Federico Halsband inició su cowork Gracias. (así, con ese punto) pensando en apoyar a emprendedores. Ahora evolucionó la propuesta a empresas que requieren espacios para sus colaboradores, tanto para operar su oficina como para quienes están en forma remota, deben hacer un mandado, una visita o una reunión y requieren un espacio para trabajar un rato sin tener que ir hasta las instalaciones.
Hace ya diez años, Federico estudiaba administración de empresas en México, específicamente en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, conocido como el Tecnológico de Monterrey. Allá también fue colaborador en una incubadora impulsando emprendimientos, en especial con modelos de negocios novedosos y de base tecnológica.
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Regresó a Costa Rica en 2013 y al año siguiente inició un coworking.
—¿Qué es un cowork?— le pregunto varias veces, pues no es obvio para todos.
—Es un punto medio entre trabajo y cada, un sitio seguro y con flexibilidad donde el usuario encuentra lo que necesita: desde parqueo, espacio físico con mobiliario, Internet, café de calidad, salas equipadas con proyectores, equipo audiovisual (cámaras y trípodes para sesiones interactivas) y pizarras. La persona llega con su computadora y encuentra lo que necesita.
Tras la desaparición de los cafés Internet y la falta de espacios públicos seguros, los coworks son una solución para quien necesita un lugar donde reunirse con sus clientes o colaboradores, atender correos electrónicos, elaborar propuestas de negocios o capacitar a un grupo de personas en un sitio con las condiciones necesarias y a un costo óptimo, al menos en relación a los de los hoteles.
Cuando en 2014 Federico abrió su primer cowork a un costado de la actual sede del Centro Nacional de Alta Tecnología (Cenat), en Rohrmoser, la idea también fue apoyar a emprendedores, incluyendo desarrolladores web, de apps y otras áreas que brindaban servicios con sus pequeños negocios o como profesionales independientes.
“Se hizo una comunidad de desarrolladores web y salieron algunas empresas”, afirma Federido. Pero que sea una buena idea no significaba, menos en aquella época, que llegara a ser un emprendimiento exitoso. Funcionó unos meses.
Federico decidió regresar a Australia. Allá había estudiado una maestría en negocios internacionales, específicamente en Sidney, cuando salió del Tecnológico de Monterrey. Ahora inició una empresa de comercialización en línea de café llamada My Coffee Farms y participó en la creación de una empresa de entregas de comidas a domicilio (delivery).
La primera ya no opera y la segunda él dice que sí. En todo caso, Federico tiene claro que en el recorrido para lograr un negocio exitoso hay varios intentos de proyectos que no lo son en medida similar o no lo son del todo.
La comercialización de café lo mantuvo en un ir y venir permanente entre Australia y Costa Rica. Tenía que venir para seleccionar el café que iba a vender allá. En eso andaba cuando se formó un consorcio, con apoyo de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), para impulsar la comercialización de café fuera del país. Lo contrataron en el consorcio, que en ese momento estaba integrado por cinco empresas. Entonces se quedó.
—¿Y cuáles son los servicios que ofrece en el cowork Gracias.?
—Son tres servicios.
Gracias. cowork: es un espacio de trabajo para colaboradores de empresas, emprendedores y estudiantes que realizan su tesis, entre otros, que favorece la motivación. Se debe hacer una reservación previa en línea (sitio web, WhatsApp o llamada telefónica) y se cancela por transferencia o pasarela de pago. Hay dos modalidades: por días ($20) y por membresías (pago mensual de $150, con facilidades para quien requiera realizar un viaje y descuentos en restaurantes de la zona).
Gracias. colaboración: un espacio para que desarrolladores de software, diseñadores, diferentes profesionales y emprendedores compartan, realicen alianzas, hagan negocios y contraten servicios entre sí (legales, contabilidad y finanzas). Se promueven actividades y convenios con cámaras y centros de apoyo a emprendedores.
Gracias. coffee: un espacio de café sin costo y de interacción para las personas que se encuentran en el coworking.
Federico empezó Gracias. entre 2018 y 2019 en Barrio Escalante y cuenta con un espacio en el Edificio Sasso, en La California, que ocupa una compañía. También tiene una alianza con otro cowork que se llama Colabora, ubicado en barrio Dent, para cuando se agota el espacio.
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Quienes más se animan a utilizar los cowork son los llamados early adopter, pero Federido sostiene que en los próximos años, en especial a partir de 2022 va a evolucionar.
“Muchas empresas adoptarán este modelo”, afirma. Por ahora son emprendedores, pequeños empresarios y profesionales que requieren un espacio para trabajar o reunirse.
Las empresas que aplican modalidades de teletrabajo lo utilizan cada vez más para colaboradores que pueden requerir un sitio en caso de problemas temporales de electricidad o de Internet en sus casas, para reuniones de equipos de colaboradores que viven en zonas cercanas y como sitio de trabajo cuando un colaborador necesita visitar un cliente o hacer alguna gestión en un sitio cercano.
En estos casos las empresas firman un contrato con Gracias. y establecen un procedimiento interno para que sus colaboradores puedan aprovechar el espacio.
Gracias. tiene capacidad para 50 personas, pero en esta época de restricciones sanitarias por la pandemia del covid-19 se mantiene un aforo del 30%, entre otras medidas o protocolos que deben cumplirse.
—Es un cowork con un espacio físico minimalista de estilo nórdico, iluminación natural y blanca, que también es un centro de impulso empresarial— resume Federido.