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Un viaje a una finca en la que había muchas bellotas, que caían de los pinos, provocó que la mercadóloga Katty Fernández abriera los ojos sobre el potencial que tenían estos frutos como materia prima para crear un negocio enfocado en la decoración.
En el recorrido que hizo por el lugar (hace ya tres años) y, luego de informarse más, pudo darse cuenta de que en algunos lugares queman las bellotas (las consideran basura), en lugar de aprovecharlas.
Como siempre ha sido una entusiasta de la decoración, empezó a recolectar estos frutos y a adquirirlos de otras fincas.
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Con ellas, inició creando coronas navideñas y atrajo muchos clientes interesados en estas por medio de sus talleres. Su negocio lo bautizó como Bellotas Bosque Alto.
Su empeño en utilizar este insumo para su pyme la ha llevado a acumular hasta 60.000 bellotas al año.
Con las bellotas recolectadas, se le ocurrió venderlas en empaques para aquellas personas que quieren confeccionar sus propios ornamentos con el apoyo de este material.
Es así como a fin de año las bellotas de su empresa se venden en Auto Mercado. Algunas de ellas tienen aroma a manzana y canela.
Un nuevo mercado
Como el trabajo con las bellotas se concentraba principalmente entre setiembre y diciembre, Katty quiso expandir su mercado y que la empresa tuviera ingresos durante todo el año.
En enero de este 2018 la invitaron ─con todos los gastos pagados─ a la feria de decoración Homi, en Milán (Italia), para que conociera nuevas tendencias.
Allá se encontró unas “coronas divinas” de flores que se deshidratan por medio de una técnica que utiliza dióxido de silicio. Esto les permite tener una duración mayor, de hasta cuatro semanas.
A su regreso a Costa Rica, decidió incorporar esta opción dentro de sus productos para la venta y la aceptación ha sido “increíble”.
Constantemente está recibiendo encargos y también realiza talleres para las personas interesadas en aprender.
Las coronas ─hechas de rosas, hortensias y eucaliptos─ están ideadas para colocarse en las puertas y paredes de las viviendas o locales.
Katty subrayó que jamás imaginó que su negocio iba a tener una respuesta tan positiva.
Incluso contó cómo hace muchos años personas cercanas a ella le decían que no tenía gracia para decorar.
Les probó lo contrario, hoy experimenta con diferentes materiales para confeccionar las coronas y, además, obtiene ganancias.
“El negocio me genera bastante dinero semanal, porque yo casi todos los días hago coronas, tengo encargos”, comentó.
Uno de los planes de la emprendedora es exportar sus bellotas a Panamá, por lo que concentra parte de sus esfuerzos en alcanzar ese propósito.
En setiembre de este año participará nuevamente en la feria Homi, en Milán, donde expondrá sus nuevas coronas de flores.
