Ante la actual crisis de desempleo, varios actores políticos proponen que la solución es enfocarse en promover el crecimiento económico, porque este automáticamente genera más empleos. Sin embargo, en estos momentos, y probablemente en el futuro también, puede que esa relación no sea tan directa. Es decir, puede haber crecimiento económico sin generación de empleo.
Es una realidad que la innovación tecnológica está cambiando los mercados laborales. Aunque en el pasado las grandes trasformaciones tecnológicas condujeron a más puestos de trabajo, no hay garantía de que con la actual incorporación de la robótica, internet de las cosas y la inteligencia artificial, suceda lo mismo. La naturaleza misma del trabajo y el empleo, ha cambiado.
LEA MÁS: Fonatel, ¿cambio de casa?
Hace 90 años, John Maynard Keynes vaticinó que para el 2030 las máquinas habrían resuelto los problemas de producción, pero causarían desempleo tecnológico. El desempleo tecnológico está provocando, en prácticamente todos los sectores y profesiones, que las personas desplazadas se conviertan en desempleadas, acepten empleos mal remunerados, laboren jornadas parciales o incluso, terminen en la economía informal.
Es probable que la cuarta revolución industrial represente un nuevo renacimiento para los países y las sociedades. Es probable que aparezcan nuevos sectores, tipos de empresas, emprendimientos y profesiones que ni siquiera sospechamos. Es probable que se generen nuevos empleos. Sin embargo, la realidad de hoy, específicamente en el tema empleo, es un balance negativo. Esta situación está provocando la acumulación de un enojo silencioso, que pronto podría convertirse en un problema económico y político.
Los tomadores de decisiones deben considerar este factor dentro de sus políticas económicas. Algunos mercados laborales del futuro requerirán nuevas habilidades y destrezas. Para esto, se deberá reajustar el sistema educativo para que las personas reciban reentrenamiento varias veces en la vida. Sin embargo, el reto más grande será restituir la cantidad de empleos ocupados por máquinas inteligentes, incluyendo ocupaciones técnicas, profesionales y gerenciales. Hay empleos que nunca volverán.
Durante los últimos siglos, el trabajo representaba la principal fuente de recursos para que las personas cubrieran sus necesidades básicas. Hoy, ese paradigma está cambiando.