La cédula digital o cédula virtual se puede pedir desde este martes 9 de setiembre en Costa Rica. Pero, hay dudas de su funcionamiento.
Para agregar más confusión, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) emitió a pocos días las normas de la Identidad Digital Costarricense (IDC).
“Esta iniciativa marca un hito”, dijo Mauricio París, socio especialista en derecho digital de Ecija Legal Costa Rica. “Tendrá implicaciones directas para bancos, aseguradoras, notarios, fintechs y entidades públicas”.
La resolución establece que la cédula digital comenzará a utilizarse este 9 de septiembre de 2025. Además, da seis meses para que las entidades acepten la IDC, otorga validez por cuatro años, que se portará en móviles y que su verificación será visual o con uno de los dos sistemas de verificación disponibles (uno sin costo y otro de pago). Además, que la aceptación será obligatoria seis meses después de la publicación de la resolución en La Gaceta (lo que sería en marzo 2026).

¿Qué importancia tiene la cédula digital?
Costa Rica es el país más atrasado en gobierno digital de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Necesitamos avanzar a una mayor digitalización en gobierno digital y comercio electrónico, por ejemplo. Es una llave que genera muchas otras iniciativas.
Que el proyecto sea liderado por una institución con mucha credibilidad, como el TSE, es un acierto si realmente camina bien, genera confianza y logra se utilice.
La penetración de los celulares en Costa Rica ayudará de forma similar a cómo se usan las tarjetas de crédito o de débito digitales.
Según el TSE vendrán las APIs o mecanismos para conectar trámites y complementar medidas de seguridad existentes (firma electrónica, tokens, llaves de seguridad y de paso y mecanismos de doble verificación).
Cuando el Banco Central de Costa Rica dijo que en las compras de bajo monto no había que pedir cédula física, hubo comercios que la seguían pidiendo. Con las billeteras digitales fue más rápida la aceptación. ¿Cómo será con la cédula digital? Hay instituciones y empresas que apenas valoran el tema.
Lo que ocurre se debe al tiempo con la que el TSE lanzó la cédula digital.
En principio, a partir del 8 de marzo de 2026, quien tenga la cédula digital no se le podrá requerir la cédula física. Eso requiere revisar muchos procesos y reglas. Por ejemplo, no podrá ser posible pedir copias de la cédula.
El reglamento establece que se tendrá un mecanismo gratuito de verificación (se instala el mecanismo en un dispositivo) o un servicio de pago (una verificación en línea que genera una bitácora). No es exigido que las entidades establezcan el de pago, pero los reguladores sectoriales podría establecer su obligatoriedad.
Otro de los temas es que no tenemos realmente visibilidad, de momento, es sobre las características de la aplicación y qué va a pasar si el sistema se cae, el proveedor y las medidas de seguridad. Toda esa información debería ser transparente.
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¿Qué pasaría cuando a uno le piden copia de la cédula para un trámite?
Esa es una de las pandemias que persisten. Recuerdo por lo menos cinco decretos ejecutivos desde el gobierno de Laura Chinchilla o de Guillermo Solís diciendo a las instituciones públicas que dejen de pedir copia de la cédula. Se acaba de publicar otro decreto en esa línea.
Desde el punto de vista de la protección de datos personales es una pésima práctica. Igual que pidan la cédula física y que la persona la retire al salir en instituciones, condominios y oficentros. Es una práctica que fomenta la suplantación de identidad y con muchos riesgos asociados.
Hay que tomar en consideración que, según el TSE, no será posible tomar capturas de pantallas de la cédula digital, precisamente por seguridad.
La verificación física o visual es básicamente la misma que cuando uno muestra la cédula física: ven la fotografía y a la persona para corroborar la similitud facial del titular. Tendremos que ver cómo funciona en la práctica otras medidas como biometría y PIN de seguridad, que tiene riesgos. Las entidades que tienen operaciones críticas requerirán verificación de identidad mediante el sistema gratuito o el de pago.
Con la cédula digital hay más herramientas para evitar esa suplantación. Transitamos a algo más seguro.
¿Es seguro llevar la cédula en el celular?
Debería serlo. Ya muchos países dieron el paso. Debería funcionar como las billeteras digitales.
Lo que no tenemos claro es sobre cuál plataforma corre la aplicación de la cédula digital, quién la administra, dónde están los datos y cómo se garantiza su seguridad. Partamos del supuesto de que todo lo digital no es totalmente seguro.
Por supuesto, sí es más seguro que haya un mecanismo con sistemas de verificación y de control biométricos o dactilares que permiten llegar a un nivel más alto de certeza en la verificación de la identidad.
¿Qué deben implementar las empresas e instituciones para recibir la cédula digital?
Es recomendable ser proactivos. Todas las entidades que tienen operaciones críticas deben hacer verificación de identidad (visual, gratuito o de pago), tener un protocolo actualizado, cumplir las obligaciones de los reguladores sectoriales y la capacitación del personal.
Es necesario que la persona que está en cajas o que recibe clientes entienda el periodo de coexistencia de la cédula física y la digital, que a partir de marzo de 2026 si el ciudadano presenta su cédula digital no se le puede requerir, bajo ningún supuesto, la física, y que la cédula física seguirá existiendo y el uso es optativo para el ciudadano.
¿Qué se necesita en las empresas e instituciones en términos de plataformas y sistemas?
Depende del sistema de verificación digital.
Con el gratuito deben tener dispositivos celulares o tabletas con la aplicación instalada y con una cámara para leer la cédula digital.
Con el de pago sería algo similar al sistema de verificación que existe desde hace varios años, que es con huella dactilar y un pequeño dispositivo que arrienda el TSE, para lo cual es necesario firmar un contrato con el TSE.
Y no olvidar tener un protocolo de identificación visual si estas aplicaciones no funcionan.
¿Cuáles son los riesgos y cómo evitarlos para resguardar la privacidad de los datos?
Hay luces y sombras. Lo positivo es el hecho de que se eliminen las malas prácticas de requerir y conservar copias de la cédula.
Los retos están asociados a cuál es la arquitectura de esta aplicación, la interrelación entre la base de datos del TSE (que es una base de datos sensible), el nivel de acceso a esa información del proveedor de la interfase y los mecanismos de seguridad para evitar la filtración de esos datos.