La Selección Nacional de Fútbol de Costa Rica disputará su primer partido del Mundial de Qatar 2022 en el estadio Al Thumama el 23 de noviembre ante el combinado de España. Esa sede y las otras dos en las que disputará la fase de grupos presentan características de alta tecnología hasta orientadas a la reutilización.
El escenario donde la tricolor hará su debut en Qatar cuenta con tecnología de enfriamiento para ofrecer condiciones de 26° Celsius de temperatura durante el evento.
El 27 de noviembre la Sele disputará su segundo partido de la primera fase, pero en esta ocasión frente a la escuadra japonesa. El partido se llevará a cabo en el Áhmad Bin Ali, que fue construido sobre las ruinas de un antiguo estadio construido en el 2003 pero demolido en el 2015 para darle vida a la actual sede mundialista.
El último partido que jugará la escuadra nacional en el grupo E será el 1°. de diciembre ante la tetracampeona mundial: Alemania. Ese encuentro será en el estadio Al Bayt, cuyo diseño hace homenaje a las moradas de los pueblos nómadas que habitan en el desierto de Qatar.
Precisamente el Al Bayt será el encargado de recibir el partido inaugural el 20 de noviembre entre las selecciones de Qatar y Ecuador.
Estadio Al Thumama
El primer terreno de juego que recibirá a la escuadra tica se ubica a 12 kilómetros (km) al sur del centro de Doha. El Al Thumama es el primer estadio del Mundial de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado) que es diseñado por un arquitecto qatarí.
La edificación cuenta con tecnología de última generación que consiste en un sistema de enfriamiento generado con paneles solares. De esta manera la cancha y las tribunas estarán con mejor condición de temperatura durante el evento.
El mismo estilo de la estructura que parece un sombrero presenta una aerodinámica de la cubierta que produce que el viento no entre dentro del estadio y saque el aire frío.
El aforo del recinto, que consta de 40.000 localidades, luego se reducirá a la mitad para volver a la realidad de las necesidades de la zona. Los 20.000 asientos serán donados a otros países y en las áreas vacías se ubicará una clínica deportiva y un hotel boutique.
Los tres estadios en los que se presentará el grupo E, verán su capacidad reducida después de finalizada la Copa Mundial.
La zona circundante al estadio se convertirá en un centro comunitario con instalaciones deportivas.
Estadio Ahmad bin Ali
El Ahmad bin Ali fue construido sobre un antiguo estadio que tenía capacidad para poco más de 21.000 personas. El nuevo recinto expandió su aforo y ahora puede recibir cerca de 50.000 aficionados.
“El 90% de los materiales que quedaron del derribo del viejo estadio se utilizaron en la construcción del nuevo”, estimó la FIFA.
La sede se ubica en la ciudad de Al Rayyan, cuya población se caracteriza por el orgullo que tienen de sus tradiciones y la cultura. Por esta razón el estadio tiene símbolos culturales qataríes que hacen referencia al desierto que los rodea y el cuido ambiental en el desarrollo del proyecto fue un tema prioritario.
“Se han incorporado medidas de eficiencia energética e hídrica para reducir aún más la huella de carbono del estadio, mientras que la conexión del metro de Doha permitirá viajar sin problemas hasta él”, informa el sitio web de la FIFA.
Estadio Al Bayt
El tercer estadio que recibirá a la tricolor mientras compite en el grupo E será Al Bayt, que tiene una capacidad para 60.000 espectadores. Al terminar la edición 2022 de la Copa Mundial de Fútbol, serán eliminados 28.000 asientos y donados a otros países.
Un hotel cinco estrellas tendrá lugar en los espacios que dejarán vacías las butacas retiradas. Un gimnasio, centro comercial y un hospital de medicina deportiva son parte de la proyección de proyectos que se esperan realizar para aprovechar el área.
El diseño de la estructura se asemeja a las tiendas nómadas tradicionales y será el lugar desde donde se dará el pitazo inicial de la cita mundialista.
La construcción de estos y los otros cinco recintos que albergarán los partidos ha sido criticada debido a las miles de muertes que reportó el diario británico The Guardian. Según la información, se contabilizan más de 6.500 muertes de trabajadores inmigrantes en el desarrollo de las obras desde el 2010, cuando Qatar obtuvo el derecho albergar la Copa del Mundo de 2022.