La administradora de empresas Rebeca Mora siempre ha tenido un espíritu emprendedor. Desde que salió del colegio se dedica a ver qué inventa para ganarse los "pesos”.
Según Rebeca, cuando ingresó a la universidad, su papá le pagó su primer cuatrimestre normalmente.
El resto del pago ella lo negoció con la institución.
Como su padre era el propietario de una fábrica de productos de limpieza y de cosméticos, Rebeca le propuso a la universidad un trato.
“Les dije: ustedes necesitan limpiar la universidad y yo necesito estudiar. Hice un cambio de mi colegiatura por productos de limpieza (durante toda la carrera)", recordó.
Tras salir de la universidad, Rebeca tuvo una tienda de regalos y, como también estudió cocina profesional, le vendía pastelería fina a sus familiares, amigos y conocidos.
LEA MÁS: Joven de 22 años lidera restaurante familiar ‘Carnes y Parrillas’
En el 2015, como la división dedicada a la elaboración de cosméticos de la empresa de su papá no era su prioridad, Rebeca le hizo una oferta a su progenitor.
Esa área la tenía “descuidada” y “casi que en la quiebra”, con un solo cliente.
Ante esa situación, Rebeca le sugirió a su papá adquirirla y que él se quedara con el área de productos de limpieza.
Él accedió y se la vendió en el 2015.
Con ese único cliente y los seis productos que elaborara para este, Rebeca empezó a trabajar.
Bautizó a su empresa como Grupo Wimo, que es una mezcla entre el primer apellido de ella (Mora) y el de su esposo, el ingeniero electrónico Andrés Wiessel.
Hoy se especializa en desarrollar productos cosméticos para emprendedores que por sí solos quizás no podrían cumplir con todos los requisitos que exigen el Ministerio de Salud y otras autoridades.
“Venimos nosotros con esta posibilidad de que gente que no quiere o no puede armar la estructura tiene la oportunidad de tener su propio producto y su propia marca por medio de nosotros. Nosotros se la registramos en el Ministerio de Salud y cada cliente comercializa como él quiera”, explicó Rebeca.
Después de más de tres años de trabajo, la empresa hoy cuenta con 25 clientes y elabora al menos 30 productos para diferentes marcas privadas.
Por ejemplo, se encarga de producir un jabón vaginal (bajo la marca Ginecoestetic) y una crema antiestrías para el ginecólogo Ronald Salazar.
También produce la línea de productos para el cabello Thio Hair Spa, del estilista Thio Carvajal.
Otras marcas son Cristaline, un limpiador de anteojos; Volumax, una crema para el busto y glúteos de la cosmetóloga Jocelin Navarro; y la marca Men’s Barber Shop de una cadena de barberías.
La pyme no se ha quedado ahí, sino que vende su propia línea de productos cosméticos, denominada Wimo Cosmetics, que incluye cremas, mascarillas, cremas exfoliantes y champús, entre otros, que comercializan en salas de bellezas y spas.
Dado el crecimiento que tuvo la empresa, su esposo Andrés renunció a su trabajo en Intel y se vino a trabajar al negocio, que cuenta con un laboratorio en el que laboran 11 personas.
LEA MÁS: Pareja aventurera ideó línea de ropa para pasear y explorar Costa Rica
Actualmente, la compañía está incursionando en la elaboración de productos de limpieza biodegradables, con su división Wimo Chemicals.
El año anterior, la pyme recibió el Galardón Pyme en la categoría de industria, el cual otorga el Ministerio de Economía, Industria y Comercio.
Además, en el 2017, Rebeca obtuvo el premio Mujer Emprende (de la Expo Mujer Emprende). El año anterior fue nominada como la empresaria del año por la organización de mujeres We Connect.
Wimo tiene como meta internacionalizarse y, tras ingresar al programa Women Export de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer), espera exportar en el segundo semestre de este 2019.
La idea es ofrecer productos cosméticos hechos de café, como champú y exfoliante. En este momento se está definiendo el mercado al cual ingresarían.