Aunque tenía un día de teletrabajo por semana, Marianella Calderón, líder de experiencia de colaboradores de BAC, disfrutaba de uno o dos días al mes antes de la pandemia debido a reuniones, actividades y otras obligaciones que exigían la presencialidad.
Después de casi dos años desde casa, por la pandemia, ya sentía la necesidad de interactuar con sus compañeros, especialmente luego de trasladarse de equipo.
En agosto de 2022 el banco inició el regreso a la oficina de los puestos que estaban remotos en el área de servicios corporativos y administración. Se inició con una o dos días de trabajo presencial por mes y este 1.° de julio se aumentó a un día por semana o más según la posición bajo un modelo flexible.
Marianella elige el día y la sede (Escazú o Calle Blancos), puede ir en más ocasiones y también elegir el horario en coordinación con su jefatura, lo que le permite ir por su hijo a la guardería.
Los días de teletrabajo le permiten, además, estar atenta a alguna situación de la casa, enfocarse en una tarea y, especialmente, tener tiempo de calidad con la familia. “Genera mucha comodidad”, dice Marianella.
Mientras hay entidades públicas y empresas donde la modalidad de teletrabajo está en revisión, para BAC, Gensler, Globant, Matra, Uber, el Colegio de Profesionales en Informática y Computación (CPIC) y la Fundación Aliarse el trabajo híbrido y la flexibilidad son ya una rutina.
El teletrabajo inició en Costa Rica como un beneficio extra, luego fue obligatorio para ciertas posiciones y actividades durante el confinamiento en 2020. Posteriormente las empresas empezaron a regresar a las oficinas utilizando el modelo híbrido.
En 2022 el Instituto de Investigación en Ciencias Económicas (IICE), de la Universidad de Costa Rica, advirtió que el teletrabajo retrocedía localmente, si bien las empresas realizaban inversiones tecnológicas para labores remotas.
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En Estados Unidos las firmas que se plantean el retorno a la presencialidad enfrentan la resistencia de colaboradores que se reubicaron con sus familias en diferentes ciudades o que viajan, como los nómadas digitales.
Algunos centros de ciudad —San Francisco, California, por ejemplo— resienten la ausencia de los empleados, en ese caso más de 147.000 personas de las 245.000 personas que iban al centro de la ciudad cada día en 2019. El reto es cómo llevar de vuelta a los colaboradores.
El trabajo híbrido, que combina el teletrabajo y la presencialidad, gana espacio. Un estudio de Gensler indica que en México, Estados Unidos y Canadá los colaboradores pasan poco más de la mitad de la semana en su oficina, atraídos por las facilidades para el desarrollo profesional, el aprendizaje, la socialización y las interacciones de valor, las reuniones y el trabajo colaborativo.
Pero el personal exige saber para qué debe ir a la oficina si su trabajo se puede hacer de forma remota. Además que la oficina tenga espacios al aire libre, work café, hubs de innovación o cocreación, zonas de silencio y salas de descanso, así como un diseño óptimo y lúdico.
Demandan estructuras y procesos flexibles para el trabajo de oficina y el remoto, dado que tres cuartas partes de su tiempo realizan sus tareas en forma individual (incluso si están en la sede de la empresa) y poder trabajar en coworking, parques, bibliotecas, cafeterías, oficinas alternas e incluso durante viajes.
“El trabajo debe ser diseñado de forma consciente y holística”, recalcó Raquel Brenes, líder regional de estrategia de Gensler Latinoamérica.
El trabajo híbrido también aumenta entre las firmas de la región, según un informe de PwC de marzo pasado (con tres días de remoto, especialmente).
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Una reciente encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) muestra que 136.502 personas realizaban teletrabajo en el primer trimestre del 2023: el 6,5% de la población ocupada (considerando patronos) y el 8,6% de los asalariados.
Las actividades más intensivas en teletrabajo incluyen la intermediación financiera y de seguros, administración pública, actividades profesionales y administrativas, y comunicación y otros servicios. Lo contrario ocurre en actividades agropecuarias, construcción, transporte y almacenamiento, y comercio y reparación.
En desarrollo de software, auditoría, análisis de datos y análisis de negocios, entre otros, el trabajo remoto abarcaría al 80% de las personas. “Lo que buscan los trabajadores es efectuar teletrabajo la mayor parte de la jornada laboral”, dijo Claudio Valverde, vicerrector de docencia de la Universidad Cenfotec. ¿Será permanente?
“No es una moda”, afirmó Gisela Sánchez, directora regional de relaciones corporativas de BAC Credomatic. “Todos hemos encontrado una gran calidad de vida en poder teletrabajar y en tener ambientes híbridos”.
Diferentes sabores
Para las empresas que adoptaron el trabajo híbrido como parte de su estrategia y visión de negocios, la idea es transformar el tradicional centro de trabajo en un centro de experiencia adaptándolo a sus posibilidades y visión.
La Fundación Aliarse “está en un modelo híbrido”, con dos veces al mes en la oficina y una reunión de equipo, excepto para las direcciones y coordinaciones que deben participar en espacios presenciales de seguimiento y monitoreo. El trabajo con organizaciones aliadas implica reuniones y eventos presenciales. Y en todos los casos, el intercambio virtual es constante.
“Estas modalidades de trabajo remoto nos permiten aprovechar el talento de personas fuera del Gran Área Metropolitana”, dijo Carlos Rodríguez, director de comunicación y asuntos públicos de Aliarse.
El CPIC mantiene un día de trabajo remoto de sus 21 colaboradores que cumplan ciertos requisitos mínimos. “El teletrabajo o trabajo remoto beneficia a la organización y al colaborador, pero también debe existir madurez en ambas vías”, dijo Josué Estrada, director de comunicación y relaciones públicas del CPIC.
En Matra, los 260 colaboradores en puestos administrativos (60% de la planilla) tienen teletrabajo de dos a tres días y disponen de espacios abiertos en las instalaciones de la empresa. “Dan una sensación de amplitud y una mejor integración del personal”, afirmó Silvia Barrantes, gerente de recursos humanos y sucursales de la empresa.
Uber adoptó el trabajo híbrido en su operación administrativa local, con presencialidad dos días y la posibilidad de gozar de hasta cuatro semanas al año para trabajos en otros lugares, incluso fuera del país. La excepción es en los centros de excelencia y atención.
Oficinas atractivas |
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¿Cómo atraer a las personas al trabajo presencial? Algunas iniciativas implementadas por las firmas: |
Sedes con diseños lúdicos |
Oficinas ejecutivas abiertas. |
Modo coworking (con apps para reservar espacio o salas). |
Salas de reuniones equipadas para videoconferencias (más que para presentaciones de filminas) |
Mobiliario ergonómico. |
Terrazas, anfiteatros, cafeterías con baristas o café y snacks. |
Salas de lactancia, meditación y descanso, y entretenimiento (con futbolines, mesa de pingpong y consolas de videojuegos). |
Espacios personales o de trabajo individual. |
Estrategia de marca o branding enfocada en la cocreación, la innovación y la colaboración. |
Fuente: Firmas consultadas. |
La firma global de arquitectura y diseño Gensler dispone de 170 espacios en su sede de Escazú para sus 305 colaboradores. Actualmente está ampliando la sede por sus proyecciones de crecimiento.
Aquí se tienen dos días de trabajo remoto y tres días de oficina, organizados por el departamento de recursos humanos y las jefaturas. Los equipos se ubican juntos durante dos días y en el tercero el colaborador reserva su puesto de trabajo en una aplicación.
“Hay flexibilidad”, dijo Francesca Poma, directora de diseño y líder regional de espacios de trabajo de Gensler Latinoamérica.
¿Cómo se mide el rendimiento? Se trabaja por objetivos y se mide la experiencia, el compromiso, la satisfacción y el bienestar, de acuerdo con las matrices de cada equipo. Gensler Costa Rica, de hecho, obtuvo la certificación de Great Place to Work.
Un caso particular es Globant. La firma ingresó al país finales de 2021, tiene casi 100 colaboradores, está en expansión y para finales de 2023 inaugurará sus nuevas instalaciones.
Actualmente opera de forma remota, incluso con personal fuera del Valle Central. Cuando alguien desea reunirse o asistir a la oficina solicita espacio en el coworking de Ultra Park, en La Valencia de Heredia, el cual es gestionado por la empresa desde su oficina en México. En el coworking se realizan también charlas y actividades cada tres semanas.
Algunos colaboradores sí deben tener presencia constante en las oficinas de aquellos clientes que tienen alguna certificación de calidad que lo exige.
La firma aplica diferentes atractivos adicionales: la posibilidad de un día libre si la persona lo necesita, 90 días disponibles para ser un nómada digital o para trabajar desde alguna de sus 54 oficinas en el mundo. Eso sí, se debe completar un procedimiento, en especial para ampliar la cobertura del seguro médico o por alguna otra situación laboral.
Las personas también pueden elegir su horario de trabajo, de acuerdo al equilibrio entre sus preferencias y las necesidades de los clientes.
“Apelamos a la autonomía y la responsabilidad de nuestros colaboradores”, explica Pablo Granados, gerente de Globant Costa Rica. “Obviamente tenemos objetivos y trabajamos con clientes. El trabajo es trabajo, pero no tiene por qué ser un castigo de ocho o nueve horas”.
Todas estas empresas implementaban ya el teletrabajo antes de la pandemia al menos una vez por semana. “Era muy limitado”, recordó Jessica Mora, directora de experiencia, talento y cultura de BAC.
BAC lo aplica desde hace cuatro años en puestos donde es posible. En esa época se inició un proceso de rediseño y remodelación (que no concluye) de las instalaciones de Calle Blancos, que tiene capacidad para 700 puestos.
“La idea es que las personas puedan recrear y conectar”, explicó Elena Arrieta, jefe de operaciones de BAC Latam, que brinda servicios corporativos a las diferentes operaciones del banco en la región. “Es completamente diferente. Ya no es vengo, trabajo, cumplo un horario y me voy”.
El regreso del personal en las oficinas administrativas inició en 2021, “a poquitos”, y se aceleró en el 2022 con un esquema de tres niveles (alto, medio y bajo) de frecuencia de presencialidad dependiendo del rol. La asistencia se mantenía en 20%.
En este mes de julio se aumentaron las frecuencias: cuatro días para altos mandos, tres para gerentes, dos para mandos medios y uno para colaboradores.
Con el apoyo de Gensler se continuó el rediseño de las instalaciones de Escazú, donde se devolvió el 30% del espacio alquilado. La pregunta planteaba no era solo cómo sería la operación en el futuro. La cuestión central es cómo atraer al personal, incluyendo a los 639 personas que ingresaron desde el 2020.
Una de ellas es Fiorella Díaz, del área de comunicación y reputación regional de BAC. Ella ingresó en media pandemia y, como habían muchas restricciones por la emergencia sanitaria, iba a la oficina a asuntos muy puntuales. Resentía no conocer a sus compañeros.
Actualmente se fija en las actividades presenciales agendadas, reserva el espacio (ya sea en Escazú o Calle Blancos) y va una o dos días a la semana a la oficina. El horario lo coordina con el líder del equipo, incluyendo la posibilidad de trabajar en la mañana en la oficina y en la tarde en la casa o viceversa.
La flexibilidad le permite trabajar desde su casa o desde la de su madre, especialmente cuando se requiere que se quede acompañando a la abuela, así como le facilita hacer algún mandado o ir al gimnasio.
“Yo decido a cuál oficina ir y a qué horas”, afirmó Fiorella. “El modelo híbrido es lo mejor de los dos mundos”.
BAC incluyó en el proceso un esfuerzo de adaptación organizacional con indicadores de experiencia, esquemas de evaluación del desempeño basado en objetivos y capacitación de los líderes (3.500 a nivel regional) sobre la gestión de equipos remotos, en especial por el enfoque en el bienestar.
José Pablo Guzmán, subgerente de talento y cultura de BAC Latam, vivió todo ese proceso desde 2019. Actualmente acostumbra ir a la oficina tres días a la semana de 8:30 o 9:00 a.m. a 5:30 y 6:00 p.m., evitando las presas. En la casa empieza alrededor de las 8:00 a.m. y termina a veces a las 7:00 p.m.
“Me quedo con el modelo híbrido”, sostuvo José Pablo. “Puedo flexibilizar mi agenda y mi vida. Me gusta conocer e interactuar con otras personas, pero también uno necesita tiempos de concentración. Encontrar el equilibrio, entre ambas modalidades, es lo mejor”.