Un incendio, un terremoto u otro tipo de incidente no están en los planes de nadie. Sin embargo, la población y las empresas deben prepararse ante una eventualidad, tanto para asegurar lo mejor la seguridad de las personas como para reiniciar operaciones conforme las condiciones lo permitan.
“Es una visión preventiva que no todas las personas tienen”, advirtió Leoncio Rojas, gerente de medioambiente, salud y seguridad ocupacional de la firma Bridgestone.
Este 13 de octubre la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) realiza, a las 10 a.m., el Simulacro Virtual de Evacuación, un ejercicio donde se representa una situación de emergencia o desastre, con la idea de que la población revise sus planes de emergencia.
“Se debe garantizar el espacio suficiente en las rutas de evacuación y puntos de encuentro”, dijo Alexander Solís, presidente de la CNE.
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Las empresas, incluyendo micro y pequeños negocios, no pueden atenerse solamente a un ejercicio de revisar las rutas de evacuación.
En estos casos es necesario realizar su propia evaluación de la situación de sus instalaciones, equipos, redes eléctricas y otras condiciones para implementar acciones correctivas.
Las empresas deben preparar a sus colaboradores para el momento en que se presenta la emergencia (tomando en cuenta a clientes y proveedores) y también tener diseñada la estrategia para volver paulatinamente a operar.
Revisión
Si en su planilla no cuenta con una persona preparada, busque asesoría especializada que realice un diagnóstico y le ayude a preparar los planes de prevención, de gestión de crisis y de contingencia operativa.
Realice una evaluación de las instalaciones, redes eléctricas, ubicación y situación de mobiliario y equipos (si están sueltos o fijos a suelo y paredes) y determine cuáles son los riesgos que pueden provocar un incidente (como un incendio) o que sean de riesgo durante un sismo, inundación u otro evento.
“Se debe visualizar los potenciales riesgos a los que la empresa está expuesta, tanto naturales como provocados”, especificó Rojas, de Bridgestone.
Una vez identificados los riesgos y las recomendaciones, se debe elaborar la estrategia para reducir los peligros y hacer el espacio de la empresa lo más seguro posible.
Esto puede incluir reparaciones, mantenimiento, aseguramiento y cambios en instalaciones, equipos y muebles, señalizaciones, definición de salidas de emergencia y definición de puntos seguros de encuentro en el exterior.
Es necesario crear una estructura (puede ser un comité) que se encargue de preparar al personal y de la gestión en caso de una emergencia.
Organice, además, una brigada que esté entrenada en manejo de incidentes, primeros auxilios, prevención de incendios, manejo de derrames químicos (al menos saber qué hacer mientras llegan equipos de emergencia) e incluso de enjambres.
Gestión de crisis
La base para enfrentar una crisis causada por una emergencia es la preparación de todas las personas.
Tenga en cuenta –para la evaluación y para la preparación ante una emergencia– su entorno: otras empresas o negocios e incluso hogares, oficinas y apartamentos con los que comparte edificio.
Para el momento de un incidente o evento el personal debe estar preparado, pero también los visitantes a la empresa (y otras personas del entorno) deben conocer qué hacer.
Hay empresas como Bridgestone que cuentan con un centro de entrenamiento presencial y virtual, que incluye un simulador donde se disponen todos los riesgos que se pueden enfrentar: mecánicos, físicos, eléctricos y ergonómicos, entre otros.
Contemple la disponibilidad de extintores, mangueras y herramientas, así como la preparación de las personas ante incendios inmediatos, de grandes proporciones y causados por un sismo.
Debe incluirse sistemas de alertas y protocolos de activación desde afuera de las instalaciones.
Volver
Una empresa al igual que las personas deben contemplar suscribir las pólizas de seguros respectivas y adoptar las medidas financieras preventivas (desde ahorros hasta gestión de efectivo y traslado periódico a una entidad bancaria).
Tenga también un plan de reactivación de la empresa. Puede contemplar medidas de comunicación con sus colaboradores, socios, proveedores, aliados comerciales, bancos y clientes.
Si es posible, asegúrese de contar con proveedores que también cuenten con sus propios planes preventivos, de gestión de crisis y de reactivación operativa.
Puede establecer acuerdos de colaboración con otras empresas aliadas para planes de colaboración con equipos, materias primas, instalaciones e incluso personal.
El personal debe tener claro qué hacer y cómo comunicarse después de una emergencia.
Establezca un mapa de ruta para cada tipo de incidente y cómo reactivar las operaciones.
Auditorías
Recurra a especialistas, a los profesionales o técnicos de compañías de seguros y a personas preparadas en áreas de emergencias para realizar auditorías.
Estas revisiones tienen como fin actualizar el diagnóstico, recomendar nuevas acciones de prevención y acción, y revisar el cumplimiento de los planes definidos.
Los diagnósticos preventivos deben ser constantes y el monitoreo debe ser mensual, para asegurarse los aditamentos, funcionamiento de alarmas y mantenimiento de las medidas necesarias.
Ni las grandes ni las pequeñas empresas deben limitarse a la emergencia como tal.
“Hay que tener un plan preventivo, de gestión de la crisis y de cómo levantar el negocio. No sólo es seguridad”, recalcó Rojas.