José Pozuelo acaba de inaugurar su negocio Stripz, una “cocina oculta” especializada en pollo donde los clientes hacen sus pedidos por medio de una app y lo reciben vía express.
En Stripz las solicitudes, los entregas, la facturación, los inventarios, las ventas, el mercadeo y las redes sociales se gestionan apoyándose en la tecnología, pero ahí no hay una computadora y tampoco nadie ha tenido que ir a instalar ningún software.
“Todo se maneja en una tableta”, afirmó Pozuelo.
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Con este dispositivo se utilizan los sistemas necesarios como un servicio, a través de Internet y bajo el modelo de computación en la nube.
Tanto para los nuevos negocios como para aquellos que deben digitalizarse lo más pronto posible, por el aceleramiento que ha tenido la industria durante la crisis provocada por el COVID-19, la computación en la nube ofrece toda la gama de soluciones que se requieren.
“Para una pequeña empresa tiene más sentido la nube”, afirmó Rafael Viaud, profesor de la Universidad Cenfotec.
Camino uno
Para utilizar la tecnología en sus operaciones y digitalizarse las empresas tienen dos opciones.
La primera es adquirir licencias y recurrir a costos de instalación de los software (con el viejo modelo de on premise) y de compra de equipos de computación (estaciones de trabajo y servidores), que además implican gastos de soporte técnico.
Los sistemas on premise tienen sentido para empresas grandes que tienen restricciones legales y otras limitaciones operativas para mover algunos sistemas a la nube.
Algunas de ellas, con capacidad de tener su propio centro de datos, pueden utilizar una nube privada para que sus sistemas sean utilizados por los colaboradores.
En una oficina de abogados o de médicos, por ejemplo, la opción de sistemas on premise implica que se debe adquirir servidores, tener un cuarto seguro que funciona como centro de datos, aire acondicionado, computadoras y pagar las licencias.
Súmele un técnico que vaya periódicamente a revisar los equipos y sistemas, así como gastos fijos de electricidad. No olvide los sistemas de seguridad informática.
Si las empresas proveedoras dejan de actualizar los sistemas se debe invertir nuevamente en los software, en la instalación y probablemente en nuevos equipos con las capacidades que requieren las nuevas versiones.
Esto suele ocurrir tanto con software de uso común (correo electrónico, contabilidad, administración, recursos humanos, procesador de palabra, hoja de cálculo, etc.) como con los sistemas operativos.
Camino dos
La segunda es utilizar las soluciones a través de Internet, como un servicio, pagando por uso según lo que se necesita, con flexibilidad para aumentar o disminuir accesos (y con ello de ajustar el costo), sin tener que hacer las grandes inversiones de la primera alternativa.
Para las empresas medianas y pequeñas la nube, cuyo reto es el acceso a capital, la nube les permite tener la tecnología sin necesidad de tener que realizar una alta inversión inicial y sin altos costos operativos, sin tener que comprar equipos costosos que se deprecian.
En la nube las actualizaciones y la seguridad son parte del servicio, al tiempo que no se requiere cambiar equipos cada vez y especialmente se tiene acceso a las aplicaciones usuales con funcionalidades avanzadas.
Ahí puede incluir correo, mensajería instantánea, colaboración, videoconferencias, almacenamiento, aplicaciones de ofimática, gestión de clientes o CRM, de gerencia o ERP, de mercadeo digital, contabilidad, facturación, inventarios, entregas a domicilio, compras en línea, y atención de clientes.
Otra ventaja es que los proveedores tecnológicos de soluciones en la nube integran tecnologías de inteligencia artificial que ayuda desde la corrección ortográfica y de redacción hasta reconocer el estado de ánimo de un cliente (si está contento o no con el servicio).
Acceso de avanzada
La computación en la nube le permite a un negocio tener acceso a tecnologías avanzadas de aprendizaje de máquina, gestión de datos (big data), visualización, análisis de datos (analítica), computación cognitiva e Internet de las cosas que de la otra forma no sería posible.
“Hemos visto los beneficios de la computación en la nube para big data y de la analítica en la gestión de la información”, dijo Juan Leandro, gerente del centro de inteligencia analítica de Coopeservidores. “Hay procesos donde se pasa de esperar tres horas a un solo clic”.
Esta cooperativa, que ha venido realizando inversiones e implementando servicios digitales, creó el centro de inteligencia hace tres años para que las diferentes áreas –desde la gerencia general hasta el servicio al cliente– puedan realizar mejoras en productos y servicios financieros basándose en datos y en la analítica.
Leandro explica que con la nube no tienen equipos ni sistemas ociosos, se paga por uso y según necesidades, se utilizan los equipos disponibles, la conexión es el línea, se gestiona el acceso a los datos (hay algunos que no pueden estar en la nube y hay restricciones de ingreso y uso) y se vela por el cumplimiento de los protocolos de seguridad.
Aparte de los servicios en la nube de aplicaciones o software (bajo el modelo conocido como SaaS de Software as a Service), también se tiene acceso a plataformas (PaaS) para desarrollo de más aplicaciones y a infraestructura (IaaS).
Con el IaaS en lugar de comprar una central telefónica o PBX para la oficina, se alquila una que el proveedor actualizará con nuevas funcionalidades en forma periódica: salas de conferencia, redireccionar llamadas y programar horarios de atención, entre otras.
Si, además, las empresas crecen, si requieren más recursos por temporada o si necesitan reducirlos, solamente se solicita al proveedor y se paga la mensualidad correspondiente.
Vidaud recomienda siempre tener a un encargado interno que sea quien se entienda y sirva de enlace con los proveedores tecnológicos, para ayudar a diseñar los servicios.
Oferta
La mayoría de las empresas de tecnología han evolucionado sus productos de software a la nube, basándose en su propios centros de datos –incluyendo a gigantes como Amazon, Google, IBM y Microsoft– o apoyándose en otras firmas especializadas en infraestructura.
“Contamos con nueve centros de datos conectados entre los países que operamos gracias a la GBM Cloud y a nivel global a través de redes públicas como IBM Cloud y Microsoft Azure, entre otras”, dijo María Hidalgo, gerente de mercadeo de GBM.
Esta compañía brinda consultorías para migrar a la nube y tener un plan de recuperación de desastres, de IaaS, monitoreo de aplicaciones, respaldo de datos, gestión de la tecnología y el ERP de la firma SAP AG.
Google también cuenta con servicios para comercio minorista, entidades financieras, empresas de salud y comunicación, entre otras.
Entre sus soluciones se encuentran computadoras virtuales preconfiguradas y personalizadas a la necesidad de cada empresa, almacenamiento y gestión de datos, y aplicaciones web.
También ofrece soluciones de inteligencia artificial y aprendizaje automático para utilizarlos en aplicaciones, sistemas y servicios de la empresa.
La firma ofrece una plataforma para quienes deseen capacitarse sobre Google Cloud.
En el caso de Microsoft también se ofrece la plataforma Azure Cloud Service para que las empresas, incluyendo las pequeñas, muevan sus aplicaciones a la nube.
Entre las soluciones en la nube que se ofrecen se encuentran el Office 365 (con todas las aplicaciones de oficina), Teams (para comunicación y trabajo remoto) y Workplace Analytics (para análisis de información de la empresa y desarrollar modelos predictivos).
Otras aplicaciones disponibles por parte de Microsoft son Bookings (para que los clientes realicen reservas y programen citas) y Forms (para crear encuestas y cuestionarios con el fin de captar necesidades y retroalimentación de clientes).
Con plataformas como Power Automate (automatización), Power BI (para inteligencia de negocios), Power Virtual Agents (para crear bots de chats con inteligencia artificial), inteligencia de datos (para predecir tendencia y monitorear el rendimiento del negocio) e Internet de las cosas pueden dar pasos adicionales.