A través de una aplicación se puede determinar el estado de ánimo de los clientes de un restaurante o de un centro comercial, tomar acciones, detectar sus reacciones, hacer ajustes e impulsar ventas.
Son soluciones de Internet de las cosas (IoT) que son sencillas de implementar, tienen alto potencial y están disponibles.
“Las empresas tienen una serie de aplicaciones de las cuales pueden elegir o desarrollar las propias según sus necesidades”, dijo Sergio Pacheco, director de ingeniería de Intel.
Las nuevas tecnologías para aplicaciones de negocios es sencilla, tiene potencial y está disponible para todas las firmas, instituciones e industrias.
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Así se insistió en el evento El futuro de los negocios hoy, realizado por EF este 27 de febrero en el Hotel Crowne Corobicí.
En la actividad se presentaron los resultados del cuarto estudio de Deloitte sobre la aplicación de las nuevas tecnologías por las empresas en el país, se expusieron tendencias y se presentaron casos de éxito en la aplicación de estas herramientas.
La actividad contó con el patrocinio de Radiográfica Costarricense (Racsa), BAC Credomatic y Universidad Cenfotec.
Preparación del país
En la actividad Luis Adrián Salazar, ministro de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), expuso que Costa Rica puede convertirse en un centro o hub de la Cuarta Revolución Industrial.
“Estamos al borde de la Revolución 4.0 donde el reto es el tiempo”, recalcó Salazar.
El Ministro indicó que para lograrlo es necesario armonizar distintos elementos, incluyendo el talento, el cual no está segregado por zonas geográficas. “Está en todo el país”, afirmó.
Además se impulsan programas para emprendedores y aceleración de empresas, redes de quinta generación (5G), televisión digital, infraestructura de telecomunicaciones y gobierno digital.
Para gobierno digital una comisión generó un código de lineamientos para trabajar con un modelo basado en seis elementos (accesibilidad, identidad digital, ciberseguridad, interoperabilidad, neutralidad tecnológica e infraestructura) y que se complementa con el proyecto de ley de la agencia de gobierno digital.
Salazar también destacó el potencial del país con la bioeconomía, que se apoya en la biotecnología y en las nuevas tecnologías de datos e inteligencia artificial, para aprovechar los recursos de la biodiversidad.
Paralelamente se pueden desarrollar conglomerados o cluster de ciberseguridad, blockchain, laboratorio de inteligencia artificial e incluso la industria aeroespacial.
Tiempo real
El sentido para los negocios es poder aprovechar las nuevas tecnologías para la toma de decisiones operativas y para su relación con los clientes.
Pacheco, de Intel, explicó que la digitalización permite la toma de decisiones basadas en datos y en forma más proactiva.
El problema es que hay un crecimiento exponencial de información, la mitad de la cual será generada por sensores y dispositivos de Internet de las cosas. Para el 2025 se tendrán 75 millones de dispositivos.
Además, los equipos generan más datos que un usuario. Una persona produce 1,5 GB de datos, mientras que un auto 4TB.
“Con tanta información la siguiente pregunta es para qué tanta”, dijo Pacheco.
Aquí es necesario utilizar tecnologías de como Edge Computer, Computer Vision u OpenVINO, tres de las propuestas de Intel.
Con la segunda una computadora visualizar el entorno y procesa la información con altos niveles de precisión, apoyándose en sistemas de redes neuronales o deep learning.
Por ejemplo, es posible determinar si dos personas detectadas son la misma, ver la ruta que sigue una persona, contar las personas que aparecen.
Pacheco explicó que se puede aplicar a nivel de un centro comercial, para monitoreo de vehículos en un parqueo, para inventarios en una bodega y para detectar las emociones de las personas.
“Es tecnología que está disponible”, recalcó Pacheco.
Cambios
Hace unos años la prioridad era la movilidad. Actualmente la agenda tecnológica es distinta.
El problema es que no necesariamente todas las empresas tienen la claridad sobre cómo aprovecharlas. De hecho, en algunas áreas (como ventas y finanzas) apenas el 60% usan los datos para la toma de decisiones.
“No es imposible, pero se requiere saber cómo”, dijo Gilles Maury, especialista en tecnología y telecomunicaciones de Deloitte.
Con tecnologías como blockchain, donde hay un potencial a futuro, hay poca experimentación.
Donde se espera más inversión es en aplicaciones basadas en inteligencia artificial y automatización robótica de procesos.
Los resultados del estudio muestran que hay que desarrollar una cultura de experimentación. No se sabe cómo organizarnos para implementarlas.
Hay empresas que se están planteando iniciar en los próximos dos años, pero que eso es mucho dado el avance de las nuevas tecnologías.
Las compañías han avanzado en las áreas de ventas, atención al cliente y mercadeo, pero en las otras hay rezago.
El estudio muestra que para una buena parte de las empresas no es un tema prioritario e incluso no han asignado presupuesto para incorporar las nuevas tecnologías.
“El país tiene una mayor madurez, en relación a otros vecinos de la región. Pero en comparación al año anterior hay pocos avances. Hay mucho miedo, más con una situación de mercado complicada”, sintetizó Maury. “El reto es tomar riesgos, expermientar y avanzar”.
Límites
La utilización de la inteligencia artificial implica cuestionarse sobre sus límites, las responsabilidades, la ética y la equidad.
“Los algoritmos no están exentos de los prejuicios y de las visiones de las personas que los desarrollan y los construyen”, advirtió Kemly Camacho, gerente general de la Cooperativa Sulá Batsú.
La inteligencia artificial está integrada en la vida cotidiana y se relaciona con la privacidad de las personas, por lo que es indispensable reconocer que hay un impacto en las dinámicas sociales, culturales, políticas y ambientales.
La mayoría de las veces se piensa que el desarrollo de los algoritmos son puramente técnicas y que son neutrales culturalmente.
No obstante, pueden estigmatizar a diferentes sectores de la sociedad a partir de sesgos y estereotipos que se integran en los datos y en su uso.
Camacho agregó que otros temas éticos tienen que ver con los empleos desplazados por la inteligencia artificial y con las consecuencias de los errores de estos sistemas, así como sobre la privacidad de los datos, todo lo cual implica considerar y mejorar las regulaciones y normas legales existentes.
Nota en desarrollo