Costa Rica cuenta con la primera planta de Centroamérica dedicada al procesamiento y reciclaje de baterías de litio, inaugurada por la empresa Fortech a finales de noviembre.
La planta se ubica en La Ceiba de Orotina y tiene capacidad de procesar 1.000 toneladas anuales, lo que equivale a cerca de 2.000 baterías de autos eléctricos o 5 millones de baterías de teléfonos celulares.
Fortech es una empresa costarricense que se especializa en la gestión de residuos tecnológicos. Tras cinco años de investigación y desarrollo, la compañía creó el proceso Simec para gestionar baterías de litio dañadas o agotadas, las cuales están presentes en dispositivos electrónicos como computadoras y celulares, pero también en autos eléctricos.
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El proceso tritura las baterías de manera segura y, posteriormente, separa sus componentes. De esta forma se recupera el 98% de los materiales, no solo litio, sino también cobalto, níquel, manganeso, cobre, grafito y el electrolito líquido.
El resultado final son partículas y componentes pequeños antes considerados basura y que ahora se convierten en materia prima utilizada en industrias de alta tecnología.
“Nuestra planta es el resultado de una fusión de conocimientos en ingeniería mecánica, eléctrica y química. Hemos transformado lo que antes se consideraba un residuo en una fuente de materias primas para la exportación, impulsando una nueva industria en la región”, contó Guillermo Pereira, director general de Fortech.
La planta requirió la contratación de trabajadores técnicos y especializados.
El trabajo de Fortech con litio inició a partir de una cooperación con el Tecnológico de Costa Rica (TEC) años atrás. La universidad, a través del Laboratorio de Investigación en Vehículos Eléctricos (LIVE), ha recolectado baterías de litio que luego envía a la empresa para su gestión final.
Fortech también recibe baterías de la industria automotriz bajo contrato.
El oro blanco
El litio, llamado el “oro blanco”, se ha convertido en un material codiciado. Su demanda está en crecimiento debido a una mayor necesidad por parte de industrias tecnológicas y de los vehículos eléctricos.
Aunque no es el material predominante en las baterías, el litio juega un rol crítico en estas y su escasez es un problema, pero no es el único. El procesamiento tras su vida útil sigue siendo un reto: se puede reciclar, pero aún es una tarea poco común y costosa.
Con la demanda también ha aumentado el precio del litio, lo que favorece a los países productores y exportadores, entre los que están China, Australia, Chile o Argentina.
Entre 2012 y 2022, el precio por tonelada de litio se multiplicó por casi 20.
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El litio enfrentará una fuerte demanda en los años venideros y la industria de vehículos eléctricos es la principal responsable. Según BloombergNEF, dos millones de toneladas del mineral serán necesarias para el 2030, el 82% dedicado a los autos.
No obstante, la explotación de este componente suele estar rodeada de cuestionamientos ambientales y sociales, por las condicionales laborales de los mineros. Por esa razón, el reciclaje parece ser, por el momento, una buena alternativa.
“Costa Rica se posiciona como líder en tecnología de reciclaje de litio, abordando un problema local y global. Estamos explorando llevar esta solución a otras regiones donde el desafío de acumulación y transporte seguro de baterías está creciendo”, afirmó Claus Kruse, girector de proyectos de GIZ, la agencia alemana de cooperación.
En Costa Rica, la cantidad de vehículos eléctricos sigue en crecimiento. Los datos del Ministerio de Ambiente y Energía indican que para octubre del 2023 transitaban casi 11.000 de estos vehículos en el país.