Roy Sebastían Ramírez tenía 17 años cuando logró obtener la autorización para participar en un evento de la industria aeroespacial organizado en Costa Rica en 2016 por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En la actividad conoció astronautas y profundizó sobre la importancia del sector aeroespacial para las telecomunicaciones, la televisión por suscripción e Internet). En especial, le llamó la atención un concepto presentado por la ONU: la necesidad de la globalización del espacio, entendida como la posibilidad de que los países en desarrollo participen de esa industria.
Ahí nació la idea de impulsar el proyecto Polaris, una colaboración aeroespacial internacional para desarrollar un explorador de la luna Titán, el satélite más grande de Saturno, en un evento que está programado para realizarse en París en dos meses.
“La idea es que las agencias vean el explorador y, sobre todo, demostrar al mundo que estudiantes de diferentes países pueden colaborar, incluyendo de países no tradicionales, y probar que es posible la globalización del espacio”, dice Roy, actualmente ingeniero aeroespacial y emprendedor, fundador del emprendimiento llamado Arex.
Roy es oriundo de Sabanilla de Montes de Oca. Terminó secundaria en el Colegio Metodista y empezó la carrera de computación en el Instituto Tecnológico de Costa Rica en su sede central de Cartago. Sin embargo, la carrera aeroespacial lo llamaba.
En 2021 se graduó como ingeniero aeroespacial en la Universidad de Purdue, en EE. UU., y en agosto próximo iniciará el doctorado en esa misma universidad. Como es un joven inquieto, sus vacaciones las empezó a dedicar a su propio emprendimiento.
Cada verano del hemisferio norte, entre finales de junio y setiembre, venía a Costa Rica para trabajar en su emprendimiento. En 2016 había iniciado un proyecto llamado P5, un motor de cohete de combustible, el cual lo presentó en el Congreso Aeroepacial Internacional realizado en Washington en 2019 y que fue su carta de presentación para presentarse ante otras universidades como la Universidad Estaca, en Laval, Francia.
En Estaca realizó un semestre en 2020. Estando en Francia se declaró el confinamiento por la pandemia del Covid-19 y le comunicaron que debía regresar a Estados Unidos. Pero unos días antes le había robado un maletín donde llevaba su computadora y el pasaporte. No podía viajar, pero no desaprovechó el tiempo.
En Francia, durante el tiempo en que estuvieron cerradas las fronteras, trabajó en un emprendimiento que desarrollaba un proyecto de propulsión para satélites llamada ThrustME. Estuvo un año y empezó a diseñar el proyecto Polaris. En julio de 2020 desarrolló la app y en 2021 inscribió su empresa Arex en Costa Rica, la cual —además— forma parte del cluster aeroespacial formado en el país.
La iniciativa simula una agencia espacial internacional con una plataforma que facilita la colaboración de más de 100 estudiantes universitarios de 28 países: Brasil, India, México, Costa Rica, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, Nueva Zelanda y EE.UU., entre otros. Los estudiantes pertenecen a diferentes carreras, entre ellas ingeniería aeroespacial.
La agencia se organiza como una empresa con todos sus departamentos técnicos, gerenciales y logísticos, abarcando diseño gráfico, administración de negocios, recursos humanos, finanzas y redes sociales. La iniciativa se concentra en la actualidad en el proyecto Polaris.
Se trata del prototipo de un explorador (conocido como Robert) para realizar investigaciones en la luna Titán, de Saturno. La prueba de concepto está adaptada a las condiciones de la Tierra, pero la idea principal es crear las características claves y capacidades del explorador como el sistema de propulsión, el control de ascenso y descenso del globo, y las herramientas para realizar mediciones de carácter científico. Hay una fecha límite.
Entre el 18 y 22 de setiembre se presentará este prototipo en el Congreso Aeroespacial Internacional que se realizará ahora en París, con el propósito de que lo vean las agencias de los diferentes países y lo adopten.
Roy dice que Titán es el siguiente objetivo en la exploración espacial después de Marte, debido a sus características y condiciones que serían similares a la Tierra. Se presume incluso que esa luna podría tener vida o eventualmente permitir asentamientos humanos en un futuro. El propósito principal, empero, es más terrícola.
Arex y su proyecto Polaris no se proponen fines de lucro. Su fin es demostrar el potencial de participación de estudiantes y jóvenes del Tercer Mundo en proyectos aeroespaciales. A través de su sitio web, los integrantes trabajan en forma virtual en el diseño del explorador, se realizan charlas con mentores y otras capacitaciones.
La iniciativa se financia con aliados —empresas de Europa, EE. UU. y Costa Rica— que aportan servicios o productos y campañas de recolección de fondos a través de redes sociales. Actualmente tienen todo listo en el TEC (que brinda mentoría y uso de laboratorios). O casi todo: únicamente les hace falta recursos para comprar el helio, que es el gas que infla el globo. El proyecto no se limita al desarrollo del prototipo.
La aplicación se abre dos veces al año para que se postulen estudiantes de diferentes países y los elegidos vengan a Costa Rica a realizar proyectos comunitarios entre junio y agosto.
En 2021 se eligieron 15 estudiantes internacionales y en este 2022 vinieron otros 17 que realizaron voluntariado desde el TEC en la sede de Santa Clara, San Carlos, elegida como la sede de su campamento espacial tropical.
El grupo trabaja desde el 17 de junio pasado en las estructuras, la propulsión y los componentes electrónicos del prototipo y espera volar el prototipo (la innovación radica en que usamos un globo y propulsores en vez de llantas). Además, realizan labores sociales, como ayudar a comunidades afectadas por la tormenta Bonie, en limpieza de playas y en charlas en colegios locales, así como pasantías en empresas del cluster aeroespacial, de turismo y en actividades culturales.
Roy aspira también a posicionar a Costa Rica y ayudar a dar a conocer más al cluster aeroespacial, conformado por 38 empresas y encabezado por Ad Astra Rocket Company fundada por el astronauta Franklin Chang Díaz. Pero hay otros planes para futuro.
Aparte de Polaris, el objetivo de Arex es desarrollar motores para cohetes, aprovechando las ventajas del país para el desarrollo de proyectos aeroespaciales, como la cercanía al Ecuador.