312 (41,1%) de los 759 científicos e ingenieros costarricenses que viven en el exterior y que respondieron, en el 2021, las consultas realizadas por el portal de Hipatia, del Programa Estado de la Nación (PEN), no piensan regresar al país dentro de los próximos cinco años.
Los datos se desprenden de un análisis realizado a la llamada diáspora científica (disponible en Hipatia), la cual es una comunidad fluctuante pues se actualiza todos los años. Actualmente, se compone de 326 costarricenses vinculados al área de ingeniería y tecnología, 298 a ciencias exactas y naturales, 92 a ciencias médicas y 43 a ciencias agrícolas.
El porcentaje de quienes no planean regresar aumentó 4 puntos porcentuales (p. p.) en comparación con los datos que fueron presentados en el 2014. En ese entonces Hipatia mostró que el 37% de los científicos e ingenieros ticos respondieron que no tenían la intención de volver al país.
La mayoría (82,7%) de los 312 miembros de la diáspora que no planean volver a Costa Rica ya tiene un trabajo en el exterior.
Además, María Santos, coordinadora de la plataforma en línea Hipatia, comentó que entre quienes no planean regresar a Costa Rica detectaron talento en áreas en las que hay carencias nacionales más pronunciadas como lo son, por ejemplo, varias especialidades de ingeniería.
Para el viceministro de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), Federico Torres, algunas razones como mantener un mejor nivel de vida, haber establecido una familia en el exterior y no tener ofertas de empleo concretas en Costa Rica pueden motivar a los científicos e ingenieros ticos a tomar la decisión de no retornar al país.
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No planean volver
El 82,7% de los 312 científicos e ingenieros costarricenses que residen en el exterior y no piensan regresar al país dentro de los próximos cinco años, ya tienen un trabajo; un 9,6% estudia y trabaja; un 5,8% solo estudia; y un 1,9% no estudia ni trabaja.
El portal Hipatia revela que el área que concentra la mayor cantidad de científicos e ingenieros que no volverán al país es ingeniería y tecnología, seguida por ciencias exactas y naturales, ciencias médicas y ciencias agrícolas.
El viceministro del Micitt comentó -tomando como referencia el PEN de 2014- que las posibles motivaciones de los miembros de la diáspora científica que desean permanecer en el extranjero son de diversa naturaleza, tales como: conseguir trabajo, la posibilidad de mantener un mejor nivel de vida, el haber establecido una familia en el exterior, así como no tener ofertas de empleo concretas en Costa Rica.
“Por otra parte, puede que las personas hayan estudiado un tema que sea tan especializado que no exista demanda laboral a nivel nacional actualmente, o bien que la remuneración que puedan percibir en Costa Rica no esté acorde con las expectativas salariales de las personas por el nivel de especialización de su formación”, explicó Torres.
Precisamente, Santos expuso que entre quienes no planean retornar a Costa Rica detectaron talento en áreas consideradas clave para el desarrollo de la economía nacional y en las cuales ya se resiente un déficit de talento humano disponible como es el caso de varias especialidades de ingeniería.
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Pero, ¿qué ha hecho Costa Rica para ser más atractivo para estas personas? El viceministro del Micitt contestó que no se puede brindar una respuesta, pues “esto implicaría un estudio de todas las medidas que han tomado las diversas instituciones desde los distintos sectores, tanto a nivel público como a nivel privado”.
Lo que sí mencionó es que desde el Ministerio tienen conocimiento de que se han desarrollado iniciativas que apoyan la atracción de talentos de la diáspora desde instituciones como el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer), entre otras.
“Como parte de las acciones que el Micitt ha realizado se encuentra, desde 2014, el Programa de Innovación y Capital Humano para la Competitividad (PINN). Este programa se encuentra financiado por un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y tenía por objetivo ‘contribuir al crecimiento de la productividad mediante el apoyo a las actividades de innovación del sector productivo, y la formación de capital humano avanzado en áreas estratégicas definidas en el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2015-2021 (Pncti)’”, añadió Torres.
Vínculo con Costa Rica
Para la investigadora del PEN, a esta realidad ya no se le conceptualiza tanto como “fuga de cerebros” -idea con la que concuerda Torres-, sino como “circulación de cerebros”, pues considera que ahora lo más importante es vincular a estos científicos e ingenieros con el país, debido a que en la medida en que ellos estén vinculados “no se han perdido”.
“Dado que no necesariamente tenemos el control de hacer que se regresen, lo más importante es vincularlos con el país, de manera que estén dónde estén sean, ojalá, de provecho para el país”, dijo la investigadora.
¿Cómo hacerlo? Una de las formas para vincularlos es que brinden asesoría técnica a startups mediante el servicio de mentoría de la Red Startup CR. Actualmente, la plataforma registra 400 científicos e ingenieros ticos residentes en el exterior que fungen como mentores ad honorem.
Otro mecanismo es que participen, por ejemplo, cuando Costa Rica esté formulando una nueva política en áreas de ciencia y tecnología, para que den su parecer o aporten ideas. También podría vincularlos el hecho de que se incorporen en proyectos de investigación, explicó Santos.
Asimismo, propiciar pasantías para docentes o estudiantes avanzados en áreas de ciencia y tecnología, a través de los contactos que tienen estos científicos e ingenieros, para que personas vayan a sus lugares de trabajo, universidades o laboratorios a realizar una pasantía.
Pese a que la vinculación es importante, ¿qué podría hacer Costa Rica para propiciar que regresen? El viceministro del Micitt expresó que existe consenso en la necesidad de identificar prácticas eficientes que capitalicen el conocimiento y la experiencia de la diáspora científica para con el país.
El fomento para desarrollar más actividades en esta dirección depende de fortalecer y ordenar el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Por ejemplo, desde el año pasado se trabaja en fortalecer el rol de rectoría del Micitt, así como en crear o replantear instituciones estratégicas para el desarrollo científico, tecnológico y de innovación como lo son la Promotora Costarricense de Innovación e Investigación y la Agencia Espacial Costarricense.
El tema de fortalecimiento de capacidades tiene que ir de la mano con un aumento en la inversión en investigación y desarrollo tecnológico tanto del sector público como del privado.
“Este aumento de inversión en investigación y desarrollo (I+D) se reflejaría sin duda en la consolidación de más grupos de investigación, en proyectos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) con enfoques multidisciplinarios, en más laboratorios especializados y mejor equipados, en estímulos para la generación de productos publicables o licenciables, en el fomento de la participación en redes temáticas globales, así como en el desarrollo de esquemas de remuneración acordes a la formación académica y experiencia laboral de las personas profesionales que decidan regresar al país”, resumió el funcionario.
Composición de la diáspora
Hipatia muestra que la diáspora científica costarricense está compuesta por 511 hombres y 248 mujeres en áreas de ingeniería y tecnología, ciencias exactas y naturales, ciencias médicas y ciencias agrícolas.
Sus miembros se encuentran dispersos en 43 países, empero hay una preferencia muy marcada por las naciones que son “punta de lanza del desarrollo científico y tecnológico global”: Estados Unidos y Alemania; expuso Santos en un artículo llamado Diáspora científica costarricense: un valioso activo para vincular con el país.
Según el portal Hipatia, el 40% de los 759 científicos e ingenieros costarricenses que viven en el exterior tiene 35 años o menos.
Asimismo, del total de la diáspora científica el 80% cuenta con una formación educativa a nivel de posgrado y el 70% tiene un trabajo.
“A diferencia de otras naciones, en Costa Rica la diáspora científica no es un asunto de números, sino de calidad, pues reúne a un grupo de profesionales jóvenes con una formidable preparación académica”.
— Extracto del artículo de María Santos, coordinadora de investigación del Estado de las Capacidades en Ciencia, Tecnología e Innovación y de la plataforma Hipatia
El 42,8% (325) de los 759 científicos e ingenieros costarricenses que residen fuera de Costa Rica sí planean regresar dentro de los próximos cinco años; la mayoría (49,8%) de estas personas se encuentran estudiando.
Aunado al 41,1% (312) que no planea regresar dentro del siguiente lustro, existe un 16,07% que aseguró que se encuentra indeciso; de acuerdo con Santos, a este último grupo compuesto por 122 personas, una opción de trabajo podría convencerlos de regresar al territorio nacional.
La investigadora del PEN consideró que la invitación a estos profesionales para regresar a Costa Rica, de cara a nuevas opciones laborales, ayudaría además a propiciar el crecimiento de ciertas multinacionales instaladas en el país.