Intel realizó los días 31 de marzo y 1.º de abril en Las Vegas el evento Intel Visión 2025, bajo la expectativa de si su nuevo CEO, Lip-Bu Tan, despejaría —ante 700 representantes de clientes y socios— las incógnitas que rodean la situación y el futuro de la firma y de su división Intel Foundry.
En sus intervenciones, Tan y sus ejecutivos Michelle Johnston Holthaus, directora ejecutiva de productos; Christoph Schell, vicepresidente ejecutivo y director comercial; y Kevin O’Buckley, vicepresidente sénior y director general de Intel Foundry, repitieron el mismo mantra.
La firma —que opera una planta en Belén, Costa Rica, desde hace 29 años— se centrará en sus principales negocios, así como en sus inversiones para optimizar estructuras internas, renovar la estrategia comercial y retomar el crecimiento.
Para todo ello, se apoyará en la innovación, el enfoque en el cliente, la excelencia en la ingeniería y el compromiso con la arquitectura x86, el estándar que define cómo interactúan los componentes en servidores y computadoras personales.
El diseño será ahora liderado e impulsado por software, inteligencia artificial (IA) y el desarrollo de “silicio personalizado” para habilitar cargas de trabajo clave y responder al aumento global de la demanda de chips avanzados.
“Tenemos mucho trabajo por hacer”, dijo Tan en su conferencia central. “Voy a unir un equipo fuerte para corregir los errores del pasado y empezar a ganar su confianza. Intel es una empresa icónica y esencial para la industria, y también para los Estados Unidos. Espero lograr su confianza”.
Tendrá la cuesta muy empinada. La firma despidió a su anterior CEO, Pat Gelsinger, tras un año en el que los malos resultados parecían enquistarse y los esfuerzos por ponerse a la altura de los diseños de firmas como Taiwan Semiconductor Manufacturing (TSMC) resultaban infructuosos.
En 2024, los ingresos cayeron un 2% (y un 33% si se consideran los últimos cuatro años, destacó The Wall Street Journal), y los resultados pasaron de $1.689 millones en utilidades en 2023 a pérdidas por $18.756 millones. El mayor dolor de cabeza: su división Intel Foundry, que perdió $13.400 millones.
Esta división es una empresa independiente de Intel, dedicada a la fabricación de semiconductores diseñados por otras compañías, aunque por ahora solo produce lo que diseña la propia Intel.

En clave
Tan fue elegido como CEO dos semanas antes del evento. Tiene conocimientos y experiencia de primer nivel en una industria que, en la actualidad, se ve sacudida por las transformaciones que la IA introduce en el diseño y fabricación de los componentes, el hardware y el ámbito físico.
Tendrá que acelerar, reconoció, al tiempo que deberá ofrecer el mayor rendimiento, calidad y mejoramiento continuo, entrega a tiempo “sin excepción” e innovación. Esos son sus “innegociables”, afirmó. También destacó el rol crucial de Intel Foundry.
Antes, en un comunicado a los inversionistas, anunció tareas primordiales: mejorar el desempeño de los productos, elevar la productividad (que está rezagada respecto a siete de sus competidores y solo supera a Texas Instruments), recortar costos (la firma ya redujo su planilla en un 13%, unos 15.000 puestos) y fortalecer la competitividad en el mercado de IA. Tomará tiempo.
“El mundo cambió”, recalcó Tan. “Soy muy paciente. Siempre me gusta construir negocios para el largo plazo, para construir un modelo de éxito”.
Son términos de puro lenguaje corporativo, pero The Journal destacó que —en una firma enfocada en la ingeniería— representan un mensaje que apunta a propósitos radicalmente distintos. Otras partes de su exposición no pasaron desapercibidas.
Tan realizó un anuncio que debió conmocionar a los críticos de las últimas decisiones de Intel, pues también adelantó cambios en la planilla y esfuerzos para atraer talento. “Escindiremos algunos de nuestros negocios no esenciales”, dijo Tan.
Nada de eso implica un cambio relevante respecto a lo que se viene anunciando desde el año anterior. Los analistas, de hecho, consideran que Intel debería seguir las tendencias de la industria de separar las operaciones de fabricación, diseño y comercialización de chips. ¿Eso podría estar avanzando?


Reuters y otros medios señalaron al final de esta primera semana de abril que la firma podría tener un acuerdo para una empresa conjunta con TSMC, que tendría el 20% de las acciones. El acuerdo contaría con el auspicio de la Casa Blanca, en especial después de que el fabricante taiwanés anunciara una inversión para crear plantas en EE. UU. ¿Será Intel Foundry lo que se cedería?
La posibilidad se hizo pública tras un comentario de un gerente de programas de ingeniería de Intel en LinkedIn en contra de esa opción.
El gerente rechazó que la empresa esté rezagada frente a sus rivales y destacó los avances técnicos y en la producción de chips que le permitirían recuperar su posición de liderazgo en la industria. También afirmó que Intel Foundry no es rentable actualmente debido a las “enormes inversiones en instalaciones y equipos” que ha realizado.
Algo de esto ya se venía conversando desde 2024. El mismo Gelsinger había adelantado que la red de fábricas podría desgajarse de la matriz de Intel. En el último trimestre de 2024 surgieron cuestionamientos sobre esa posibilidad y sobre la cesión de la fabricación a TSMC.
A principios de marzo, varios exdirectores de Intel también expresaron públicamente su oposición a una probable adquisición por parte de TSMC, cuando se anunció que esta última y Broadcom estaban interesadas en comprar Intel.
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Los exdirectores propusieron una escisión de la fabricación y del diseño, pero que la producción se entregue a un grupo inversor privado occidental, con un rescate de $10.000 millones, similar al que el gobierno estadounidense practica en cada crisis financiera, pero definiendo beneficios para los contribuyentes de ese país.
La opción parecía inviable, pues la cadena de producción tiene un costo de unos $108.000 millones, según algunas fuentes en EE. UU., y habría que encontrar a alguien dispuesto a semejante desembolso.
¿Podría ser que algo de esto adelantó Tan en un mensaje clave durante su exposición en Las Vegas?
“Voy a trabajar como una startup de la primera edad. Una gran startup. Es hora de abrir una nueva página”, dijo Tan el lunes pasado.