Natalia Trigueros tenía la idea de crear una plataforma para encontrar servicios y productos de emprendedores, profesionales y trabajadores independientes en distintas áreas. Esa es WittyListCR, cuyo lanzamiento se realizó en setiembre anterior.
El proyecto había quedado en pausa, pues ella y su esposo, Roberto Wittmann, tenían abundante trabajo con su propia empresa, una productora audiovisual.
En marzo anterior, con el confinamiento por la pandemia, ambos retomaron la idea y Roberto, que es desarrollador web, empezó a crearla.
Ahora si un cliente requiere un producto o servicio encuentra a quien lo ofrece y lo contrata directamente.
“No hay intermediación”, recalca Natalia.
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Natalia es música graduada en flauta traversa del Instituto Nacional de Música, una entidad creada para la enseñanza de este arte y ligada a la Sinfónica Nacional. Antes había estado en el Conservatorio Castella.
Los estudios en el Instituto Nacional de Música son reconocidos por la Universidad Nacional Estatal a Distancia (UNED). Natalia obtuvo ahí el bachillerato. Además, ella estudió docencia.
Conoció a Roberto, quien estudió cine en la University of British Columbia en Canadá, en una boda y entre ambos fundaron Kiinu Wedding Films hace doce años.
Los motivaba contar historias conmovedoras de la misma manera que en las películas, cuenta el mismo Roberto en el sitio web de Kiinu.
Natalia y Roberto siempre han tenido alrededor personas emprendedoras y hace cinco años vieron la necesidad de resolver un simple dilema que enfrentan todas ellas: ¿cómo los encuentran los clientes?
La necesidad se convirtió en una urgencia con la pandemia.
Muchas personas emprendedoras y pequeñas empresas utilizan las redes sociales, pero para tener presencia requieren invertir y conocer los trucos de Facebook o de Instagram para que los clientes los encuentren e interactúen con cada marca.
Las redes sociales también realizan ajustes en sus algoritmos, en sus políticas y en lo que aceptan o no, lo que la mayoría de las veces se sale del dominio de los pequeños negocios o de quienes ofrecen sus servicios profesionales o como trabajadores independientes.
La idea de un directorio se volvió más oportuna.
Roberto empezó a desarrollar el sitio en la plataforma Mobirise. Witty se hospeda en Greengeeks, una firma de California que brinda el mismo servicio a más de 500.000 website de todo el mundo y propone el uso de servidores alimentados con energía limpia.
Witty es la conjunción de las primeras letras del apellido de él y del segundo apellido de ella (Yglesias).
“Los primeros que se inscribieron fueron familiares”, dice Natalia.
Ella destaca que si en una familia cada persona tiene distintos oficios o profesiones, todas se pueden inscribir y ofrecer sus servicios.
Witty ofrece un directorio con distintas categorías. Cada persona emprendedora, profesional o trabajadora independiente ofrece su producto o servicio directamente.
La plataforma no gana ninguna comisión por venta ni realiza la gestión de contactos.
Simplemente el cliente busca lo que necesita y contacta a quién lo ofrece.
“Lo que buscamos es que sea más efectivo para encontrarlo”, recalca Natalia.
Actualmente los clientes pueden encontrar, en la primera etapa, categorías de eventos y bodas, profesionales y técnicos (contabilidad y leyes, por ejemplo), hogar, cuidado personal, salud y diseño, entre otros.
Natalia destaca que, en el poco tiempo que se tiene de haber lanzado Witty, ya se tiene 50 personas inscritas.
Para registrarse y aparecer en este laboratorio cada persona paga ¢11.280 por año (lo que da un promedio de unos ¢940 mensuales). Se puede pagar la inscripción con tarjeta o transferencia y reciben la respectiva factura electrónica.
A la hora de registrarse deben aportar el nombre, la localidad o lugar donde se encuentran y brindan el servicio, el link a su página web si tienen y a las redes sociales, indicar la categoría y apuntar cinco etiquetas o palabras claves.
Las etiquetas o palabras claves tienen la función de facilitar que los encuentren en la plataforma cuando un cliente realiza su búsqueda de productos o servicios.
Por ahora no se aportan imágenes ni logos, pues el propósito es que la página sea limpia y fácil de navegar y descargar en el browser de Internet.
Actualmente la misión es sumar a más personas emprendedoras, profesionales y trabajadores independientes, con lo cual ganar volumen de clientes y tráfico.
Pero Natalia y Roberto ya visualizan qué seguirá.
En una segunda etapa la idea es aprovechar los recursos de la productora audiovisual para contar historias de las personas que ofrecen sus servicios y productos a través de Witty.
Con la reactivación de los diferentes sectores y especialmente del cultural se tendrá un espacio para anunciar ferias, festivales, mercaditos, talleres y otros eventos.
Adrián, hermano de Natalia y quien es animador digital, también colabora con el proyecto.
La apertura de más categorías es parte de la hoja de ruta de Witty.
“Tenemos mucha fe en que a la gente le encantará”, dice Natalia. “La misma gente dirá lo que necesitan y sus sugerencias. La idea es ayudar. La suscripción es un signo de quién está comprometido con su servicio”.