Después de valorar la compra en una agencia local, Peter Jara optó por importar un vehículo eléctrico (VE) a mediados del 2022.
La decisión la tomó motivado principalmente por el menor precio que le significaba traer el vehículo a Costa Rica en vez de adquirirlo en el país, aunque también significó un mayor tiempo de espera para estrenarlo.
“Más que todo fue por una cuestión económica. Se veía un beneficio en traerlo por la reducción del precio”, contó Jara, quien realizó la importación mediante un tercero en un momento en que el precio del dólar estaba alto, por lo que logró ahorrar hasta un 30% del costo del vehículo en comparación con el valor de la agencia local.
Así como Jara, otras personas se están decantando por la importación. En redes sociales, especialmente en grupos de Facebook sobre movilidad eléctrica, abundan las preguntas y experiencias de este proceso.
También así decidió hacerlo Luis Ángel Li, quien plasmó su experiencia en una publicación en el grupo de Facebook “Vehículos eléctricos-Costa Rica”, que tiene más de 12.000 participantes.
En su caso, se aventuró a hacerlo por cuenta propia y sin intermediario de importación. Según escribió, acudió a la plataforma de comercio electrónico chino Alibaba para encontrar un dealer en China. Luego de elegir el vehículo, tuvo que escoger el tipo de transporte marítimo con el que quería que el auto llegara al puerto de Caldera.
Los consumidores importan especialmente modelos que aún no están en los showrooms de las agencias locales o, bien, vehículos que sí se venden en el país pero con un costo más alto.
Esta moneda tiene dos caras. Dos agencias importadoras de vehículos eléctricos consultadas por EF expresaron distintas opiniones: en una de ellas tienen más demanda de este tipo de pedidos pero en otra la mayor oferta de VEs en el país ocasionó que las importaciones de pedidos específicos disminuyeran.
Expansión del mercado
La agencia Energy Cars ha tenido una experiencia positiva. Importan unidades desde 2019 y han percibido un incremento en la demanda: la cantidad de carros importados se duplicó en 2023 con respecto al año previo. Este año sigue creciendo pero con menos fuerza.
Aunque mantienen un catálogo de vehículos eléctricos que traen regularmente, también atienden solicitudes específicas de usuarios, especialmente que desean modelos deportivos, de gama alta o ediciones especiales.
“Cada vez se normaliza más y hay gente que le gusta tener cosas más exclusivas o diferentes”, comentó Philippe Karolicki, gerente de Importaciones de Energy Cars.
Bajo esa modalidad de peticiones especiales importan entre cinco y ocho vehículos al mes. De hecho solo mediante ese mecanismo traen modelos eléctricos de la marca Rivian, que se caracterizan por ser de alta gama. No obstante, las condiciones usuales cambian pues la agencia no cuenta con repuestos en stock y la garantía se reduce.
De acuerdo con el gerente, la diferencia de precio de un vehículo importado ronda los $10.000 por debajo del precio de agencia en Costa Rica.
En la otra acera está EV Imports, agencia que se dio a conocer en 2020 por ser los primeros en traer al país autos de la marca Tesla, conocida por ser la apuesta en el ámbito de la electromovilidad del empresario Elon Musk, dueño también de la red social X (antes Twitter) y SpaceX.
Mariano Ávalos, cofundador de la agencia, reconoció que el mercado de importación ha proliferado en el país, aunque llamó la atención sobre importadores informales que ofrecen bajos costos sin las garantías de rutina.
La empresa ha resentido la expansión de la oferta. “Hemos visto una baja en ventas. Las agencias grandes tienen capacidad de recibir vehículos y, en ciertas ocasiones, hacer descuentos que nosotros no podemos asumir (...). En un inicio estábamos solos, ahora no”, contó el empresario.
EV Imports también ofrece un grupo de modelos en su catálogo, pero pueden hacer importaciones de pedidos especiales. No obstante, Ávalos precisó que no traen vehículos eléctricos de marcas que tienen representación en el país para evitar competir con las agencias.
El año pasado, EV Imports trajo al país algo menos de 200 unidades. En el caso de Tesla son unas seis unidades al mes, en promedio.
El paso a paso
Usted puede ser en este momento uno más de los interesados en importar un VE a Costa Rica, pero también puede preguntarse cómo funciona este proceso. Aquí un resumen del paso a paso.
- El financiamiento. Las agencias importadoras consultadas acompañan al cliente en la búsqueda de financiamiento. Debe saber, sin embargo, que en casos de pedidos especiales las opciones de préstamos son escasas por lo que debería poder hacer el pago a contado.
- Elegir vehículo. Usted puede revisar los catálogos de las agencias importadoras o hacer la búsqueda por su cuenta. Si el vehículo que desea importar ya se ofrece en alguna agencia local, un consejo útil es ir a verlo y probarlo para asegurar la decisión. También puede revisar referencias en Internet o buscar experiencias de otros usuarios. Peter Jara, por ejemplo, consultó a varias personas que tenían el modelo que deseaba importar.
- Reservar el auto. Una vez decidido el modelo, las agencias importadoras solicitan usualmente un monto para colocar el pedido en el país de origen del carro.
- Traslado a puerto de exportación. Ya sea en China o Estados Unidos, los dos principales países de origen, el vehículo debe llegar al puerto donde saldrá rumbo a Costa Rica.
- Viaje hacia Costa Rica. Esta es la etapa más extensa. Las agencias o personas que importan por su cuenta deben buscar el transporte marítimo para traer el vehículo al país. Jara esperó dos meses, pero era un contexto de complicaciones en la logística internacional. Los traslados usualmente tardan 45 días desde EE. UU. y el doble desde China, según contó Ávalos.
- Nacionalización y registro. Una vez en Costa Rica, el vehículo se traslada al almacén fiscal para pasar por el proceso de nacionalización. Para esto debe cancelar ciertos montos como impuesto de importación (del cual los VEs aún gozan de exoneraciones), timbres, entre otros.
- Revisión técnica. El carro debe ir a Dekra para superar la revisión técnica vehicular.
- Registro. Finalmente, el último paso es la inscripción en el Registro Nacional.
Todos estos trámites conllevan algunos costos. Jara comentó que la documentación local ascendió a $2.000, incluyendo honorarios de los abogados.
Los empresarios, además, hicieron varias recomendaciones. Una de ellas es tener paciencia pues cuando se trata de pedidos especiales a veces los modelos no son fáciles de encontrar.
Además, leer cuidadosamente la garantía, buscar respaldo financiero y consultar si la agencia importadora cuenta con taller propio para el servicio posventa son otros consejos básicos.
Ávalos advirtió que existen importadores informales que ofrecen buenos precios pero el servicio posventa es inexistente, lo que pone en riesgo al cliente.
“Mucha gente se ve tentada por un precio más bajo pero al final se va a ver afectado porque el importador no responde”, aseguró.