José Ignacio Cordero se dio cuenta que los programas de lealtad, especialmente de los bancos para clientes con tarjetas de crédito, realmente no se aprovechaban, por lo que pensó en una solución e impulsó la fundación de Muscle Points.
El emprendimiento es una fintech (empresa que desarrolla soluciones financieras basadas en alta tecnología) que desarrolló una plataforma basada en inteligencia artificial para el sector financiero, la cual eventualmente también pueden utilizar otras compañías del sector de comercio al detalle (retail).
“Queremos ser la primera firma unicornio de Costa Rica y Centroamérica”, sostuvo José. Él, sus socios y su equipo están trabajando para lograrlo pues ven amplias posibilidades y potencial a nivel internacional, pero van paso a paso empezando por enfocarse en el mercado financiero de al menos tres continentes inicialmente.
Una compañía unicornio es la que logra ser valorada en más de $1.000 millones en sus tres primeros años. Es una gran apuesta.
José estudió ingeniería industrial en el California Polytechnic (Cal Poly), en Estados Unidos, y trabajó en una firma de banca de inversión al regresar a Costa Rica. Como cliente comprobó que las entidades financieras no aprovechan suficientemente sus programas de lealtad para darle valor a los tarjetahabientes.
Por la experiencia de familiares, también ligados al sector financiero, y por su trabajo comprobó que para los bancos estos programas usualmente se convierten en un dolor de cabeza, pues no son parte de su negocio principal, deben destinar recursos y no siempre logran tener una buena oferta y pocas veces personalizarla bien.
Hace tres años empezó a trabajar en la solución y reunió a inversionistas del istmo con amplia experiencia en las industrias de banca, viajes y tecnología, incluyendo a Carlos Araya quien había fundado en 1993 Artinsoft (actualmente Mobilize) y más recientemente Singularities. No fue su único paso estratégico.
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En 2019 aprovechó su ingreso y los estudios en la maestría de negocios de la Universidad de Oxford, en Inglaterra, para analizar el mercado, conocer más el mundo de las fintech y hacer contactos en Europa que permitiera a Muscle Points dar el salto a las grandes ligas sin complejos.
La misma maestría le permitió validar el proyecto. “Comprobé que la solución se podía comercializar en bancos del mundo”, afirma José.
Estando en Europa se reunió con personeros de Upite Consulting y firmó un convenio para comercializar la tecnología en Asia, Europa y América Latina, regiones donde esa compañía cuenta con contactos en la industria financiera.
Lo que hace la solución de Muscle Points —en las etapas finales para obtener la patente— es utilizar un algoritmo y basarse en la economía conductual para determinar, viendo el comportamiento del tarjetahabiente, sus preferencias de consumo y predicir patrones de consumo. La plataforma aprende del comportamiento del cliente para mejorar la presentación o envío de las ofertas y mejorar la experiencia de redención de puntos por premios.
La solución les indica cuántos puntos tienen (pues la mayoría de las veces lo desconocen) y les ayuda a convertirlos en compras de productos y servicios (con descuento o sin costo según el caso). Las ofertas se envían según sus gustos y perfiles, pues cada cliente tiene un comportamiento distinto, y les muestra las que es más probable que acepte. “Es la mejor forma de que perciba valor al usar una tarjeta”, recalcó José.
El banco puede utilizar la plataforma bajo la modalidad de servicio en la nube (aprovechando las facilidades de Amazon Web Services o AWS), con el logo, colores y otros distintivos de su marca. Además, Muscle Points desarrolla una aplicación móvil (app) para facilitar que los clientes puedan redimir sus puntos.
Los bancos se liberan también de tener que estar negociando con diferentes hoteles, aerolíneas, rent a car y otras empresas, se hace cargo del marketplace de proveedores y envía las ofertas adaptadas a cada cliente.
La industria de las fintech está retomando el ritmo. Según CB Insights en el cuarto trimestre del 2020 se concretaron 552 acuerdos de inversión (más de $100 millones) en startups de tecnología financiera a nivel global, revirtiendo la caída de cuatro trimestres anteriores. Se destaca la actividad en América del Sur donde, desde 2016 hasta 2020, la financiación creció a una tasa anual del 64%. El 40% de las transacciones se destinaron a empresas de préstamos y pagos alternativos.
El reporte agrega que la actividad de fusiones y adquisiciones creció un 25% en 2020 en relación al 2019 y que crece el interés de reconocidas firmas como Visa, que adquieren fintech en mercados emergentes.
En el caso de Muscle Points, la fintech da otros pasos en para tener un inicio que la encamine hacia el objetivo planteado en su fundación. La firma ya se registró en el régimen de zona franca y está iniciando una primera etapa de comercialización en el sector bancario.
Actualmente cuenta con 13 colaboradores y está contratando otros seis más, especialistas en desarrollo y diseño, enfocados en experiencia de usuario (UX) e interfaz de usuario (UI). También cuentan con otros aliados. Además, se apoya en la tecnología y los servicios de inteligencia artificial desarrollados por Singularities, cuyo fundador —Carlos Araya— ya José conocía y quien, aparte de convertirse en socio, viene apoyando a Muscle Points con su conocimiento y experiencia.
En el equipo también se incorporó Pablo Solís, como director o gerente de tecnología. Él tenía su propia compañía desarrolladora, de la cual es accionista.
José se mantuvo en Europa hasta setiembre de 2020 y regresó prácticamente cuando apenas se reabrieron los aeropuertos y se reiniciaron los vuelos de las aerolíneas. En todo el tiempo que estuvo en Inglaterra se mantuvo al tanto de las tareas y proyectos de Muscle Points con reuniones diarias en línea.
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Una de las tareas que también cumplió en Europa fue conocer la experiencia de levantamiento de capital, especialmente a alto nivel, para lograr una alta calificación a nivel internacional.
Fue así como se acercó a inversionistas de la región y en noviembre pasado se realizó una ronda de capital a Serie A, la cual permitió una valoración de $12 millones. José se reservó el monto del capital obtenido.
Él insiste que después de esa primera ronda realizada en Centroamérica vendrán otras con inversionistas de diferentes mercados, pues la pandemia del Covid-19 reforzó la visión de que los bancos “no pueden hacerlo todo”, que deben apoyarse en las fintech para innovar y ser más ágiles, agregar valor a los tarjetahabientes y reducir costos.
Con Upite Consulting se está a punto de de iniciar la comercialización en Europa y Asia, así como en América Latina, empezando en Brasil y Chile, donde ya hay conversaciones.
Con el capital obtenido y el gobierno corporativo que se estructuró, mediante la incorporación de socios y directivos con más de tres décadas en diferentes industrias, la fintech espera aprovechar la oportunidad de mercado.
“No hay nadie haciendo esto”, recalca José. “Desde el inicio tenemos claro que el mercado es el mundo. Queremos ser el primer unicornio del país y de la región y con nuestro capital humano, porque en Costa Rica hay talento”.