Las empresas distribuidoras de energía de Costa Rica están volteando su mirada hacia el sol. Cinco de las ocho compañías que proveen electricidad a los costarricenses están dando más espacio a la energía solar.
Desde la puesta en marcha de la primera planta solar en 2012 el número de instalaciones de este tipo ha aumentado y para 2027 el país tendrá 20 proyectos.
Esta producción a gran escala se une a otra de pequeña escala que se da en empresas, comercios o residencias a través de la generación distribuida.
Nuevos parques solares
En 2012 Costa Rica inauguró su primer parque solar, que aún está en operación. Se trata de Miravalles, en Guanacaste, el cual tiene una capacidad instalada de un megavatio.
Luego pasaron cinco años hasta que se abrió un segundo complejo, cuando en 2017 Coopeguanacaste encendió el proyecto Juanilama, en Carrillo. En 2022 y este mismo año esa cooperativa puso en funcionamiento otros dos parques.
En 2019 llegó el tercer proyecto de una compañía involucrada en la energía solar. Coopelesca, empresa que distribuye electricidad en la zona norte, abrió el parque solar Cooperativo.
Esos tres proyectos son los predecesores de la oleada de nuevas instalaciones solares que viene para los próximos tres años.
Los planes actuales de las empresas distribuidoras indican que Coopeguanacaste abrirá en 2025 dos nuevas plantas de generación solar. Una de ellas es la ampliación del ya existente proyecto Huacas y otra es Cacao, un nuevo parque ubicado en el complejo eólico del mismo nombre.
Pero 2026 es el año que se visualiza como el más dinámico. Hasta el momento están en lista nueve parques solares confirmados que entrarán en operación ese año.
Entre esos está San Antonio, el primer proyecto de este tipo en San José, a cargo del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
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También ese año se dará la incursión de Coopealfaroruiz en energía solar, así como la entrada del sector privado, con cinco plantas.
Posteriormente, para el 2027, están previstos otros cuatro complejos: tres de ellos del ICE y uno de Coopeguanacaste.
Este impulso por la energía solar llega luego de años en los que las empresas se dedicaron a realizar estudios exploratorios sobre la rentabilidad y factibilidad de esta fuente. Uno de los obstáculos ha sido el costo de la tecnología, pero esta ha tendido a disminuir conforme crece la demanda a nivel mundial.
“Se está viendo la necesidad de poder aprovechar este recurso durante el día, un recurso gratuito, que lo tenemos disponible, que nos puede servir durante el día y es una energía que no vamos a quemar con fuentes térmicas”, comentó Gustavo Gómez, ingeniero eléctrico especializado en sistemas de potencia y profesor catedrático del Tecnológico de Costa Rica (TEC).
Las compañías están mostrando más interés en la energía solar. En entrevista a EF a mitad de este año, el subgerente de la cooperativa, Gerardo Araya, indicó que uno de los planes de la empresa es expandirse con proyectos de generación solar propios.
A mediados de 2022, Coopeguanacaste realizó su primera emisión de bonos verdes para financiar la construcción del Proyecto Solar Huacas en Santa Cruz. En ese momento Araya comentó que esta planta solar generaría electricidad que con consumos promedios abastecería a unos 3.200 hogares.
La provincia de Guanacaste juega con ventaja en esta materia. Las condiciones climatológicas permiten una radiación solar mayor que en otras zonas del país, lo cual la hace más atractiva para este tipo de proyectos. De hecho, solo cuatro de los 20 parques enlistados están fuera de esa provincia: en San José, San Carlos, Naranjo y Montes de Oro.
“La generación solar ayuda a cubrir la demanda de energía al mediodía”.
— Rubén Zamora, representante de Cedet.
La Cámara de Empresas de Distribución de Energía y Telecomunicaciones (Cedet), donde están agrupadas todas las distribuidoras menos el ICE y la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), ven la energía solar y la eólica como las apuestas que debería hacer Costa Rica en generación, especialmente por la rápida construcción de la infraestructura.
Una de las desventajas, sin embargo, es que tienen menor capacidad de generación y menor estabilidad en comparación con otras fuentes más masivas como la hidroeléctrica.
La más grande
El ICE anunció días atrás la construcción de la que será la instalación de energía solar más grande de Costa Rica.
El Consejo Directivo de esa entidad aprobó el inicio de la fase de factibilidad del Proyecto Solar Fotovoltaico Colorado, así como la formalización de su etapa de implementación. Este estará ubicado en el distrito del mismo nombre del cantón de Abangares.
“Con base en las características técnicas del modelado de la planta y el cálculo del área aprovechable de la huella solar, Colorado aportará 66 megavatios de capacidad instalada”, mencionó el Instituto en un comunicado de prensa.
La producción anual de Colorado se estima en 139,49 gigavatios hora. La inversión será cercana a los $80 millones y entrará en operación en 2027.
A pequeña escala
La producción de energía solar también puede darse a pequeña escala, a través de lo que se conoce como generación distribuida. Para marzo de este año, Costa Rica tenía 3.549 sistemas de este tipo conectados a la red.
Los generadores distribuidos pueden colocar paneles solares para producir su propia electricidad, ya sea parcial o total. Esta producción en casas, comercios o industrias pasó de tener la oposición del ICE a recibir el visto bueno de la institución y, hoy, más bien la incentiva.
Un factor que impulsa esta autoproducción es que los equipos se han abaratado, tanto paneles como baterías de litio. Una batería de 5 kW ha pasado de costar unos $5.000 a $2.000, aproximadamente. Además, hay más marcas disponibles en el mercado.
Recientemente la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) emitió una nueva metodología tarifaria, la cual, sin embargo, ha recibido críticas desde la Cámara de Generación Distribuida (CGD).
La fuente solar no es la única pero es la más extendida para el autoconsumo. También se puede generar a través del viento u otras fuentes.