Las acciones de Intel cayeron por encima de un 30% entre el cierre de la última semana de julio y el cierre de la primera semana de agosto, luego de que el gigante tecnológico estadounidense anunció un reajuste empresarial para enfrentar resultados financieros “decepcionantes”.
El golpe en la bolsa se evidenció principalmente el viernes 2 de agosto, cuando se registró un desplome de su valoración de mercado de un 26%, justo después de la presentación de las cifras al mercado y los planes remediales de la compañía norteamericana.
Entre sus planes de contingencia, la empresa anunció que reducirá su planilla en un 15%; es decir, alrededor de unos 15.000 trabajadores.
Intel, que en su momento se había acostumbrado a mantener el dominio de la industria de los chips a nivel mundial, ahora enfrenta problemas para alcanzar la capacidad de su creciente competencia en campos como la Inteligencia Artificial, ante el auge de marcas como Nvidia (la sensación en los mercados bursátiles de los últimos meses).
Ello, a su vez, se refleja en los estados financieros de la empresa, cuyas pérdidas ascendieron hasta los $2.091 millones en la primera mitad de este 2024; incluso por encima de los $1.295 millones que perdió en el primer semestre del año pasado.
¿Qué está pasando con Intel y cómo afectará a sus operaciones en Costa Rica? Esto es lo que sabemos y lo que responde la firma por el momento.
¿Cuán malos son los números de Intel?
Más allá de las pérdidas antes mencionadas, los estados financieros consolidados de Intel presentados a las autoridades estadounidenses dejaron en evidencia que, solo en el primer semestre de 2024, la compañía sufrió pérdidas operativas por $3.033 millones.
A pesar de que sus ingresos fueron de $25.557 millones y aumentaron un 3,6% en la comparación interanual, los gastos operativos de la firma crecieron a un ritmo superior del 15%.
Además, si bien los ingresos aumentaron en el semestre, la tendencia fue negativa en los últimos tres meses, Entre abril y junio de este 2024, la entidad facturó solo $12.833 millones, un 0,5% menos que en el mismo período del 2023. En cambio, los costos operativos crecieron a un ritmo del 16,9%, superior al general del semestre.
Todas estas cifras fueron calificadas como “decepcionantes” por parte del director ejecutivo de la empresas, Pat Gelsinger, a través del comunicado de prensa en el que finalmente se anunció los planes de reajuste financiero para “mejorar la rentabilidad” y “crear valor para los accionistas”.
¿Cómo reaccionó la empresa?
El plan de recorte de Intel tiene como objetivo reducir los gastos de operación en unos $10.000 millones de cara a 2025 a través de varios esfuerzos, incluidos los despidos.
En su comunicado sobre los planes para los próximos meses, Intel señaló que su reducción de gastos se concentrará en campos como Investigación y Desarrollo y Mercadeo, Generales y Administrativos (MGA); pasando a erogaciones de $20.000 millones en 2024, $17.500 millones en 2025. También señaló que se recortarán gastos de capital y que se esperan reducir los costos de ventas en unos $1.000 millones para 2025.
La empresa tomó la decisión de suspender su entrega de dividendos a partir del cuarto trimestre de este 2024, ante “la importancia de priorizar la liquidez para respaldar las inversiones necesarias para ejecutar su estrategia”; aunque se comprometió a regresar con dividendos “competitivos, a medida que los flujos de caja mejoren a niveles sosteniblemente más altos”, en “el largo plazo”. Hasta ahora, la empresa estadounidense había pagado dividendos sin interrupciones desde 1992.
“Estas acciones, combinadas con el lanzamiento de Intel 18A el próximo año para recuperar el liderazgo en tecnología de procesos, fortalecerán nuestra posición en el mercado, mejorarán nuestra rentabilidad y crearán valor para los accionistas”, afirmó Gelsinger.
Según datos de la compañía, los ingresos anuales de Intel en 2020 fueron aproximadamente $24.000 millones más altos que en 2023; sin embargo, la fuerza laboral actual es un 10% mayor. Esas cifras las mencionó el propio Gelsinger en una comunicación oficial a los empleados de la compañía, publicada en su página web este 1.° de agosto. En ella además aseguró que se deben automatizar y simplificar los procesos, eliminar puntos de burocracia, agilizar los flujos de trabajo y simplificar las carteras de nehocio.
¿Por qué las malas cuentas?
Intel se ha visto rezagada frente a competidores como Nvidia, AMD y TSMC en la elaboración de chips más potentes, para el desarrollo de modelos de IA. Ante eso, se ha planteado como estrategia enfocarse más fuertemente en la producción de chips para computadoras capaces de aprovechar esas nuevas tecnologías.
Según datos de Bloomberg, las ventas trimestrales de Nvidia hoy duplican los registros de Intel.
En medio de ese escenario, Intel asegura que no reducirá inversiones en campos esenciales para buscar “el liderazgo en tecnología de procesos y productos”.
Según el director financiero de la empresa, David Zinsner, el plan de reducción de costos busca tomar “medidas proactivas” para fortalecer a la compañía, permitiendo una mejoría “significativa” de su liquidez y la reducción de sus saldos de deuda, al tiempo que se desarrollan “inversiones adecuadas para generar valor a largo plazo para los accionistas”.
¿Cómo afectará esa reacción a Intel Costa Rica?
EF consultó a Intel Costa Rica sobre las repercusiones de los planes internacionales de la empresa sobre sus operaciones en Costa Rica.
Particularmente, se consultó a la entidad sobre la posibilidad de que se realicen despidos o de que se suspendan nuevas contrataciones, como las que había anunciado en mayo pasado.
Ante ello, la firma norteamericana aseguró que actualmente su enfoque es reducir costos operativos y generar eficiencias “a través de múltiples iniciativas, incluidas reducciones de fuerza laboral de negocios y funciones específicas en áreas de toda la empresa”. Sin embargo, rehusó divulgar cifras específicas sobre los eventuales despidos o la magnitud de los mismos dentro de las operaciones generales en Costa Rica.
“Estas son decisiones difíciles y estamos comprometidos a tratar a los colaboradores afectados con dignidad y respeto”, añadió.
Según cifras divulgadas por la compañía a inicios de este 2024, publicadas por este medio, Intel Costa Rica mantenía 3.500 colaboradores y 4.400 contratistas relacionados con sus tres centros de operaciones en Costa Rica: Investigación y Desarrollo (I&D), Ensamblaje y Prueba, y Servicios Globales.
El primero se encarga de diseñar, probar y validar soluciones de circuitos integrados y plataformas, y es el más grande en Costa Rica, con un 48% del personal contratado. El segundo se encarga de ensamblar, probar, empacar y enviar servidores a clientes, y reúne a un 28% de la planilla. Por último, el tercero se encarga de diseñar, ejecutar e innovar en procesos de negocio a nival global, y cuenta con el 24% restante de los trabajadores de la firma en el país.
Todos los datos anteriormente mencionados fueron divulgados por la empresa a finales de mayo.
Entre tanto, el escenario es desalentador para Intel si se revisan las cifras históricas. Según los registros de Bloomberg, el valor de las acciones de la empresa estadounidense nunca había registrado una caída tan fuerte en un solo día como el 2 de agosto pasado.
“No me hago ninguna ilusión sobre que el camino que nos queda por delante será fácil de recorrer. Ustedes tampoco deberían”, reconoció Gelsinger en su comunicación a los trabajadores del 1.° de agosto pasado. Según redactó, ese fue un día “increíblemente difícil” para la compañía, “y habrá más días difíciles por delante”.