Empezar un negocio, aprovechar una oportunidad de un contrato o sustituir el equipo con el cual se cuenta son situaciones para las cuales se debe elegir entre adquirir máquinas nuevas o usadas. Por supuesto, se deben contemplar las ventajas y las desventajas de cada opción, más allá del costo dado que también existen opciones de financiamiento.
En ambos casos, sin embargo, la principal recomendación es seguir los lineamientos de los fabricantes de realizar los mantenimientos regulares indicados en el manual, utilizar repuestos originales y recurrir a talleres autorizados y certificados.
“Se debe seguir los lineamientos que da el fabricante”, indicó Edwin Cordero Rodríguez, subgerente de división de construcción de Matra, distribuidor que comercializa marcas reconocidas como Caterpillar y John Deere (línea agrícola), así como maquinaria nueva y usada.
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Entre las máquinas más usuales están las retroexcavadoras o backhoe, cargadores, tractores de oruga, excavadoras, compactadoras de suelo y tractores agrícolas.
A nivel global se reconoce que la demanda de maquinaria usada tiende a ser constante en diferentes circunstancias económicas. Si hay crisis o una recesión, aumenta la demanda por máquinas más económicas; si la economía mejora, la demanda puede superar la oferta de los fabricantes y los interesados deben recurrir a lo que encuentran en el mercado.
Al menos ese es el principio de la startup alemana Machineseeker Group, de Alemania, que creó un sitio web con el objetivo de ser punto de encuentro entre proveedores de maquinaria usada y posibles compradores de áreas como madera, metal, impresión, construcción, almacenamiento, automatización, alimentos, plásticos y montacargas.
Un estudio del Centro Latinoamericano de Innovación y Emprendimiento (Celiem), dado a conocer recientemente, indicó que un 41% de las pymes encuestadas realizaron adquisición de equipo (maquinaria avanzada, equipamiento, hardware o software informático y terrenos, edificios) para mejora en procesos en los últimos tres años.
Una cuarta parte de las empresas indicó que no y una porción similar mencionó que existe la necesidad pero no cuenta con los recursos financieros. El Celiem encuestó a 635 mipymes de la región Centroamericana y República Dominicana, casi la mitad de Costa Rica.
Lo nuevo
Los equipos cero uso o cero kilómetros tienen las ventajas de contar con las garantías de los fabricantes y venir con sistemas y aplicaciones avanzadas y actualizadas.
Al salir de las instalaciones del distribuidor se tiene mayor seguridad de que no ha sido manipulado y que, además, que no tiene “tiempos muertos” por fallas. Aunque tiene un mayor costo que los equipos o la maquinaria usada, los distribuidores cuentan con opciones de financiamiento, propias o en convenio con entidades bancarias o financieras.
Los servicios de crédito, arrendamiento o renting (se alquila una máquina como en un rent a car en el caso de los automóviles) favorecerían que las pequeñas empresas tengan acceso a máquinas nuevas. Los distribuidores también pueden aceptar equipos de uso actual como parte de la prima o del principal en la compra de maquinaria nueva.
Cordero recalcó que con los equipos o la maquinaria nueva se debe cumplir los períodos o plazos regulares para mantenimiento preventivo recomendados por los fabricantes, recurrir a técnicos certificados del mismo distribuidor o de la marca, y utilizar repuestos originales pues eso permite alargar su ciclo de uso, obtener mejores rendimientos y lograr la recuperación de la inversión.
Lo usado
Las personas o empresas interesadas pueden recurrir a representantes de las marcas que también brindan la opción de máquinas usadas y cuentan con personal certificado, utilizan repuestos originales, siguen los lineamientos de los fabricantes y hasta pueden extender la garantía por más tiempo. En costos se tiene la ventaja derivada de la depreciación.
En el caso de adquirirse el equipo usado a otra alternativa en el mercado, Cordero advirtió que el problema es que no hay certeza si el mantenimiento y reparaciones se realizaron en forma adecuada, así como si se usaron repuestos originales. Además, la garantía se puede extender hasta por un año en marcas comercializadas por la empresa.
Las garantías de equipos o máquinas usadas no son iguales a las de un equipo o máquina nueva, donde es completa o total. En las máquinas usadas, dependiendo del comercializador, la garantía cubre el tren de potencia (motor, la transmisión y los mandos finales) y los sistemas hidráulicos (bombas, mangueras, filtros y acoples), quedando por fuera los desgastes normales (llantas, partes estructurales y móviles, como chasis o carrocería, bombillos, claxon).
Para las máquinas o equipos usados no hay una recomendación de límite o cantidad de años, kilómetros o cantidad de horas de ser usados, pues dependen de los sitios y trabajos en que se utilizaron, así como de cuántas reparaciones se le haya realizado (y en qué tipo de taller: certificado o no).
El problema con los equipos o máquinas con más tiempo es si es posible incorporar aplicaciones y sistemas tecnológicos avanzados. “Desde hace doce años para atrás la tecnología no era importante, adaptarles tecnología es costoso, no son reconocidos por el fabricantes y lo hacen terceros, por lo que no podría salir bien”, dijo Cordero.