Kenneth Trejos de 30 años y Esteban Mata de 26, son los ingenieros que crearon Lingvo, un sistema que traduce el lenguaje en señas en tiempo real.
Esta plataforma surgió debido a que ambos tienen un amigo sordo. Ellos notaban que a él se le dificultaba comunicarse en la gran mayoría de los negocios que visitaba.
“Le costaba hasta pedir una hamburguesa”, dijo Kenneth.
Al ver la situación, los emprendedores vieron la oportunidad de aprovechar la tecnología para mejorar la calidad de vida de su amigo.
La oportunidad para hacer realidad esta idea se les presentó durante una feria de innovación que se llevó a cabo en Intel, lugar donde ambos trabajaban.
Ellos desarrollaron un sistema que consiste en una cámara de alta definición que se conecta a un computador. El software se encarga de procesar las imágenes mediante distintos algoritmos de Inteligencia Artificial que interpretan la lengua de señas y la trasladan a voz o texto.
En el otro sentido de la comunicación, se tiene un sistema de reconocimiento de voz, que permite desplegar una animación en pantalla con las imágenes correspondientes a la lengua de señas.
Con su solución más madura, decidieron participar en el evento Digital Bank, que es un encuentro entre emprendedores y la banca para generar sinergias entre ambos bandos.
Allí conocieron a Alejandro Rubinstein, director de canales digitales del BAC, quien les dio la oportunidad de incorporar Lingvo en sus sucursales bancarias.
“Cuando conocimos a Alejandro nos dijo, ya tienen donde comenzar. Eso nos emocionó, y decidimos dejar el trabajo para dedicarnos 100% a esto. Son más de 10 meses desarrollando la solución”, comentó Trejos.
Lingvo actualmente funciona en la nueva sucursal del BAC ubicada en el centro comercial Oxígeno en Heredia.
En Costa Rica hay 77.000 personas sorda según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Como parte del proceso de incorporar Lingvo en las sucursales, Kenneth y Esteban tuvieron que alimentar la solución con vocabulario bancario para que respondiera adecuadamente a las necesidades de los clientes.
Ahora cuando una persona sorda llegue al BAC será redirigido a la computadora y al funcionario que está capacitado para trabajar con la solución.
El cliente comienza a comunicarse en lenguaje de señas frente al monitor y este le traducirá en tiempo real al funcionario del banco.
En el BAC esperan tener cinco sucursales más que operen con Lingvo para inicios del otro año.
“Como todo sistema de Inteligencia Artificial, se requieren de muchos datos y entrenamiento con las personas. Actualmente hay de un 70% a 80% de precisión. Con más uso, el sistema será aún más fiable”, añadió Trejos.
Potencial en otras industrias
La red neuronal de Lingvo puede entrenarse con las especificaciones de la lengua de señas de los diferentes países e incluso con lenguajes técnicos de las industrias.
Lo que necesitan los emprendedores es que exista una base de datos que puedan alimentar para que el algoritmo responda bien ante las traducciones simultáneas.
Esta idea de negocio ha sido reconocida además de la feria de Intel y de Digital Bank.
Kennth y Esteban fueron aceptados en la aceleradora Startup Chile, una de las más reconocidas a nivel mundial.
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“En este momento queremos madurar más la idea. Hacer un humanoide por medio de animación, así como vender en Chile esta solución”, comentó Trejos.
Recientemente Lingvo también ganó otro reconocimiento llamado Social Skin desarrollado por Banco Davivienda y que tenía como objetivo reconocer aquellos proyectos orientados a resolver los objetivos de desarrollo sostenible definidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Los emprendedores ganaron $12.000 para escalar y fortalecer su idea de negocio.
Social Skin recibió 355 inscripciones y de las cuales solo cuatro resultaron ganadoras, entre ellas Lingvo.
La compañía de estos emprendedores tiene el nombre de Tau Tecchnologies y su enfoque de negocio se centra en crear soluciones con base en Inteligencia Artificial.
La comunidad sorda está parcialmente excluida de la sociedad, las empresas que brindan cualquier tipo de servicio al cliente no son capaces de atender a esta población de manera natural.
Este fue la motivación de Kenneth y Esteban, dos jóvenes que dejaron posición cómoda dentro de un gigante como lo es Intel, para trabajar en un negocio innovador y con grandes réditos sociales.