Las empresas, sean de la industria que sean, están obligadas cada vez más —por el mercado y por vocación propia— a una doble transformación: la digital y la ambiental.
Empapel logró desarrollar productos que convergen perfectamente en la sostenibilidad, con productos dirigidos a los consumidores, como los empaques de regalo, y como proveedores de instituciones públicas y empresas con soluciones alternativas al plástico
“Lo más fácil es quedarse con el plástico”, dice Carmen Montero, socia y directora de comunicación y sostenibilidad de Empapel.
Carmen inició sus estudios en publicidad en la Universidad de Costa Rica (UCR), pero como tenía que trabajar los continuó en la Universidad Autónoma de Centro América (UACA), de donde se graduó en 1988.
Mientras estudiaba ahí, trabajó en Publicidad Garnier. Su carrera laboral siguió en Publimark y en Jotabequ, donde fue parte del grupo fundador en 1991 y era directora creativa. Ent 2004 trabajó en las revistas de Grupo Nación (GN), incluyendo Sabores, que abarcaba el programa de televisión.
Con GN, del que también forma parte El Financiero, también estuvo como codirectora del proyecto Libro para Todos entre 2010 y 2011. Luego pasó a la agencia La Tres, en responsabilidad social corporativa, hasta 2014, cuando se independiza para brindar asesorías en comunicación y sostenibilidad. No fue un giro improvisado.
En 2007, Carmen había empezado a formar parte del comité de comunicación de la Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED), que impulsa las acciones de las compañías en responsabilidad social, área que incorporó paulatinamente lo ambiental y evolucionó a estrategia de sostenibilidad en los últimos quince años.
La sostenibilidad, de hecho, es una práctica consolidada a nivel corporativo por la mayor demanda de los consumidores a nivel local y global. La AED, que cuenta con 103 empresas asociadas, reportó que las firmas galardonadas con la Bandera Azul Ecológica Cambio Climático lograron la reducción de 64.269 toneladas de CO2 entre 2012 y 2021.
La industria turística también viene avanzando con iniciativas de sostenibilidad, dada su alta sensibilidad ante un visitante que es atraído por la naturaleza del país. En Costa Rica en 2020 unos 28 hoteles habían obtenido la Bandera Azul. A ellos se suman empresas relacionada (tour operadoras, restaurantes, parques temáticos y rent a car) que cuentan con el Certificado de Sostenibilidad Turística (CST).
Carmen también se venía preparando en el área de la sostenibilidad. Primero, con un diplomado en responsabilidad social de la Universidad Católica de Valparaíso, de Chile, a través de Cámara de Industrias de Costa Rica. Después, con la certificación del Global Reporting Iniciative, que la acredita para reportes en el campo. Y, finalmente, con la maestría de la Universidad Nacional en sostenibilidad, donde se graduó en 2019.
En medio de todo eso se incorporó a Empapel.
La empresa se había fundado a principios de 2005 para suplir de empaque de regalo a Auto Mercado, creció y luego amplió la comercialización a Fresh Market y AMPM. En agosto de 2016 la compra Leonardo Acuña, pareja de Carmen.
Leonardo es oriundo de Tres Ríos. Su padre fue administrador de un beneficio de café y esa herencia empresarial pronto se revelaría. Leonardo, después de obtener el bachillerato en el Colegio Calasanz, se graduó de ingeniero industrial también en la UACA y luego trabajó en firmas internacionales como Intel.
En Intel fue gerente de la planta cuando la firma estadounidense empezó la construcción de las instalaciones en Belén y luego inició su operación hace veinticinco años. Posteriormente, durante cinco años, trabajó a cargo de la transformación a las nuevas tecnologías de la planta de Intel en Arizona, Estados Unidos. Regresó a Intel Costa Rica, de donde salió por motivos familiares. Ahí fue cuando empezó su carrera como emprendedor.
En 2012 fundó, junto con su hermana María Haydeé, la empresa KPO, que importa Electrolit, la bebida de suero rehidratante. “Empezamos vendiendo 1.000 unidades por mes”, cuenta Leonardo. “Ahora se venden más de 500.000 mensuales″. En 2019, Leonardo dejó KPO.
Para ese momento ya estaba con Empapel y también iniciaba, con Carmen como socia, Delvento, una comercializadora de productos de Labinsa, en alianza con Grupo Cuestamoras Salud y como distribuidora de productos como Mood, Belcolor y Silver Plus, un shampoo y tinte para cabello canoso.
En Empapel se implementan los tres cambios en que han estado desde entonces y que le permiten nuevos productos y la expansión con la que pasa de 150 a 500 puntos de ventas.
El primero cambio fue la introducción de los empaques de regalo a la cadena Walmart, en Jiménez & Tanzi y en Comercial Mora (Ciudad Colón y Santa Ana), incluyendo papel, bolsas, papel seda y tarjetas.
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Con Walmart, además, se incrementa el volumen de ventas, pues la tarea es abastecer a los diferentes formatos de la cadena en todo el país: los Walmart propiamente y los Más X Menos, así como los Maxi Palí y los Palí en temporadas.
El segundo cambio fue impulsar una estrategia enfocada en un producto que cumpliera con la sostenibilidad y con diseño propio.
Para el diseño, Carmen realiza la dirección creativa y trabaja con cinco diseñadores costarricenses con el objetivo de desarrollar una estética propia, enfocada desde la perspectiva del consumidor local y regional, entendiendo sus gustos y cómo se identifica con los diferentes motivos según la celebración, como la época navideña.
En el mismo 2020 se introdujo una colección de Navidad con 18 diseños distintos, incluyendo diferentes temáticas infantiles y otras más abstractas. Ese año la colección se agotó. Para el 2021 los clientes aumentaron el volumen de sus pedidos, en especial porque se lanzó una colección denominada Navidad a la Tica.
La serie incluía papel de regalo con diseños como hoja de tamal y otro de palabras temáticas con alusión a lo que típicamente se hace en esa época en el país: las fiestas de Zapote, el rezo del Niño, Yodito, Queque de Navidad y Amigo Secreto.
Para la Navidad de 2022 —la época de fin de año genera el 60% de las ventas— se aumentará a 28 diseños distintos en una producción de más de 620.000 pliegos de papel de regalo, un incremento del 15% respecto al 2021, que se comercializarán en todos los formatos de la cadena Walmart, Auto Mercado, Fresh Market, AMPM y otra cadena de supermercados con la cual están aún en negociaciones.
Empapel cambió de proveedor y estableció una alianza con GN para atender la creciente demanda con rapidez, en momentos en los cuales se sufre de problemas de logística especialmente desde Asia, y trabajar con un sustrato de papel tipo MWC.
Carmen explica que este papel tiene características que permiten aumentar la calidad de la impresión en colores y brillo. Y, más significativo, se imprime en papel proveniente de bosques renovables certificados con el sello y la acreditación internacional FSC (Forest Stewardship Council).
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El sello FSC es una certificación que verifica la sostenibilidad de la gestión forestal por parte de propietarios de explotaciones y de las fábricas que intervienen en la obtención y transformación de recursos procedentes de los bosques.
La certificación, además, brinda trazabilidad sobre el origen de la materia prima en EE. UU. y Europa en bosques con gestión ambiental adecuada, resiembra según la corta y tala controlada, avalada por la FSC. Ese fue el segundo cambio, que también abrió otras puertas.
Poco antes al cambio a papel con sello FSC, Empapel empezó a buscar soluciones de sustitución de empaques de plásticos de un solo uso en comercios al detalle que estaban acelerando el paso en concordancia con la tendencia a gran escala a nivel internacional.
Fue el año en el que también se lanzó la estrategia nacional con ese mismo propósito. La estrategia a la sostenibilidad dio frutos a Empapel en 2019.
La Caja Costarricense del Seguro Social, siguiendo la directriz gubernamental de sustitución del plástico de un solo uso, lanzó una licitación para obtener un proveedor que le supla de bolsas de papel y empezar a sustituir las bolsas plásticas con que entrega los medicamentos recetados a los pacientes. Era una oportunidad de oro.
Empapel gana el concurso público y empieza a proveer a la Caja tres tamaños de bolsas de papel kraft 100% reciclado con certificación FSC. Se han entregado ya más de 25 millones de bolsas de papel.
No es el único proyecto desarrollado. En varias cadenas de supermercados se vendía pollo rostizado en un empaque de domo de plástico. En todos los formatos Walmart, Auto Mercado y Vindis se empezó a utilizar una solución basada en papel. Y ese es un paso que para la empresa es emblemático.
Empapel ya ha vendido más de dos millones de bolsas elaboradas con papel proveniente de bosques renovables certificados SFI (Sustainable Forestry Initiative).
Carmen explica que el papel elimina el 72% del impacto contaminante causado por el plástico. El proyecto permite, en este 2022, sacar del sistema 80 toneladas de plástico que habrían acabado en el mar o en depósitos de basura.
El presente año terminará no solo con una nueva colección de empaques de regalo y la posibilidad de ingresar a otra cadena de supermercados. Empapel tiene la expectativa de empezar a vender en otros países de la región centroamericana aprovechando la Navidad. En la actualidad están en negociaciones con Walmart.
Es el tercer cambio, producto de los implementados anteriormente y, en especial, de ofrecer un producto distinto, tanto en el diseño como en el campo ambiental.
“Lo más barato y fácil es quedarse con el plástico”, recalca Carmen.