Andrés Sheh Con trabajó entre durante casi 20 años en empresas informáticas de Estados Unidos y de China, entre otros países.
Volvió a Costa Rica y fundó la startup Sazas Móvil Tech, la cual junto con J&G Solutions desarrollaron un sistema de facturación conocido como Simple FE, el cual permite facturar mediante una app y conectarse a una impresora mediante bluetooth o wifi.
Sheh Con es informático y pertenece a la cuarta generación de una familia china que llegó a Puntarenas a finales del siglo XIX y que incluye a artistas, médicos y diplomáticos.
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A través de su emprendimiento Sazas Móvil Tech ahora dio un paso más: desarrolló una aplicación móvil denominada SQR Pagos que aprovecha el código QR para facilitar transferencias y pagos vías Sinpe Móvil.
La app permite realizar pagos en pulperías, carnicerías, de la lotería, un taxista, en la feria del agricultor y hace más simple la transferencia vía el sistema de pagos electrónicos del Banco Central de Costa Rica.
“Quería traer tecnología de Asia que ayude en la vida cotidiana de las personas, más ahora con la pandemia del COVID-19 donde se debe evitar el contacto”, explicó Sheh Con.
El uso del código QR está ampliándose más allá de la cadena de logística donde brinda trazabilidad al trasiego de mercaderías desde el productor hasta el consumidor, con aplicaciones en mercadeo, publicidad, menús en restaurantes y ahora en apps para pagos.
“El código QR se puede utilizar en muchas otras cosas, pero habría que desarrollar las aplicaciones y entender cuál es su uso”, indicó Guillermo Varela, director ejecutivo de GS1 Costa Rica.
La entidad asesora a las empresas en el campo comercial y en uso de códigos de barras de una dimensión (el convencional) y de dos dimensiones (el QR).
A nivel local y global el mayor uso de los códigos QR son en mercadeo, donde se liga –en etiquetas del producto o en publicidad– a una página web o algún otro sitio electrónico, de forma que al leerlo se tenga acceso a la información o a una promoción.
¿Qué es?
El QR es un código de dos dimensiones con 31.000 cuadros negros con capacidad de guardar hasta casi 4.300 caracteres, originalmente creado para guardar más que la descripción y el precio de artículos.
En comparación un código de barras apenas contiene 13 caracteres.
Hay distintas versiones de los códigos QR, incluso algunas a colores (como las que aparecen en los programas de un canal de cable) que no guardan tanta información.
En todo caso es recomendable que el usuario primero confirme el origen del código, pues los ciberdelincuentes pueden enviarlo a una página falsa o donde engañarlo para que digite sus datos y así robarlos con propósitos ilegales.
Varela explicó que también hay un código conocido como Datamatrix, que incluye información del código de barras y otros datos como número de lote, fecha de vencimiento, y número seriado de artículo, entre otros, utilizado para la trazabilidad de productos.
El código de barras que se ve normalmente es lineal o de una dimensión y solamente sirven para la identificación de cada artículo. El lector que se usa en este caso también es líneal.
El código QR, que no sustituirá al de barras, tiene múltiples aplicaciones.
Por ejemplo, con un lector se capta la placa de un vehículo al ingresar a un parque y el código QR guarda ese dato junto a la cantidad de horas que permaneció estacionado.
Todo eso simplifica el proceso y evita que alguien tenga que digitalizar la información, así como los errores que puedan cometerse. Los escáner para códigos QR son lectores de imagen que leen códigos de una y de dos dimensiones.
Con el uso de los teléfonos inteligentes se popularizaron más aplicaciones. Algunos modelos ya tienen los componentes para leer códigos QR y para otros solo hay que descargar una app que le da esa capacidad.
También se puede utilizar para que en un supermercado o en un comercio el cliente revise en una computadora el monto que debe pagar de un servicio público, se imprime un código QR y éste es leído en la caja para la respectiva cancelación.
Aquí se evita que los cajeros tengan que ingresar al sistema de servicios públicos y digitar los datos del usuario, por lo cual se agiliza el proceso.
En lugar de ir al cajero automático un usuario puede ir a un abastecedor o pulpería, comprar un producto y pagar con un monto mayor. El vuelto que obtiene lo puede utilizar para el pago del autobús, por ejemplo.
“En Asia hasta los mendigos usan códigos QR para que las personas les donen dinero sin necesidad de dar un número de cuenta”, contó Andrés Sheh Con.
A nivel de logística los códigos de dos dimensiones para brindar trazabilidad conviven con los de barras, según Varela.
Es posible que a nivel de supermercados se cuente con los escáner para QR a nivel de clientes en pocos años.
Lo que sí deben definir las empresas es cuál es la utilidad o provecho que desean obtener con ellos, así como que utilicen más los estándares globales y las bases de datos de los productos para efectos de comercio y logística.
Apps
Tanto la app de pagos a través de Sinpe Móvil de Sazas Móvil Tech como la del Menú Online de Facto Consulting son dos buenos ejemplos de aprovechamiento de los códigos QR más allá de la publicidad.
En el caso del Menú Online, los comensales en un restaurante leen el código con su celular y en la pantalla se despliega la lista de platillos y bebidas. Incluso pueden guardarlo para solicitudes de envío a domicilio.
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La app también se lanzó recientemente para ayudar a los comercios a cumplir con las medidas de higiene y ya lo usan más de 100 restaurantes, según José Edgardo Jiménez, gerente comercial de Facto Consulting.
La solución ha llamado la atención de otro tipo de negocios como tiendas y perfumerías. La tecnología también podría aplicarse a ventas por catálogo, pues los datos de los productos ocupa poco espacio y al accionarlo se despliega la información y las imágenes.
Para Jiménez en el país falta que las autoridades mencionen este tipo de soluciones tecnológicas y una mayor difusión.
En el caso de la app SQR Pagos, el comercio entrega el código QR (vía WhatsApp o en un impreso) con la información del producto, el precio y el teléfono al que se envía el pago (en Sinpe asociado a una cuenta bancaria).
Andrés Sheh Con explicó que cuando el usuario descarga la app solamente debe registrar el número del teléfono al que está asociada su cuenta de Sinpe Móvil y que un comercio puede generar tantos códigos QR como desee.
A nivel local ya hay tres comercios que lo usan (una zapatería, una carnicería y una imprenta). Actualmente la app, en cuyo desarrollo se invirtieron dos meses, se puede utilizar sin costo, pero en el futuro se aplicará una tarifa mínima que depende del volumen de transacciones.