficio y el aumento de la cuota de mercado
—Las certificaciones generan una mayor eficiencia de los recursos y menores costos de producción a través del reciclaje, la eficiencia energética y los procesos de economía circular.
—Las certificaciones permiten la expansión de la cuota de mercado mediante la implementación de estrategias de mercadeo y el mejoramiento de la imagen de la empresa.
—Un menor costo, complementado por un mayor tamaño del mercado, da a las empresas ventajas competitivas en sus industrias.
—Los procesos de producción verde únicos e innovadores permiten a las empresas disfrutar de “ventajas técnicas de primer movimiento” en industrias que inicialmente se estaban quedando atrás, siendo colocadas como líderes de la industria.
—Las ganancias financieras a largo plazo, derivadas de la certificación, son un fuerte incentivo frente a los costos de la certificación.
—Contribuyen al intercambio de conocimientos y campañas de sensibilización
Existe una larga lista de certificaciones disponibles para que las empresas opten. Pero muchas certificaciones aún requieren procesos de auditoría complicados, una larga interpretación burocrática y, en general, son inasequibles para las pequeñas empresas.
Los estándares FoS y FoE son herramientas para generar rigurosos escrutinios de los procesos de producción y hacerlos inclusivos y respetuosos con el medio ambiente, tomando en cuenta la inclusión financiera.
La WSO, indicó Lewis, desarrolló durante el año 2020 medios innovadores para la auditoría y desarrolló el programa de Auditoría de Realidad Aumentada Sostenible (SARA) de última generación, que permite a auditores cualificados llevar a cabo una inspección de forma remota, lo que reduce costos y el precio posterior de los servicios además de brindar seguridad sanitaria.
Lewis sostiene que estas normas son sencillas para los productores a pequeña escala y son accesibles para las empresas que no están familiarizadas con la complicada jerga medioambiental, se centran especialmente en extender las prácticas ambientalmente sostenibles entre las pymes de los países en desarrollo.
Ambas certificaciones también emplean una técnica de mercadeo más visual, que habría tenido empíricamente un mayor éxito financiero.
Lewis indicó que más de 1000 empresas de 70 países están certificadas con los estándares FoS y FoE, pues incluye procesos adaptados para actividades de pesca, flotas navieras, acuicultura, turismo, restaurantes, sal, y agricultura, entre otras.
“El meticuloso equilibrio de simplicidad y legitimidad ha permitido a FoE y FoS sentar un precedente y ganar el reconocimiento”, destacó Lewis.