En algunos meses estará lista la vacuna contra el virus que ha causado esta pandemia. Se habrá desarrollado a una velocidad nunca antes vista. Un logro posible gracias a los avances de la ciencia y la tecnología. Sin embargo, una vez superada, se debe atender con urgencia otras problemáticas globales aún más graves.
Como nunca antes se ha producido y desechado tanto plástico. Los pedazos grandes y sus versiones pequeñas, conocidos como microplásticos, se acumulan en ciudades, campos, ríos, playas y océanos. Son contaminantes extremadamente abundantes, altamente durables y ampliamente dispersos. Entran en las cadenas alimenticias. Están en la comida y el aire que respiramos. Tienen efectos en la salud y el ambiente, que apenas se están estudiando.
El cambio climático, causado principalmente por el aumento de los gases de efecto invernadero, está provocando estragos en el frágil equilibrio de la vida en el planeta. Los cambios en las corrientes marinas, el aumento en el nivel de las aguas y las alteraciones en el clima mundial alteran profundamente los ecosistemas y las especies que viven en ellos. Aunque ha sido ampliamente estudiado, hay pocos avances en su mitigación.
Los antibióticos representan la última línea de defensa de la humanidad contra las bacterias patógenas. Las bacterias se vuelven resistentes más rápido de lo que se tarda en desarrollar nuevos antibióticos. Es una guerra casi perdida y una amenaza a la salud mundial. Se estima que 700.000 personas mueren anualmente debido a infecciones por microorganismos resistentes a antibióticos y que para el 2050 la cifra alcance los 10 millones. Es necesario apoyar la búsqueda de nuevas moléculas y tratamientos, así como fomentar un uso más responsable en la población.
El aumento de la pérdida de biodiversidad se debe a actividades como la destrucción de hábitats, cambios de uso del suelo, introducción de especies invasoras, sobrexplotación y contaminación. ¿Cuántos tornillos puede perder un motor antes de dejar de funcionar? Es una analogía se utiliza para entender mejor lo que está pasando.
El efecto de las actividades humanas sobre el ambiente es el denominador de estos retos globales. Es muy posible que se encuentren soluciones técnicas para cada uno. Sin embargo, para que sean sostenibles se requieren cambios más profundos como reducir el consumismo, cambiar procesos industriales y reformar profundamente un sistema económico ambientalmente “sucio” e insostenible.