Para este 2024 se espera que las ventas de semiconductores aumenten más del 13%, impulsadas por la mayor demanda de equipos personales con poder para correr aplicaciones y servicios basados en inteligencia artificial (IA).
Los productos semiconductores cubren circuitos integrados lógicos (IC), IC analógicos, IC de microprocesadores y microcontroladores, y memorias.
“La demanda de IA en todas las aplicaciones principales impulsará la recuperación general del mercado de ventas de semiconductores en 2024″, afirmó Galen Zeng, director sénior de investigación de semiconductores de IDC. “La cadena de suministro de semiconductores, incluido el diseño, la fabricación, el embalaje y las pruebas se despedirán de la recesión en 2023″.
En la misma óptica están otras estimaciones.
“Se espera que la industria de los semiconductores marque el comienzo de una nueva ola de crecimiento”, indica el informe de Gartner.
Vaivén
En 2023 habría terminado con menores ventas que en 2022. La World Semiconductor Trade Statistics (WSTS), que compila los datos de la industria, y la Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA) señalan que el 2023 habría cerrado con una caída del 9% a $520.000 millones.
Gartner estimó la disminución del 2023 en 11%.
La caída del 2023 habría sido causada por la menor demanda en teléfonos inteligentes, de computadoras personales y en los centros de datos.
El incremento vendrá con el nuevo año 2024, cuando sumaría $588.400 millones, según la WSTS y la SIA. Por aparte las estimaciones son más optimistas.
Gartner pronosticó que las ventas de semiconductores crecerían 17% a $624.000 millones e IDC, más optimista aún, sostiene que el mercado de semiconductores se recuperará en 2024 con una tasa de crecimiento anual del 20%.
Motores de crecimiento
La integración de tecnologías de IA, los avances de IA Generativa (IAGen) y los grandes modelos de lenguajes (LLM, por sus siglas en inglés) son los que impulsarán el incremento de la demanda en 2024.
El mercado de memoria animaría la recuperación con un crecimiento del 66%, pero no se quedan atrás la demanda de servidores de alto rendimiento y de tarjetas aceleradoras de los centros de datos.
Las aplicaciones de IA requieren centros de datos con equipos capaces de mayor procesamiento de datos, LLM, complejos análisis y Big Data.
Los analistas de Gartner estiman que, para 2027, la integración de la IA en aplicaciones de centros de datos dará como resultado que más del 20% de los nuevos servidores incluyan aceleradores de carga de trabajo.
El aumento de la demanda para IA no se queda ahí.
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Se requieren también dispositivos personales (teléfonos inteligentes, computadoras portátiles, tabletas y computadoras de escritorio) con mayor poder para aprovechar las aplicaciones que se basan en IA.
En este 2024 se espera una mayor integración de funciones de IA en los dispositivos personales y que se introduzcan gradualmente al mercado más teléfonos inteligentes, computadoras y dispositivos portátiles con componentes para IA.
Intel introdujo nuevos chips para IA en diciembre pasado y los ensambladores colocaron equipos con estos nuevos procesadores de inmediato en el mercado de EE. UU. Llegarían a América Latina en el transcurso del 2024.
IDC también apunta al empuje de la demanda global de IA, de la computación de alto rendimiento y de las ventas en teléfonos inteligentes, computadoras personales e infraestructura con más poder.
Más demanda
Se debe sumar el “crecimiento resiliente” en la industria automotriz, cuyos vehículos —cada vez más eléctricos— también vienen cargados con chips. Aquí la tasa de crecimiento anual compuesta sería de casi el 20% para el 2027, según IDC.
En la industria automotriz también pesa el crecimiento del 15% que tendrían los chips para dispositivos de entretenimiento y comunicación en los vehículos, debido a mayor demanda de conectividad e inteligencia.
Impacto de Ley Chips
Los fabricantes de semiconductores también empezarían a cosechar los beneficios de los incentivos gubernamentales. Y eso amerita un capítulo aparte.
La denominada Ley Chips, promulgada en agosto pasado por Estados Unidos para incentivar a las firmas manufactureras estadounidenses a instalar o ampliar sus operaciones en su mismo territorio, también tendría un efecto en lo sucedería en los próximos años.
Además de las subvenciones de Comercio, la Ley Chips incluye el “Crédito de Inversión en Fabricación Avanzada” para instalaciones de fabricación de semiconductores e instalaciones que producen equipos de fabricación de semiconductores.
—Los incentivos a la fabricación de esa ley ya habían provocado inversiones y anuncios de 70 nuevos proyectos en 22 estados de Estados Unidos por más de $200.000 millones, que generarían más de 40.000 puestos de trabajo directos.
—Se incluía la construcción de 23 fábricas de semiconductores, la ampliación de 9 sitios existentes e instalaciones que suministran los materiales y equipos utilizados en la fabricación de chips.
—La SIA había subrayado que los nuevos proyectos cubren una variedad de actividades necesarias para reforzar el ecosistema de chips de EE. UU. en varios segmentos de semiconductores: lógica avanzada, memoria, chips analógicos y heredados, además.
—Algunos proyectos comenzaron sus actividades de innovación, construcción y producción en 2023 y otros durante 2024.
—El aumento de la construcción de fábricas también incrementaría las inversiones de los proveedores de materiales, productos químicos y equipos.
De hecho, las empresas que suministran equipos de fabricación de semiconductores y los materiales utilizados en la producción de chips (incluidos productos químicos de alta pureza, gases especiales y obleas) anunciaron planes para invertir en varias instalaciones y respaldar una mayor capacidad de fabricación.
—Aquí también crecería el empleo. Un estudio de SIA y la Universidad de Oxford estimó que, por cada trabajador estadounidense empleado directamente en la industria de semiconductores, se generarían casi seis puestos de trabajo adicionales en la economía en general.
—Entre los proyectos anunciados se encuentran la instalación de cuatro fábricas y la ampliación de dos más de la firma Intel en Arizona, Nuevo México, Ohio y Oregon por más de $43.500 millones. En ellas se generarían unos 6.700 puestos de trabajo.
Recordemos que todo esto tendría un impacto en Costa Rica. La Ley Chips permitiría la aplicación de operaciones de fabricación de semiconductores aquí.
Y no puede pasar por alto que en la producción de los chips de Intel lanzados en diciembre pasado hubo participación de la planta ubicada en Belén, como reconoció su gerenta Ileana Rojas en ese momento a través de LinkedIn.