La demanda de servicios y las exigencias de innovación para las compañías, incluyendo las pequeñas empresas, y los requisitos laborales de talento con competencias en inteligencia artificial (IA) están aumentando conforme se difunden las plataformas y las aplicaciones basadas en esta tecnología.
La IA es utilizada en diversas áreas, incluso en grandes cadenas de comida rápida como McDonald’s, para la automatización de procesos, el análisis de datos, la toma de decisiones y la personalización de las ofertas en áreas empresariales, financieras, de mercadeo, de recursos humanos y de gerencia general.
Frente al aluvión de lanzamientos de soluciones de IA, además de mantenerse informados, la capacitación y el entrenamiento son claves.
Eso implica conocer los beneficios, los riesgos y desafíos asociados con la IA en la seguridad de los datos, la responsabilidad y la ética en el uso de esta tecnología. Pero hay que hacerlo de manera proactiva y responsable.
“Tenemos que trabajar con la IA para optimizar todos los procesos y en nuestra vida. No hay que tener miedo”, dijo Hazel Castillo, directora y fundadora de Dreams Marketing, durante el foro organizado por El Financiero sobre IA Aplicada a la Industria.
El evento también tuvo la participación de Iván Hernández, CEO de la firma Intellect International Systems, y de Jordi Torras, director de la maestría de IA de ADEN Business School.
El auge de la IA inició con el lanzamiento de ChatGPT de OpenAI en 2022, al que siguieron Copilot de Microsoft, Gemini de Google, Claude de Anthropic o Perplexity y más recientemente Grok, de Elon Musk, y DeepSeek. Firmas como Alibaba y Tencent, en China, también anunciaron sus propias plataformas basadas en los grandes modelos de lenguaje o MLL, por sus siglas en inglés.
Paralelamente nacieron innumerables aplicaciones y soluciones basadas en esas plataformas para todo tipo de operaciones personales y empresariales, incluyendo de programación o planificación de proyectos, creación de videos, imágenes y textos, finanzas, correos electrónicos y otras funcionalidades.
En Costa Rica una combinación de sensores y sistemas de audio, basados en Internet de las cosas (IoT), y plataformas de IA se están usando en varias iniciativas en la agricultura y la investigación ambiental. Pero, tanto a nivel local como global, hay resistencias por los trastornos que la IA podrían implicar.
La industria, a nivel global, apunta al desarrollo de robots y androides con mayores capacidades de IA, uso de la energía nuclear y los servicios que se desarrollen en la próxima década con la computación cuántica, que tiene mayor capacidad y velocidad de procesamiento de información.
Avance inevitable
Los temores individuales o colectivos —por las mayores amenazas en ciberseguridad y fraudes financieros, protección de datos personales, falta de regulación y el mayor poder de las firmas tecnológicas— no impiden que la IA avance y se use cada vez más en todos los ámbitos, incluso a nivel de emprendedores.
La velocidad del lanzamiento de nuevas versiones de las plataformas de LLM hace que rápidamente los programas de preparación queden rezagados. Muchas soluciones eran imposibles de imaginar hace dos años. Pero hay cuidados a considerar.
1. Lo que viene: “Este año, el 2025, vamos a ver el despliegue de lo que se llama la IA por agentes”, dijo Torras. “Cada empresa (desarrolladora de software) está conectando sus propias aplicaciones a través de agentes de IA”.
2. El primer paso: Lo primero que hay que preguntarse es qué es lo que se quiere hacer con IA. Esa es la clave. Hernández explicó que la IA se impulsa en los procesos internos del negocio para el análisis, para tener respuestas importantes, para evaluar una serie de opciones en la parte financiera, en la parte de manejo de las cadenas de producción, en el análisis de estados financieros, en recursos humanos y otras áreas.
3. Los resultados: El primer beneficio directo para las personas y las empresas se ve en la productividad, la innovación y la diferenciación en el mercado, la selección del personal, el go to market (rapidez para el lanzamiento de un producto o servicio), el análisis financiero y de mercado, la generación de nuevas funciones, el monitoreo del impacto ambiental, el mercadeo y las ventas, la gestión de inventarios y la logística.
4. ¿En cuáles industrias? Las aplicaciones de las soluciones basadas en IA cubren diferentes industrias, desde la manufactura, la agricultura y el comercio hasta la la educación, la salud, la energía y las telecomunicaciones, los servicios corporativos, el transporte, la comunicación y la informática misma, con sistemas que son capaces de generar lenguaje y desarrollar aplicaciones con más rapidez y menos recursos.
5. ¿Vale la pena invertir? Según Hernández, las empresas que están invirtiendo en soluciones con IA están viendo una rápida recuperación pues lo que se paga es una mensualidad por el acceso.
6. Los riesgos generales: No hay que dejarse impresionar por la IA y las empresas. Los gobiernos deben impulsar programas de acceso a la tecnología, que impidan tener una población que aprovecha sus beneficios y otra que queda al margen de ella.
7. Los riesgos individuales: Las personas, además, deben estar atentas a los fallos (las llamadas “alucinaciones”) y a los sesgos (de género y raciales, entre otros) de la IA, así como a realizar correcciones y a adaptar sus respuestas a las necesidades. “No podemos esperar que sea un oráculo”, advirtió Torras.
8. La formación y actualización en IA: En términos de formación se deben desarrollar y elegir programas que acompañen a las personas a actualizar sus competencias según su especialización, el nivel operativo y en la toma de decisiones mediante talleres cortos y prácticos, cursos breves y carreras o postgrados, según el caso. No son las mismas necesidades en finanzas que en mercadeo, por ejemplo; ni a nivel gerencial o de jefaturas intermedias ni de personal de operaciones. La necesidad de formación en IA también es diferente para las personas emprendedoras, que tienen a cargo casi todas las tareas de su negocio.
9. ¿Quiénes serán sustituidos? Castillo recalcó que hay un doble impacto en el mercado. “La IA no va a reemplazar trabajos de los humanos, pero sí va a reemplazar a aquellos que no sepan cómo utilizarla. Y vendrán empleos nuevos: en el 2030 se tendrán ocupaciones para las que hoy no se han creado esas carreras”.
10. A surfear la ola de la IA: “Imagine que usted está en la playa, está metido en el agua y en eso ve acercarse una ola de cuatro metros de alto”, ejemplificó Hernández. “Usted tiene tres alternativas: meterse por debajo de la ola, dejarse arrastrar a ver qué pasa o subirse a la ola. Si se sube a la ola, va a empezar a ver todo el paisaje, la velocidad con que se desplaza hacia la playa y cómo la gente que no se subió se queda atrás y la revuelca la ola. Eso es lo que va a pasar con la IA”.
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