La duración de la vida es uno de los muchos misterios que los humanos han intentado descifrar a lo largo del tiempo. La calidad y la esperanza de vida han aumentado y constantemente se insiste en prácticas para vivir mejor: dormir bien, comer saludablemente, hacer ejercicio. Pero la ciencia quiere dar un paso más allá: encontrar la clave para detener el envejecimiento.
Científicos de todo el mundo trabajan en encontrar el código del envejecimiento para revertir o ralentizar este proceso, con el fin de vivir muchos más años que en la actualidad y, además, hacerlo con mejor salud.
En este proceso están apareciendo nuevos actores empresariales que invierten cuantiosas sumas para encontrar esa fuente de la eterna juventud que promete convertirse en un millonario negocio.
La ciencia del rejuvenecimiento
Una de las formas para probar científicamente los métodos de rejuvenecimiento que podrían aplicarse en humanos es a través de animales de laboratorio. Uno de esos casos es el de la rata Sima.
Según publicó el diario inglés The Guardian a inicios de febrero, un grupo de científicos que trabaja en una terapia antienvejecimiento experimental afirmó haber batido un récord al extender la vida de Sima.
Sima es la única superviviente de un grupo de roedores que recibió infusiones de plasma sanguíneo extraído de animales jóvenes para ver si el tratamiento les prolongaba la vida.
El resultado es que este especímen ha vivido hasta ahora dos meses más que el máximo registrado para una rata de su especie.
Los investigadores se dedicaron a producir y probar terapias basadas en plasma sanguíneo joven después de que numerosos experimentos descubrieran que las infusiones podrían revigorizar órganos y tejidos envejecidos.
“El objetivo real de nuestros experimentos no es tanto extender la vida, sino extender la juventud, rejuvenecer a las personas”, manifestó Harold Katcher, investigador y director científico de Yuvan Research, una empresa emergente con sede en California.
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A pesar de estos beneficios encontrados para los roedores, aún falta más evidencia para determinar que este enfoque ayudará a los humanos a saltarse el paso del tiempo y evitar algunas enfermedades relacionadas al envejecimiento.
Una de esas claves está en los telómeros, los extremos de un cromosoma. Cada vez que la célula se divide, los telómeros pierden una pequeña cantidad de ADN y se acortan. Con el paso del tiempo, los cromosomas se dañan y las células mueren, lo que irremediablemente lleva a la muerte de la persona.
Una de las corrientes científicas se centra en cómo alargar artificialmente los telómeros para ralentizar el proceso, pero con el peligro de que pueda desembocar en cáncer.
Otra línea de investigación tiene que ver con la reprogramación celular, basado en el trabajo del japonés Shinya Yamanaka que en 2006 creó un método para rebobinar células adultas hasta el estado embrionario. Este proceso se aplicó en ratones en 2013 por dos científicos españoles, pero esa primera reprogramación provocó tumores en los roedores.
“La propuesta que nos gustaría hacer es ir a una medicina más universal que, en lugar de ir por detrás de una enfermedad específica, permita rejuvenecer la célula y dejar que ella se encargue de impedir la enfermedad, retrasarla o curarla”, explicó al medio El Confidencial el científico español Juan Carlos Izpisúa, quien trabaja bajo esa misma premisa en Altos Labs, una de las empresas pioneras en la investigación de esta materia.
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Al tiempo que avanzan los estudios y las pruebas para lograr el rejuvenecimiento en los humanos, se consolida la certeza de que este hito llegará más pronto de lo pensado.
“Muy posiblemente la persona que va a llegar a los 150 años ya nació, ya está aquí. Eso es muy probable”, aseguró el demógrafo costarricense Luis Rosero en un documental sobre este tema publicado por la cadena alemana DW en 2022.
Millonaria (y creciente) industria
Encontrar la llave del rejuvenecimiento no es solo una cuestión que intriga a la ciencia, sino que llama la atención y las inversiones de empresas y multimillonarios que ven en este nicho un rentable negocio futuro.
El medio Business Insider enlistó a 14 millonarios que están poniendo parte de sus recursos en la investigación sobre la longevidad, muchos de ellos relacionados a las grandes tecnológicas.
Entre ellos está Peter Thiel, cofundador de PayPal, quien es uno de los inversores de Unity Biotechnology, una empresa que desarrolla fármacos contra el envejecimiento celular.
Otro caso es el de Larry Page, cofundador de Google, que en 2013 anunció el lanzamiento de California Life Company, más conocida como Calico Labs, cuyo objetivo es investigar el envejecimiento y desarrollar medicamentos para combatir las enfermedades relacionadas con la edad.
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Pero tal vez uno de los ejemplos más sonados es Altos Labs, que tiene presumiblemente como uno de sus principales inversionistas a Jeff Bezos, dueño de Amazon. La startup quiere “restaurar la salud y la resiliencia celular a través de la programación de rejuvenecimiento celular para revertir enfermedades”, según se lee en su sitio web.
Altos Labs, fundada en 2022, tiene sedes en EE. UU. y Reino Unido. La divulgación de su trabajo es tan sigilosa como la información disponible en su web y, según información de medios internacionales, su presupuesto anual supera los $2.000 millones.
No obstante, todo apunta a que el 2022 no fue el mejor año para el sector de longevidad. Según el último reporte de Longetivity Technology, una firma de investigación e inversión con sede en el Reino Unido, en 2022 la inversión en este ámbito fue de $5.200 millones en 130 compañías.
Esas cifras son menores a las de 2021, cuando la inversión conjunta en esta industria llegó a $6.200 millones en 190 proyectos.
No obstante, la tendencia de años anteriores fue explosiva. El financiamiento pasó de $500 millones en 2013 a su máximo en 2021, un incremento de 1.140% en menos de 10 años.