A Giselle Tamayo, presidenta del consejo director de la Promotora Costarricense de Innovación e Investigación, antiguo Conicit, le llamó la atención hace dos años un programa que la Agencia Nacional de Innovación de Uruguay impulsaba en apoyo a emprendimientos femeninos en áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés).
El programa también se implementaba en otras tres naciones sudamericanas con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Cuando regresó a Costa Rica, ella se puso en contacto con Rosaura Romero, decana de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Costa Rica (UCR), donde había un programa similar respaldado por la Unión Europea, preguntó en el BID y tocó las puertas de la Fundación Costa Rica - Estados Unidos para la Cooperación (CRUSA).
Para una mujer impulsar un emprendimiento tecnológico o alguna de las otras áreas STEM las perspectivas son limitantes. “Es necesario un programa de políticas afirmativas orientado a mujeres y a emprendimientos”, concluyó Tamayo.
La entidad lanzó a principios de mayo anterior el programa Constelar dirigido a mujeres interesadas en generar ideas de negocios en las áreas STEM, que incluye la creación de Clubes de la Academia, un programa de incubación y una plataforma de interacción, así como contempla un evento nacional que se realizará en setiembre próximo. Durante el año, Constelar realizará actividades para promover y fortalecer las habilidades emprendedoras en diferentes universidades públicas y privadas.
La iniciativa cuenta con el apoyo de CRUSA y de Impact Hub San José, como implementador, así como del Centro Nacional de Alta Tecnología (Cenat), que pertenece al Consejo Nacional de Rectores (Conare).
CRUSA también desarrolla otras iniciativas. El pasado 8 de junio anunció que ofrecerá 85 becas para el programa Digital Learning de la Copenhagen Institute of Interaction Design (CIID) en Costa Rica. Con las becas las personas calificadas podrán participar en talleres de cinco días en temas como Creative Coding, Designing Ethical Futures, Prototyping as a Process y Designing for Behaviour and Impact.
Flora Montealegre, delegada ejecutiva de CRUSA, dijo que con este tipo de iniciativas se proponen brindar oportunidades de educación de calidad en áreas esenciales para la cuarta revolución industrial, como es el diseño y la innovación. Este concurso estará abierto hasta el 27 de junio.
Puertas
Desde el 2019 hasta el lanzamiento de Constelar se tocaron puertas, algunas de las cuales dieron una respuesta positiva.
Cuando Tamayo revisó, como primer paso, la base de datos de proyectos del antiguo Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicit) y vio como de cada 10 proyectos que ingresaban, para concursar en programas de apoyo, apenas uno era presentado por una mujer.
La mayoría de las propuestas planteadas por mujeres eran rechazadas porque se planteaban iniciar un emprendimiento, lo cual no encajaba con los lineamientos del Programa de Apoyo a las Pequeñas y Medianas Empresas (Propyme), que brinda fondos a negocios ya en marcha.
Propyme brinda financiamiento no reembolsable con recursos generados desde el ahora denominado Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) y bajo los lineamientos del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC).
Había una posibilidad. La Promotora tenía ¢130 millones que había quedado de un fondo de ¢300 millones, que fue creado para diferentes proyectos, incluyendo el museo de ciencia, el programa de reinserción de científicos costarricenses que estaban en el exterior y otros de Industrias 4.0, enfocado a la transformación digital.
Con ese remanente la idea era obtener otros recursos para un programa que necesitaría mucho más. Se buscaron. Tamayo dice que en el BID respondieron que tenían otras prioridades y los recursos disponibles se orientaban al coaching.
CRUSA estaba dispuesta a dar apoyo, pero era necesario conocer a fondo la situación para poder definir un programa de apoyo a emprendimientos femeninos en el área STEM, pues no existían estadísticas ni documentación. “Todo era muy anecdótico”, cuenta Tamayo.
El diagnóstico debía permitir identificar el tipo de apoyo que requieren las emprendedoras. En Uruguay, por ejemplo, se le daba un monto de dinero para que pudieran dedicarle tiempo, lo cual es más relevante en casos de emprendedoras jefas de hogar.
Había que tener claras las necesidades, también, para determinar si el apoyo se brinda a emprendimientos en alguna fase de desarrollo.
El estudio base, financiado por CRUSA, confirmó la falta de información sobre el ecosistema de emprendimientos femeninos, las escasas iniciativas existentes en este campo, el enfoque centrado en ingeniería cuando las hay (sin el componente de emprendimiento), el predominio de proyectos de hombres en incubadoras y que la mayoría de emprendimientos impulsados por mujeres se clasificaban de sobrevivencia.
El insumo permitió definir las líneas principales del programa Constelar, que inicia con $200.000 aportados por la Promotora y $150.000 por CRUSA para brindar financiamiento y asesoría, respectivamente, a los proyectos elegidos.
De las propuestas recibidas —se están recibiendo candidaturas a través de Impact Hub— se eligen las 10 mejores, que recibirán $20.000 para que en tres meses generan un prototipo. La primera convocatoria se cerrará el próximo 4 de julio.
El programa se orienta a generar sororidad entre las participantes mediante los clubes en las universidades, una clave fundamental que resaltó Tamayo para este programa —junto con la sostenibilidad— mediante los espacios donde ellas compartan sus experiencias
ImpactHub buscará los centros de incubación o las personas que acompañarán a las emprendedoras en esta fase, incluyendo especialistas en algún área STEM o empresas.
El programa también se ampliará a hombres emprendedores, aunque primero requiere centrarse en el apoyo a las emprendedoras. Asimismo con aportes de Centa (¢32 millones) y de la Promotora (¢12 millones) se brindará un aporte al programa Yo Emprendedor.
Otra iniciativa que se está contemplando es impulsar proyectos STEAM (incluyendo artes) en colegios técnicos de zonas rurales para incentivar la creatividad y la innovación.
No es suficiente, por supuesto. “Hay que pensar en la sostenibilidad, por lo que es necesario moverse”, dice Tamayo.”Ya hay contactos con el sistema de banca nacional, con bancos públicos y privados, pero se requieren más alianzas y recursos”.
Componentes |
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La iniciativa Constelar está compuesta por cuatro elementos principales e interconectados: |
Clubes de la Academia: Una comunidad de mujeres en STEM a través de clubes en universidades del país. |
Programa de Incubación: Acompañamiento empresarial para el desarrollo de ideas de negocio a través de un programa educativo con sesiones grupales e individuales y acceso a mentores y asesores especializados, con la posibilidad de optar por capital semilla y acompañamiento para el desarrollo de su prototipo. |
Evento Nacional STEM: se realizará en setiembre durante la celebración de los 200 años de independencia de Costa Rica. |
Plataforma de interacción: conexión y juego para la comunidad de mujeres en STEM de la iniciativa. |
Fuente: Promotora Costarricense de Innovación e Investigación |