Las empresas de Costa Rica están compitiendo en diferentes mercados con rivales que brindan, implementan y utilizan soluciones basadas en redes de telecomunicaciones de quinta generación (5G). Para que el país avance hacia esta tecnología, urge avanzar en cinco prioridades que, al menos, generen claridad a la industria para la planificación de sus inversiones.
“Las empresas deben ser competitivas e innovar. Ahora no se cuenta con las condiciones para desarrollarse al nivel del mercado global”, afirmó Elizabeth Arroyave, CEO de StockSafe e integrante del Capítulo IoT/5G de la Cámara de Tecnología de Información y Comunicación (Camtic), durante el Foro 5G en Costa Rica, organizado por Club de Investigación Tecnológica (CIT) el pasado 25 de noviembre.
En el evento especialistas regionales y locales, así como representantes de empresas y operadores, expusieron el avance de 5G, las aplicaciones de la nueva tecnología y los desafíos actuales.
“Lo que queremos es ver cómo aprovechar la tecnología y cuál es el potencial para la economía y para el bienestar de la población”, explicó Roberto Sasso, presidente del CIT.
Tras un inicio tímido, las redes de 5G se vienen expandiendo con dinamismo, al punto que se espera que en este año se alcancen ocho millones de conexiones, un salto desde el millón del 2020. Se espera que sean 35 millones en 2022 y 241 millones en 2026.
Las redes de 5G permiten velocidades de hasta 10 Gbps, lo que es 100 veces más que el ancho de banda máximo de las redes 4G.
“5G permite gestionar soluciones corporativas de nueva generación”, dijo Sebastián Cabello, CEO de SMC+ Digital Public Affairs. “Unas serán gestionadas por las empresas y otras por los operadores aprovechando la baja latencia, la banda ancha expansiva y el Internet de las cosas (IoT) masivo para diferentes tipos de aplicaciones de usuario y de empresas”.
5G permitirá aplicaciones en las industrias automotriz, de salud (incluso con cirugías remotas), trabajo y estudio remoto, ciudades inteligentes, agricultura y ganadería, sector inmobiliario, tecnologías del vestir (wearables), entrenamiento y asistencia técnica virtual en tiempo real usando realidad virtual o el metaverso y desarrollo de startups. “Es una tecnología a la que se le podría sacar mucho provecho”, dijo Carlos Watson, consultor de proyectos en transformación digital y alta tecnología.
La implementación de este tipo de redes es más compleja que las anteriores tecnologías tanto por el despliegue de red que se necesita (por lo que se debe tener cuidado con los costos de las frecuencias) como por la cantidad de entidades que deben articular acciones.
Los proyectos involucran desde el Estado, municipios, entidades de infraestructura, operadores, empresas informáticas, la academia (formación de talento e investigación), proveedores de nube, reguladores, agencias de protección de datos personales y de defensa de consumidores, entes de competencia, servicios públicos, ciberseguridad, entidades relacionadas a cada sector productivo y fondos de inversión, entre otros.
Las empresas informáticas podrían desarrollar soluciones para esas aplicaciones, con miras a que sean utilizadas a nivel local como para comercializarlas en mercados externos, pero en este momento en Costa Rica no se tiene redes para pruebas de soluciones en 5G.
Según el Ministerio de Ciencia, Innovación y Tecnología (Micitt) las frecuencias para pruebas se dispondrían durante el 2022 y para el 2023 al menos tres operadores podrían brindar servicios en 5G, pero la industria cuestiona esos tiempos debido a los tiempos que requiere la implementación de las redes y a la falta de claridad sobre la recuperación de las frecuencias que se necesitan.
Las empresas costarricenses de tecnología actualmente compiten con empresas de América Latina donde ya se avanza a 5G. “Se requieren facilidades, no obstáculos”, recalcó Arroyave. “No vamos a buen ritmo”.
“Sin espectro, no hay 5G”, dijo José Gutiérrez, director legal y regulatorio de Cabletica-Movistar. El ejecutivo enumeró las prioridades actuales en las que urge avanzar:
—La recuperación del espectro: es muy importante saber el cuándo se dispondrá de las frecuencias para que las empresas puedan definir sus inversiones y planes de compra y de despliegue de redes.
—El despliegue de infraestructura: 5G requiere mayor despliegue de equipos de transmisión y de redes de fibra óptica (que conectan esos equipos), por lo que se necesita resolver problemas de infraestructura pública.
—Licitación de las frecuencias: se debe realizar subastas de multibanda, incluyendo las frecuencias del dividendo digital (de 700 MHz, desocupadas con el paso a la televisión digital) y de las bandas de 2.6 y 3.5 GHz, que es donde otros países están realizando
—Seguridad jurídica: que se dé a conocer cuándo se recuperarán las frecuencias, cuándo se emitirá la orden a la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) para la subasta y para cuándo se realizará esta subasta.
—Gran diálogo nacional: hay muchos pasos adicionales al de contar con las frecuencias que se deben tener bien mapeados dada la gran cantidad de actores que deben intervenir.
“Se debe definir qué se quiere con 5G en Costa Rica”, insistió Gutiérrez. “Cuando se tenga eso, se puede definir el objetivo de la subasta y las empresas podrán hacer las provisiones de inversión”.