Rodrigo Fernández y sus dos hijos, Xavier y Édgar, son una familia que desde hace más de 35 años se desenvuelve en temas tecnológicos. Hoy, están inmersos en el mundo del blockchain.
Estos tres emprendedores formaron EOS Costa Rica, una start-up que se dedica a crear soluciones con la cadena de bloques, así como a proveer infraestructura y entrenamiento para los desarrolladores.
EOS Costa Rica es un derivado de la empresa Edenia Internacional, constituida en 1987 por Rodrigo Fernández. “Ahora estamos dando certificados de blockchain, como antes dábamos capacitación sobre cómo usar el correo electrónico”, afirmó Xavier.
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En los años 2000, la compañía Edenia se dedicaba a la infraestructura y al diseño de sitios web. En el 2010 logró colocar sus servicios en el extranjero, por lo que comenzó a recibir pagos fuera de Costa Rica por medio de Western Union o tarjetas de crédito.
Tales métodos, sin embargo, conllevaron altos costos, además de una gran exposición al fraude y problemas de comprobación de la identidad de los clientes. Fue así como nació la búsqueda de otros métodos de pago nativos de Internet en 2013.
Edenia, entonces, decidió aventurarse y utilizar monedas virtuales para facilitar la recepción de pagos provenientes del extranjero.
A partir de esta experiencia, los emprendedores desarrollaron una empresa dedicada exclusivamente a la tecnología que soportaba las criptomonedas, es decir, la cadena de bloques.
Vieron que tenían la infraestructura para correr un blockchain entero, así como el conocimiento sobre cómo operaba la tecnología y los otros usos que se le podían dar.
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“Bitcoin gasta más electricidad que todo Costa Rica solo en mantener la red arriba”, apuntó Xavier, razón por la cual buscaron otras soluciones más eficientes, seguras y económicas.
En la exploración de distintas tecnologías, apareció EOS, un blockchain de tercera generación que –según estos emprendedores– ha aprendido de los errores del pasado.
EOS no está limitado a las criptomonedas, sino que tiene la ventaja de que se puede utilizar para múltiples propósitos y permite el desarrollo de aplicaciones para todas las industrias, mediante una red segura y escalable. Además, hace posible efectuar transacciones gratis y requiere de mucha menos energía.
“Vimos en EOS una solución que resume todo el aprendizaje de la última década en una poderosa plataforma. Es de uso general; es como un sistema operativo similar a Android, Microsoft o iOS”, señaló Édgar.
Desde esta versión de la cadena de bloques, la compañía provee infraestructura para esta tecnología, desarrolla blockchain, facilita herramientas de código abierto e imparte capacitaciones.
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La clave para la start-up es haber desarrollado la infraestructura y el conocimiento con base en una lectura anticipada del mercado. Ellos creyeron en el potencial de una tecnología que, hoy por hoy, muchos todavía no entienden.
Proyectos en ejecución
EOS Costa Rica nació el 20 de mayo de 2018 y hoy cuenta con un equipo de 18 personas con perfiles que van desde ingenieros, desarrolladores de software y un diseñador de experiencia de usuario, hasta un Scrum Master.
Este equipo tiene a cargo diferentes proyectos tanto fuera como dentro del país.
Entre las soluciones que han desarrollado, una se relaciona con el área de logística en Puerto Caldera, Puntarenas. Se trata de una plataforma para dar a los usuarios transparencia e información en tiempo real sobre el trayecto que llevan los diferentes contenedores.
En el registro se pueden observar todas las manos por las que pasó un contenedor, su ubicación y el estado actual.
La idea es generar un estándar para que las navieras sean más eficientes y exista certeza de los procesos que se llevan a cabo en ellas.
Otro proyecto es usar blockchain para llevar el control de la contabilidad y de las transacciones que se hacen entre diferentes compañías.
Cuando una auditoria detecta un fraude, tiene que llevar el control de los movimientos que se hicieron en los últimos cinco años; se trata de millones de movimientos y, en muchos casos, falta documentación. Con la llegada del blockchain, todas las transacciones que se efectúen en una empresa quedan en un registro que no se puede modificar y que es casi imposible de vulnerar.
Las auditorias se podrían ejecutar en tiempo real, lo que significa un control eficiente, una reducción de costos y un cambio radical en temas de transparencia.
La familia Fernández considera que el sector público tiene gran potencial para incorporar este tipo de controles sobre blockchain. Su implementación también ayudaría a agilizar el camino hacia los datos abiertos y la seguridad en los sistemas públicos.
“Si la gente se portara bien siempre, no habría necesidad del blockchain. Hay una crisis de confianza y esto se lo transferimos a la matemática y al software para generar transparencia y credibilidad”, señaló Xavier.
La lección que han aprendido estos emprendedores, quienes desde niños han tenido relación con la tecnología, es que, para ganarle a una ola, es necesario posicionarse bien y empezar a remar.
Lo que sucede hoy con el blockchain es que muchas firmas tradicionales piensan que esta ola no los tocará.
No obstante, las tendencias mundiales muestran otro panorama. El gasto en soluciones blockchain aumentará cerca de $16.000 millones para el 2023, según proyecciones de la firma especializada IDC.
A pesar de los reveses regulatorios y la incertidumbre, la adopción masiva de blockchain está en un punto de inflexión por el hecho de que las empresas están comenzando a enterarse del verdadero potencial de esta tecnología, además de la gestión de identidad y los servicios financieros.
Los hermanos Fernández confían que el país irá madurando con la llegada de esta tecnología, tal y como sucedió con el Internet.
Ya existe una asociación de blockchain en el país, con su respectiva junta directiva. Los movimientos se hacen más fuertes y ahora su estrategia está enfocada en el desarrollo de prototipos para mostrarles a las empresas y entidades públicas cómo se vería una solución en cadena de bloques, para que comprendan sus beneficios.