Tras la reciente jubilación de Leda Muñoz, la dirección ejecutiva de la Fundación Omar Dengo (FOD) fue asumida por Iris Prada. El reto que enfrenta no es menor.
La ruptura del Ministerio de Educación Pública (MEP) en abril pasado implicó que la FOD dejara de ser responsable del Programa Nacional de Informática Educativa (Pronie).
Los ajustes de estructura y en su oferta coinciden con el cambio en su liderazgo.
Prada es educadora por vocación y pasión. Estudió en el Russell Sage College, en Michigan, Estados Unidos. Regresó al país y estuvo poco tiempo en la Universidad de Costa Rica.
Ella deseaba estudiar educación general y especial. “Apenas empezaban los conceptos de las diferencias individuales de aprender”, dijo Prada.
Pero la carrera apenas iniciaba y en el segundo semestre no había suficientes estudiantes para los cursos. Regresó a EE.UU. y se graduó en la Lesley University. Al concluir viaja a Venezuela.
Su esposo, el empresario Carlos Mora de la Orden y de origen venezolano-español, debía regresar a ese país sudamericano como le exigía la beca con la que estudió en EE.UU.
Iris empezó a trabajar en Caracas hasta que ambos se trasladan definitivamente a Costa Rica a principios de la década de los 80′s. De inmediato, la invitaron a sustituir a un profesor en el Colegio Lincoln, en ese entonces ubicado en Moravia.
Ella pensaba que sería temporal, en especial porque su primera hija, Karina, tenía apenas dos años. Se mantuvo en el Lincoln durante cuatro décadas.
Durante su trayectoria le correspondió organizar el departamento de diferencias en los estilos de aprendizaje (donde implementó el enfoque en un segundo idioma.
Fue subdirectora de primaria desde 1985 a 2014. De ahí pasó a secundaria hasta 2018.
A Iris Prada le correspondió, desde su incorporación al Lincoln, ver el surgimiento de la educación privada en Costa Rica en los diferentes niveles.
Como parte de ese proceso, también participó en el establecimiento de alianzas con las instituciones públicas, incluyendo el MEP, y de mecanismos de supervisión de los nuevos centros educativos.
“Empecé a enamorarme de las oportunidades que hay en Costa Rica para avanzar conjuntamente”, enfatizó Prada.
Entre las iniciativas en las que estuvo involucrada está el del bachillerato internacional, que lleva a cumplir estándares de calidad a los centros educativos involucrados, impulsada en conjunto con el MEP, a cuyo cargo se encontraba Eduardo Dorian.
Acercamiento
En su última etapa en el Colegio Lincoln y hasta hace pocos meses, impulsó el centro de emprendimiento estudiantil en alianza con Babson College, que impulsa este tipo de programas. El centro fue creado como parte de los procesos de innovación del Lincoln.
“No solo es aprender a traer valor económico. Lo principal es traer valor para los demás relacionado con los objetivos de desarrollo sostenible”, explicó Prada.
Tras su jubilación en este 2023, Prada estaba en proceso de negociar una propuesta de consultoría a la FOD. Pero las circunstancias y la propuesta final cambiaron.
A la Fundación la conoce desde su surgimiento, así como sus esfuerzos de tropicalizar los estándares globales de la informática educativa. En paralelo, Prada participó en la incorporación de la tecnología en los procesos de aprendizaje en el Lincoln hace más de dos décadas.
Conoce los retos que enfrentan los estudiantes, los desafíos de los docentes y los esfuerzos institucionales que deben llevarse a cabo.
En medio de las conversaciones de la posible consultoría surgió la posibilidad de la dirección de la FOD.
“Me dijeron, hagámoslo al revés”, contó Prada. “El compromiso es continuar desarrollando oportunidades donde se junten los diferentes sectores sin sesgos de ninguna naturaleza. Es una enorme oportunidad que tiene la Fundación”.
Hace tres semanas asumió el cargo. Además de Leda Muñoz, a Iris Prada la antecedió Clotilde Fonseca, que asumió la dirección desde su origen y actualmente, según lo establece la legislación, participa de la Asamblea de Fundadores que recibe los informes anuales de rigor sobre lo actuado.
El contexto que se enfrenta actualmente es diferente.
Hay una alta demanda de talento con habilidades tecnológicas y blandas, por un lado. Así como la necesidad de carreras cortas y de certificaciones de actualización, por el otro. Pero el desafío más fuerte es el que vive la misma FOD.
Hay posibilidades de mayor vinculación con entidades y programas en la región.
Y la misma situación de la FOD es distinta. A la fecha, mediante el Pronie, se formó a 2,3 millones de estudiantes. También a docentes: unos 12.000 sólo en el año 2022.
Junto al programa de formación en informática, también se desarrolló la formación en robótica. Adicionalmente, la FOD cuenta con programas de capacitación a inmigrantes, empleabilidad y adultos mayores, en conjunto con entidades y empresas privadas.
Actualmente desarrolla otro de inteligencia artificial para docentes y no docentes.
La ruptura del MEP implicó que 200 personas que forman parte de la planilla del Ministerio se trasladaran de las instalaciones y se desvincularan de la FOD.
Asimismo, la planilla de la Fundación pasó de 200 a 41 personas. El actual equipo abarca a ingenieros, educadores y economistas, entre otros.
“Financieramente la Fundación continúa trabajando con los aliados estratégicos. Hay programas ya muy avanzados. Todas las semanas entran nuevas iniciativas”, afirmó Prada.
La ruta que sigue
La principal fuente de ingresos de la fundación proviene de los aliados estratégicos a través de patrocinios, donaciones y cooperación para los programas de la FOD. Asimismo, de la venta de cursos. Son iniciativas que provienen desde hace años.
Entre las organizaciones aliadas se encuentra Horizonte Positivo, una asociación empresarial sin fines de lucro que desarrolla iniciativas sociales.
Prada dice que le gustaría ver iniciativas con universidades públicas y privadas.
—¿Cómo va a sobrevivir la Fundación?
“En algunos aspectos, todavía estamos elaborando la estrategia”, dice Prada. “Se están definiendo los programas. La fundación tiene personas altamente capacitadas para generar las propias fuentes de financiamiento. Tenemos un tándem de innovación”.
La propuesta es identificar oportunidades de alto impacto social en educación, empleabilidad, mujeres en el área de las ciencias, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas (STEAM, por sus siglas en inglés) y emprendedurismo, entre otras, tanto a nivel local como fuera del país.
En este último caso con organizaciones y fundaciones con programas similares en países de la región, en especial.
—¿Cuál será el modelo de ingresos?
“Patrocinios, donaciones, venta de cursos y capacitaciones con colegios profesionales, organismos internacionales y en alianza con otras organizaciones”, aseguró. “Ya se hace. No se necesita empezar de cero”.