En medio de la crisis por el coronavirus, la receta para que los negocios sigan a flote es combinar la creatividad con flexibilidad y dar una respuesta rápida al mercado.
Así fue como el emprendimiento costarricense Croma logra sobrevivir en plena pandemia.
Este negocio está a cargo de Ana Carolina Vallespí y Alessandra Castillo (madre e hija), quienes tienen tres años de haber inaugurado su tienda de ropa deportiva.
Ellas diseñan y confeccionan licras, camisetas, trajes de baño y sudaderas. Sin embargo, en tiempos del COVID-19, esto no es suficiente.
Las tiendas, gimnasios e incluso sitios turísticos donde se distribuyen sus productos están cerrados, situación que les puso cuesta arriba el negocio.
La flexibilidad y resolución de conflictos se pusieron a prueba. Las emprendedoras pensaron que el final de Croma estaba cerca, pero en medio de la frustración vieron la solución para seguir en marcha.
“Nos detuvimos a pensar, ¿qué tenemos en nuestro taller? Elástico, telas, máquinas de coser... Así que nos aventuramos a hacer mascarillas”, relató Vallespí.
Actualmente el emprendimiento trabaja mitad del tiempo en su negocio tradicional y la otra mitad para atender el segmento de mascarillas.
Esta combinación de trabajos es la que hace que la empresa siga más que viva y con la apertura de incursionar en el área de la salud con la fabricación de gabachas.
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Salvavidas
Croma nació cuando un familiar de las emprendedoras falleció debido a complicaciones de salud por falta de actividad física. Esto las motivó para crear un negocio que estimule el ejercicio.
La mejor forma de hacerlo fue con el diseño y venta de ropa deportiva, pues ambas han estado rodeadas de telas y costuras.
Vallespí tenía un taller de costura desde hace más de 10 años que se dedicaba a elaborar vestuario para baile; y Castillo es arquitecta, pero renunció a su trabajo para dedicarse de lleno al emprendimiento.
El negocio comenzó a despegar gracias a las alianzas con diferentes comercios que también se dedican al ejercicio y vida saludable.
Cuando comenzó la crisis por coronavirus, ellas se dedicaron a potenciar las ventas en línea. Estar atentas a los múltiples chats en las redes sociales, acudir a las empresas de mensajería e incluso hacer entregas presenciales en los alredores de su hogar en Curridabat, fueron parte de las medidas.
Muchas personas aprovechan el tiempo en casa para hacer más actividad física, y esto ayuda a que la demanda de sus productos siga activa.
No obstante, la situación se agravó cada vez más y aunque no han dejado de recibir pedidos del todo, el cierre de las tiendas de sus socios comerciales afectó seriamente sus ingresos.
Tuvieron que suspender contratos laborales, la productividad del taller bajó a la mitad e incluso tuvieron que trasladar equipo y materiales a su casa para continuar con la confección y así acatar las disposiciones de distanciamiento social impuestas por el gobierno.
Una medida para estimular las ventas en línea es ofrecer las entregas gratis y son ellas quienes asumen los costos de traslado.
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Vallespí y Castillo están en chats grupales con otros emprendedores y gracias a estos contactos se enteraron que la compañía Red Point estaba en busca de maquilas que les ayudara con la confección de mascarillas.
En Red Point les dan todo el material cortado y en Croma se encargan de armarlas.
Con este nuevo negocio, las emprendedoras vieron que había oportunidad de crecimiento, así que concretaron alianzas con otros dos clientes que también necesitan de mascarillas.
“Ahora estamos efectuando muestras de otro tipo de mascarillas porque la tela que nosotras utilizamos para hacer las jackets es impermeable y resulta que sirve muy bien para las mascarillas, cumplen con las regulaciones”, dijo Castillo.
Con la experiencia de elaborar mascarillas, ahora las empresarias valoran la posibilidad de incursionar en la industria médica con la confección de gabachas y otro tipo de ropa de hospital.
“Estamos anuentes a cualquier oferta”, afirmó Vallespí.
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Buenas prácticas
Gracias a esta experiencia, las emprendoras aprendieron que se le puede sacar provecho a todos los insumos que tiene el negocio para incursionar en otras áreas que demande el mercado.
“En el primer momento pensamos que teníamos que cerrar, que todo se acabó. Pasaban las semans y nada se movía, pero cuando uno vence ese miedo, tiene mente positiva y se enfoca en sacarle provecho a lo que tenemos, surgen las mejores ideas”, recomendó Vallespí.
Otro consejo para sobrellevar las crisis es estar informado. En Croma vieron nuevas posibilidades gracias a la comunicación con otros emprendedores.
También buscar cursos en línea, charlas y entender los cambios de hábitos de consumo de las personas.
“Después del coronavirus las personas se mostrarán más interesadas en su salud, este mercado es el que viene, hay que darle vuelta a los negocios. Por ejemplo, en lugar de hacer papas firitas, es mejor hacerlas asadas”, señaló Vallespí.
Fortalecer alianzas con otros negocios es otra buena práctica, porque en conjunto se pueden realizar sorteos, campañas de mercado que aumenten el reconocimiento de las diferentes marcas para que al final todos salgan ganando.
El punto clave que amarra todos los elementos está en potenciar las ventas en línea y ofrecer diferentes métodos de pago electrónico.
“Estoy aprovechando este tiempo para mejorar la experiencia de compra digital en Croma para que sea más rápido y fácil el proceso”, apuntó Castillo.
Pagos con datáfono, Sinpe Móvil, transferencias y próximamento compra click del BAC Credomatic (para aceptar el pago con tarjetas en el sitio web) son indispensables para que inclusive después de la pandemia, este negocio siga vivo.