Las nuevas tecnologías de la actual Cuarta Revolución Industrial obligan a las empresas a avanzar en la transformación digital por la presión de la competencia, en especial el surgimiento de rivales innovadores, lo que a su vez impacta a los empleos si no hay políticas correctivas.
"Una empresa pequeña con una tecnología disruptiva puede desplazar a las compañías existentes", advirtió el economista Thelmo Vargas, en su conferencia durante el Desayuno Financiero realizado por EF este 9 de noviembre.
Vargas explicó que siempre han habido cambios tecnológicos que han tenido inmensos impactos en la economía, pero que ahora se generan cada seis meses y son disruptivos, lo que implica que no son paulatinos sino que irrumpen muy rápidamente.
Entre las nuevas tecnologías que están expandiéndose actualmente se encuentran la computación en la nube, big data, analítica, inteligencia artificial y cognitiva, realidad virtual y aumentada, robótica y los drones que están generando la cuarta revolución industrial.
A ellas se unen Internet móvil, dispositivos inteligentes (teléfonos, computadoras y otros equipos personales y domésticos), Internet de las cosas, genómica de nueva generación, vehículos autónomos, materiales avanzados, impresión 3D, baterías de mayor capacidad para acumular energía y nuevas tecnologías de extracción de combustibles.
Quienes más se benefician de estos cambios son los consumidores: con innovaciones y productos de más calidad y mejores precios.
A las empresas el cambio tecnológico les ayuda en la reducción de costos, eficiencia, comunicación, nuevos canales de venta como ecommerce, manejo de inventarios, nuevos modelos de negocios, y pagos y cobro electrónico, entre otros.
Uno de los más relevantes impactos es que las barreras de entrada a un mercado se reducen, desplazando a las empresas ya establecidas y consolidadas."A uno lo pueden sacar del mercado si no se mantiene al día", advirtió Vargas.
Hay sectores más sensibles a los cambios, como los medios de comunicación, equipos de oficina, juguetes, electrónicos, ropa, muebles, agricultura, libros, música, y cine, entre otros.
¿A quiénes pueden afectar? A trabajadores en tareas repetitivas que pueden ser sustituibles, así como contadores, dibujantes, telefonistas, abogados, médicos, por ejemplo.
En las compañías se desplazan los empleos, pero los nuevos puestos son menos que los eliminados, lo que puede incrementar la desigualdad social si no hay medidas correctivas.
Las empresas de inversión externa y operaciones off shore pueden decidir modernizar sus operaciones, llevándose sus plantas en países del Tercer Mundo a sus lugares de origen, lo que puede afectar también a economías como Costa Rica.
Aparte de mayores demandas de políticas redistribuitivas de los Estados, las nuevas tecnologías también obligan a avanzar en la transformación del sistema educativo, el entrenamiento y la capacitación constante del personal, y mayor investigación y desarrollo en las compañías.
"La actualización y estar revisando el mercado para ver los cambios que vienen es fundamental", advirtió Vargas.
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Transformación, inversión y herramientas para decidir
En el contexto acelerado de introducción y acceso de las nuevas tecnologías las empresas deben afinar sus estrategias de transformación digital.
Y a las gerencias les corresponde el análisis y monitoreo del impacto en el plano financiero, tanto a la hora de invertir como a la hora de evaluar los resultados.
Alfredo Vilchis, regional comercial controller de Microsoft, señaló que la transformación digital puede generar ahorros y eficiencias con computación en la nube, mejorar la inversión y los costos de mantenimiento, reducir costos de viajes, entrenamientos y comunicaciones, así como mejorar la aplicación de políticas internas.
A nivel financiero las empresas pueden apoyarse en las plataformas informáticas y en tecnologías como herramientas de machine learning, por ejemplo, con la que se puede analizar la viabilidad se diferentes tipos de oportunidades de inversión de forma simple, concisa, gráfica y digerible.
Claudia Sosa, gerente financiera regional de Softline, recalcó que los departamentos de tecnología de información están enfrentando diversos retos para justificar y obtener resultados de las inversiones y de los costos de operación de las plataformas.
Entre las tecnologías que se están incorporando está la computación en la nube, con la cual las empresas pueden obtener resultados en disponibilidad, escalabilidad, flexibilidad, seguridad y estabilidad.
Sosa indicó que con los servicios en la nube se pueden ver diferencias de inversión y costos en comparación a los esquemas de licenciamiento tradicionales. Los ahorros con la nube irían del 46% al 48% entre el primer y el sexto año.
Las empresas, además, mantienen el control y la seguridad sobre sus datos. "La información es propiedad de las empresas cuando está en la nube, Nosotros, como proveedores, no la vemos", afirmó Vilchis.