Nathalie Castro y Ana Zúñiga, ambas fisioterapeutas, se conocieron en un curso sobre los problemas que las personas usualmente padecen en el suelo pélvico, vieron que se complementaban, identificaron que en el lado este de San José —por donde viven— no había de este tipo de servicios y decidieron crear Fisioterapia Sukia.
Nathalie se había graduado en 2012 en terapia física de la Universidad de Santa Paula y Ana en 2017 en la Universidad de Costa Rica (UCR). Cada una por aparte se venía interesando por las situaciones del suelo pélvico, como dolor al tener relaciones sexuales, incontinencias orinarias o fecales e incluso dolor de espalda debido a alguna hernia discal o lumbalgia.
Algunas de estas situaciones también son sufridas por las mujeres en su periodo de embarazo y de posparto, como incontinencias producidas por algún desgarro. Otro grupo son las adolescentes que padecen de un dolor exagerado durante la menstruación y que, tras un examen del ginecólogo, se identifica que es causado por un músculo muy tenso o que ejerce mucha presión.
Quienes se golpean la coxis en una caída y las personas adultas mayores que arrastran algún problema durante años son grupos que también suelen presentar alguna situación que amerita diagnóstico médico y tratamiento mediante fisioterapia.
El suelo pélvico es una estructura conformada por músculos y tejidos conjuntivos que tapizan la pelvis en su parte inferior. Se encarga del sostén de las vísceras pélvicas y abdominales, la contención (orina, heces, gases), la función sexual, la función reproductiva, postura y circulación.
Una persona puede verse afectada y padecer incontinencia debido a sobreesfuerzos en algunos ejercicios de peso o de salto en el gimnasio o en crossfit, por ejemplo. “No hay que pensar que son secuelas normales”, advierte Ana. “A veces las personas ni atención les ponen, especialmente los hombres. Es común, no es normal y se puede tratar”.
Nathalie y Ana venían documentándose cada una por aparte y siguiendo cursos de especialización. Recolectaban y conocían técnicas, eligiendo las que consideraban más adecuadas. La primera estaba más enfocada en la terapia holística y las técnicas naturales, mientras la segunda se había interesado por las técnicas de tratamiento instrumentales y de ejercicios.
En diciembre de 2020 se conocieron precisamente en un curso de especialización. Cada una venía, también, brindando servicios profesionales en clínicas y a través de servicios a domicilio. En el gremio de fisioterapeutas es usual brindar servicios en forma independiente. El emprendimiento no les es desconocido.
Cuando conversaban en los espacios libres del curso, Ana y Nathalie vieron que se complementaban perfectamente. Ambas compartían que podían brindarle a las personas ejercicios y medidas de autocuidado. También descubrieron que tenían ideas similares sobre las oportunidades de mercado. Por ejemplo, los problemas de suelo pélvico también los padecen deportistas, bailarines, actores y cantantes. Y en la zona del este de San José no había consultorios o clínicas especializadas.
Ellas viven en Curridabat y Montes de Oca. Decidieron instalar su clínica en San Pedro. Abrieron en febrero pasado, contiguo al Banco Cathay. “Nos aventuramos”, dice Ana. Por la pandemia no es el mejor momento para iniciar un negocio, que siempre es difícil. Pero no querían dejar pasar ni la oportunidad ni su impulso.
Ana explica que la población no reconoce mucho este tipo de situaciones y, en particular, desconoce que pueden realizar ejercicios, tratamientos o posturas para atenderlos y que existen profesionales certificadas.
“Hay personas que van al urólogo o al ginecólogo, que es quien realiza el diagnóstico, y si el médico conoce de esta fisioterapia les da la referencia”, dice Ana. El tratamiento no es del otro mundo, pero implica la responsabilidad del autocuidado. “No solo se trabaja el suelo pélvico con ejercicios y mejoramiento de postura. Le damos un enfoque de rehabilitación activa, donde la persona se encarga del bienestar fisiológico general”, agrega ella.
La fisioterapia obstétrica permite acompañar a la mujer en su periodo de embarazo dando especial énfasis en la preparación física al parto, y en la recuperación posparto, con la reeducación de las posturas y el tratamiento de posibles secuelas. También brinda fisioterapia uroginecológica y proctológica de las disfunciones del suelo pélvico que se presentan en hombres, mujeres, niñas y niños.
En pediatría los tratamientos de suelo pélvico se caracterizan por ser lúdicos, por no ser invasivos, por fomentar el conocimiento, el respeto y la privacidad de las áreas íntimas. Entre sus servicios también incluyen la aplicación de la prueba para la evaluación del desarrollo integral de la niña y el niño de hasta seis años denominada EDIN II y creada por la UCR, brindando seguimiento y estimulación oportuna durante las primeras etapas de niñez.
Nathalie resalta que el nombre del centro de fisoterapia se debe a que Sukia era la principal figura de salud en sociedades antiguas en el continente americano, la cual conocía de plantas medicinales y del potencial de la energía de las personas para sanar. En este caso, se combina el diagnóstico médico junto al tratamiento científico y el tratamiento holístico y natural, escuchando al cuerpo.
Todo se complementa con terapias alternativas, que ellas afirman son poco exploradas en su rama, como lo son la aromaterapia, las flores de Bach, Reiki, la medicina tradicional china, la ayurveda (medicina alternativa de originada en la India) y la danza, buscando un equilibrio entre lo físico y emocional a través de espacios seguros, empáticos y con calidad humana.
Ana afirma que, además del mejoramiento en la situación causada por la pandemia del Covid-19, la apuesta es al cambio de mentalidad para promover los cuidados del suelo pélvico y de las posturas al permanecer sentados o para realizar ciertas tareas, así como de las embarazadas que se enfocan en el bebé y se olvidan de ellas mismas, y estimular la realización de estiramientos periódicos. “Hoy es urgente, por el teletrabajo”, sostiene.