El año anterior un grupo de ocho gastroenterólogos empezaron a conversar sobre la necesidad de servicios especializados integrales en ese campo. Las estrellas también se alinearon, pues encontraron un espacio disponible en el edificio del Centro Oncológico Costarricense, al costado noroeste del Hospital México.
La conversación no se quedó solo en eso. “Decidimos unirnos”, cuenta Wagner Ramírez, cofundador y directivo de Equilibrium. En abril anterior empezó a operar la empresa, especializada en salud digestiva.
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El grupo lo integran también Jorge Vargas, Ana Lorena Madrigal, Farhad Rezvani, Marlos Rojas, Carolina Gutiérrez, Manfred Aguilar y Diego Arguedas, todos son gastroenterólogos y endoscopistas digestivos con diversas subespecialidades para diagnóstico y tratamiento de enfermedades de órganos que incluyen el esófago, el estómago, los intestinos delgado y grueso (o colon), el hígado, el páncreas y la vía biliar.
Los gastroenterólogos abarcan la totalidad de las patologías del tracto gastrointestinal en un país que, como Costa Rica, tiene una elevada incidencia de enfermedades del aparato digestivo, dentro de las que lamentablemente se incluyen los tumores digestivos y las enfermedades hepáticas.
Cada especialista tenía su consultorio individual y trabajaba a nivel público en Puriscal, Liberia o el Hospital San Juan de Dios, donde todos coincidían. Antes se habían conocido cuando estudiaron en la Universidad de Costa Rica (UCR) o en la actual Universidad de Ciencias Médicas (Ucimed).
La experiencia les había mostrado que un paciente requiere apoyo y servicios integrales en un solo sitio, para que no tenga que ir de un lado a otro, tenga que incurrir en mayores gastos e incurran en riesgos en esta época de pandemia del Covid-19. En un solo centro, si se requiere, es más sencillo obtener la opinión de otro especialista y sin costos adicionales para el paciente.
La asociación de los especialistas también es una respuesta ante la transformación de la medicina en la actualidad, donde se va migrando a estudios y tratamientos mínimamente invasivos con tecnología de punta.
Los avances son acelerados, como se demuestra en la rapidez con la que se obtuvieron los datos sobre el coronavirus y el desarrollo de las vacunas. El Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social agrega que los cambios abarcan desde las visitas de rutina (cómo se programan y se llevan a cabo), comunicación y construcción de marca, aumento de la relevancia de la experiencia del paciente, aumento de la telemedicina y de los servicios innovadores, y mejoras en acceso a los servicios, entre otros.
La realidad, además, es que con el avance científico, tecnológico y de la medicina es imposible ser un todólogo incluso a nivel de una especialidad, al tiempo que los sistemas avanzados exigen inversiones que son más difíciles de asumir en forma individual. “Hay que ser humildes sobre los conocimientos y capacidades”, explica Wagner. “Con el centro se puede dar un manejo más integral y ofrecerlo a un precio más accesible”.
La propuesta es brindar en conjunto un servicio holístico, ofreciendo intervenciones terapéuticas y con tecnología de punta para diagnósticos a tiempo y tratamientos no invasivos en enfermedades que son muy complejas. También, ofrecer terapias paliativas que permitan a una persona con una enfermedad avanzada tener cierta calidad de vida.
En el caso de terapias bariátricas, para personas con obesidad, se brinda un tratamiento no estético ni tampoco de cirugía, con el objetivo de favorecer la pérdida de peso y reducir las complicaciones asociadas.
La fórmula que se eligió, para ofrecer y brindar los servicios, fue la de sociedad anónima, que les permite trabajar como empresa autosuficiente, contar con personal a cargo de la administración, garantizar servicios integrales y experiencia profesional, y desarrollar la relación con los pacientes basándose en una misma filosofía de atención, con un trato humanizado, prontitud en las citas, calidad del servicio y ahorros a los pacientes.
A los especialistas les permite también un mismo esquemas de costos y una cultura empresarial compartida para brindar servicios con los estándares que esperan los pacientes, al tiempo que amplían las posibilidades para financiamiento a través de inversión o de otras vías para adquirir la tecnología de punta, con la perspectiva de ofrecer mayor cantidad de servicios y procedimientos.
Operar a través de una empresa implica retos que van desde el manejo de los costos y los presupuestos hasta el mercadeo para atraer pacientes, desarrollar competencias de negocios y asesorarse en otras áreas que no son de la especialidad de cada médico, teniendo en cuenta que enfrentan una competencia ya instalada y que saber cómo diferenciarse.
Las alianzas o integración a redes empresariales también forma parte de las acciones de la empresa colectiva. En este caso, Equilibrium se apoya en Salud 360, un programa de afiliación de pacientes que ofrece servicios de una amplia comunidad de médicos con diferentes modalidades de pago. Además, cuentan con una alianza con el Centro Oncológico Costarricense.
Todo eso les permitiría ser más que un nuevo consultorio grupal. “Queremos ser referencia local e internacional desde el punto de vista médico y académico”, dice Wagner.